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El rey de la ciudad proclama el sitio de honor y se reúne

El poderoso Venerable ya había salvado a mil personas de otras vías que hacían ofrendas al fuego. Se acordó de la invitación del rey Bimbisara, y pensó que debía ir a salvar a los súbditos de la ciudad de Rajagrha. Primero Kasyapa con su avanzada edad poseía una gran virtud. El rey, el canciller, el pueblo etc. del reino de Jiwei lo veneraban y creían en él. El rey Bimbisara también consagró una aldea cercana como su aldea de alimento. Más tarde alguien informó de que Kasyapa y sus discípulos se habían convertido en discípulos del joven monje Gautama.

El rey escuchó las noticias, y estaba profundamente asombrado, el común de los funcionarios y el pueblo también creían todos que era extraño, y además pensaban que se estaba transmitiendo un rumor equivocado, o que ese joven sramana se había convertido en discípulo de Kasyapa. No fue hasta que Kasyapa envió a alguien a informar al rey, y le dijo que no hacía mucho que seguía el camino del Fo y se había declarado su discípulo, y le pidió al rey que le recibiera y le proveyera, que todos supieron que Kasyapa realmente se había convertido en discípulo del Fo. Por consiguiente el rey Bimbisara guió a algunos súbditos caminando en formación, con gran ceremonia, mil cuadrigas y diez mil soldados a caballo. Partieron hacia los bosques para dar la bienvenida al Venerable. A lo lejos vieron al Fo sentado bajo la sombra de un árbol, irradiando una luz poderosa y una gracia majestuosa, mil personas le rodearon. 

El rey sintió una profunda veneración, y envió desde lejos a un asistente, para que fuera a saludarlo en persona, caminó hasta estar frente al Fo, le saludó cortésmente, y se sentó a un lado. A continuación Kasyapa alabó al Fo con unos versos, y además mostró algunos poderes divinos, y le dijo a la multitud: “Solo desde que sigo la enseñanza del Fo, he obtenido realmente el Dao, y he podido cortar para siempre con las preocupaciones de la vida y la muerte, al igual que obtener la verdadera tranquilidad. ¡Señores! En este mundo el sufrimiento y la desgracia de la vida y la muerte a la fuerza produce un daño real, solamente siguiendo de inmediato al Fo para cultivarse y aprender, puede uno liberarse del mar de sufrimiento de la vida y la muerte y las preocupaciones. Y así entrar al niepan (esto significa no nacer y no morir), la otra orilla de la paz y la felicidad. Después de que la gran multitud escuchó esto, lo estimaban aún más.

El Fo observó que la raíz benevolente de la multitud de personas ya había madurado, por lo que comenzó a enseñarles el Fa. Después de que el rey y el Venerable discutieran repetidamente, al rey Bimbisara y a sus miles de súbditos se les abrió el ojo Fa, y obtuvieron el fruto inicial de srotapanna. Como resultado el rey lo reverenció con aún más sinceridad, se arrepintió de que en el pasado obstruyera al Fo de abandonar el hogar con la estupidez de que quería dividir el reino, y también deseaba ofrecerle durante toda la vida comida, bebida, y ropa, y proveer al Fo y a los monjes. El Fo también lo alabó alegremente, por lo tanto el rey Bimbisara fue el primer monarca que protegió el Fa. Después de regresar al palacio, informó a la reina, a las doncellas y a todos dentro y fuera del palacio de que decretaría seis ayunos durante tres meses.

En ese momento en el reino de Magadha había un hombre rico, llamado Kalandaka, él se encontraba en un lugar no muy lejos de la ciudad. Había un jardín de bambúes, pacifico y tranquilo, espacioso y vacío, un escenario colorido y bello, y además la vegetación era añosa y exuberante, por ello también se le llamaba “el bosque frío”. Le ofreció este jardín de bambúes al Venerable, el Fo y la multitud de monjes viajaron hacia allí y se instalaron, por lo tanto lo llamaron el jardín de bambúes de Kalandaka. El rey Bimbisara se enteró, y en medio del jardín construyó un gran vihara, con un salón y un pabellón imponentes. El salón principal conectaba con el universo, las banderas ondeaban, tenía una gran magnificencia, e invitó al Fo y a los monjes a establecerse allí y a enseñar el Fa. Lo llamó el monasterio del bosque de bambúes, este fue el primer lugar de residencia que se ofreció al Fo (sangharama, es decir un monasterio), esto es la fundación del primer monasterio de los monjes.

En este tiempo, en la ciudad de Rajagrha había dos brahmanes (cultivaban un tipo de vía purificación), uno se llamaba Sariputra, y el otro Maudgalyayana, ambos eran eruditos y poseían muchas habilidades. Su sabiduría y elocuencia superaban a las de otros, cada uno tenía cien discípulos, eran muy estimados por la población local. Ambos eran muy buenos amigos, tenían gran afecto el uno por el otro. Llegaron a un acuerdo: “De entre nosotros dos el primero que escuche acerca del Dao, debe revelarlo de inmediato, y de ningún modo puede esconderlo miserablemente”. Un día, un discípulo del Fo, el bhiksu Asvajit, fue al pueblo a mendigar comida. Sobre el cuerpo llevaba una kasaya, y en su mano sostenía un cuenco de hierro, caminaba serenamente, su presencia era majestuosa y solemne. A mitad de camino se encontró con Sariputra, y este le preguntó: “Veo que pareces alguien que acaba de abandonar el hogar, y puedes ser así de majestuoso y calmado, ¡realmente eres muy venerable! Ahora me gustaría preguntarte, ¿quién es tu maestro? ¿Cuáles son sus enseñanzas? ¿Me puedes decir?”. Asvajit respondió calmadamente: “Mi maestro original es el venerable Sakya Muni, su compasión, buena fortuna y virtud, sabiduría, poderes divinos, no hay uno solo que pueda compararse con él. Pero soy joven, he aprendido poco tiempo, ¿cómo podría hablar públicamente del Fa maravilloso del Fo? ¡Permíteme que te diga un poco de lo que he escuchado!”.

Continuó recitándole cuatro versos. Eran: “La raíz de todas las enseñanzas. La causa predestinada nace y no tiene maestro. Si puedes resolver esto. Entonces obtendrás el Dao verdadero”. En ese momento la raíz benevolente de Sariputra ya había madurado, y con esas palabras se iluminó, y se convirtió en srotapanna. A continuación dejó al bhiksu, y regresó a contarle a Maudgalyayana, quien escuchó los versos, y también se iluminó y entró en el fruto inicial. Ambos estaban muy felices, y cada uno guió a los cien discípulos a que fueran todos juntos a donde se encontraba el Fo, para solicitar abandonar el hogar. Después de que el Fo les afeitara la cabeza, habló ampliamente sobre el Fa de las cuatro nobles verdades. Los dos amigos y sus discípulos todos obtuvieron el fruto de luohan. El Fo habló a la multitud de discípulos: “Sariputra es el primero en sabiduría, Maudgalyayana es el primero en poderes divinos, son los dos discípulos mayores entre la multitud”. Por lo tanto el Fo tenía mil doscientos cincuenta personas que eran discípulos luohan.

En el reino de Touluojuecha había un brahmán erudito, llamado Kasyapa, también tenía las treinta y dos características rectas de nacimiento. Tenía propiedades y riqueza, y le gustaba dar a los necesitados. Tenía una mujer encantadora, delicada como una flor, y refinada como el jade. Sin embargo no le gustaba el deseo sexual, disfrutaba el solo de la tranquilidad, y buscaba el Dao. Más tarde escuchó que el Fo Sakya Muni había abandonado el mundo secular, y que ahora estaba en el monasterio del bosque de bambúes enseñando el Fa. Kasyapa se sentía incapaz de contener su alegría, y rápidamente salió a buscar el reino de Magadha. El Venerable sabía previamente que llegaría, debido a que era alguien de grandes cualidades innatas, por ello fue en persona a recibirlo, en un lugar en el que había muchos niños con matronas, se encontró con Kasyapa. Kasyapa se convirtió y escuchó el Fa. Y fue con el Fo al jardín de bambúes, lo siguió para aprender. Entre los discípulos del Fo había muchos que se llamaban Kasyapa, por lo tanto lo llamaron Mahakasyapa.

Publicado en Minghui.org el 23 de octubre de 2001

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Continúa

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