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Debajo de la higuera sagrada vence al demonio y se ilumina

El príncipe viajó buscando la Vía, soportó sufrimientos durante seis años, en ese momento ya tenía treinta años. Después de darse un baño y comer algo, recuperó la fuerza física, y se redobló su brillo y gracia. Fue a buscar él solo el lugar en el que iluminarse, y llegó a un lugar, vasto, silencioso y llano, en el que la hierba era verde como una alfombra, y en el centro había una higuera alta y frondosa. El príncipe pensó en su corazón que ese era realmente el lugar en el que se iluminaría, entonces caminó serenamente hacia el árbol, preguntó a otras personas por lo auspicioso y la delicadeza de la verdosa y suave hierba, y estableció alrededor su asiento. El príncipe entonces se sentó bajo el árbol en la posición de loto, con el cuerpo derecho, la intención recta, encarando al Este, y juró: “Si no completo el fruto de fo supremo, recto, y de recta iluminación, aunque este cuerpo se rompa en pedazos, ¡nunca me levantaré de este asiento!”. En ese momento la tierra era amplia, el cielo estaba despejado, claro y brillante, las grullas blancas y los pájaros verdes daban vueltas por el Oeste, una neblina propicia y la luz auspiciosa llenaban el vacío. De repente aparecieron multitud de tipos de escenas alegres. El príncipe estaba sentado en su asiento, y desde él salió una luz que iluminó el cielo y la tierra, incluso en el infierno, los fantasmas hambrientos, y las bestias que siguen las tres maldades, también por consiguiente se aliviaron temporalmente de sus sufrimientos. Esos rayos de luz se elevaron hasta el palacio del rey demonio en el Cielo de los seis deseos, iluminó el palacio del demonio, que es oscuro y sin luz.

En ese momento el rey demonio Mara emitió un tremendo fuego de tres mil zhang de altura, y de inmediato reunió a sus hijos, hijas, soldados y generales demonios, para que fueran a dañar y frustrar. El hijo mayor del rey demonio llamado rey Shang advirtió: “Tus hijos han visto la poderosa buena fortuna y virtud del príncipe Siddhartha, las cuales son imponentes, sin fin. Espero que nuestro padre el rey pueda regresar vivo, de otro modo, realmente temo que será demasiado tarde para arrepentimientos. El rey demonio confiado de sí mismo puso en juego sus poderes divinos, se transformó a voluntad, sin escuchar el consejo de su hijo, y movilizó a todo el ejército de demonios enviándolo a dañar al príncipe. En ese momento un innumerable grupo de fieros y temibles demonios y monstruos, yakshas y espíritus malvados, insectos venenosos, y bestias malvadas, como abejas y hormigas se dirigieron deprisa hacia el príncipe por los cuatro lados, lo rodearon fuertemente por capas, la situación era extraña y desagradable, el clamor malvado se hacía notar, hacía disminuir el valor de una persona. Sin embargo el príncipe seguía sentado solo y majestuoso, en silencio y sin moverse, no estaba ni un poco asustado, ni perturbado. El príncipe entró en concentración (ding), con un corazón compasivo, y ningún malvado podía herir, los esfuerzos de los soldados y discípulos del demonio no lograron nada, y todos se retiraron. El rey demonio estaba preocupado porque el príncipe obtuviera la iluminación, y consiguiera una posición más alta que la de él.

En el Cielo y en el mundo humano todos abandonaron lo suyo propio para seguir su enseñanza. Por lo tanto envió a tres de las más bellas y seductoras mujeres demonio para confundir al príncipe. Esas tres mujeres demonio comenzaron a engañarlo severamente, se pusieron en el centro y encarando al viento, sus dulces perfumes eran fuertemente fragantes, sobrepasaban por diez mil veces más la belleza más grande del mundo humano, su figura dulce y encantadora, una actitud de mil ternuras y cien halagos, causaría una gran exultación al que lo viera. Se acercaron con pasos lentos hasta estar frente al príncipe, sus rostros encantadores, atentas y congraciadoras. Pero el príncipe ya había cortado con el deseo sexual, e incluso también los conceptos de hombre, mujer, persona, y las diferencias de cada uno, ya hacía tiempo que no los tenía. Su corazón estaba muy vacío, y más aún, ¿cómo podían provocar la suciedad en él? En respuesta les reprendió compasivamente de este modo: “Aunque vuestra apariencia sea bella, sin embargo vuestro corazón no es recto, vuestro cuerpo, aunque en el exterior es bello, la realidad es que por dentro apesta y su suciedad es difícil de soportar, como un florero que por dentro está lleno de estiércol y suciedad, no solamente no se avergüenzan, sino que ¿incluso se atreven a venir a engañar y a confundir a los demás?”.

El príncipe acabó de hablar, y con su poder divino, hizo que estas tres mujeres pudieran ver a través de sus propios cuerpos. Solo vieron un esqueleto humano con articulaciones, una bolsa de piel y músculos que lo envolvían, pelo que crecía por todas partes, las siete aperturas y todos los poros del cuerpo, sucios e inundados; sudor, suciedad, flema y saliva, mocos, lágrimas y una fina capa de grasa, pus, sangre, heces y orina, todo lleno de barro y suciedad. La comida que se pudre dentro de los intestinos, añade más mal olor y repulsión insoportables, además también están esos varios tipos de microorganismos finos y diminutos que se extienden por todo el cuerpo y por cada parte de este. Con este cuerpo maloliente y sucio, ellas mismas sintieron ganas de vomitar. El rey demonio vio que la seducción de las mujeres había fracasado, y estaba aún más furioso, por lo que él mismo guió a los demonios y fantasmas más fieros y temibles para ir a dañar al príncipe.

Sin embargo, no importaba cómo causaran alarma, cubriendo el cielo y oscureciendo la tierra, al final no pudieron dañar ni un pelo del príncipe. El príncipe le dijo: “En una vida previa solamente construiste un templo, y soportaste un día y ocho formas de ayuno, por lo que se te concedió el título real de fo de un tazón para mendigar. Debido a estos logros y virtudes, debías ser el rey demonio en el Cielo de los seis deseos. En cuanto a mí, vengo de atravesar tres veces un número incontable de jie (el jie es un periodo de tiempo muy largo, desde que un mundo se crea hasta que se deteriora se llama un gran jie), acumulé una inmensurable buena fortuna, virtud y sabiduría, y consumé seis salvaciones y diez mil caminos. Por lo tanto, tú vienes a atacarme, ¡qué diferencia hace con tirar huevos a una piedra!”. Del cuerpo del príncipe se emitió una luz clara, la multitud de demonios caían, se dispersaban asustados, o se rendían. Mara aterrorizado perdió el conocimiento y tropezó, finalmente escapó de regreso a su palacio.

El príncipe se sentó bajo la higuera sagrada en la posición de loto durante cuarenta y ocho días. Al llegar a ese tiempo era la noche del 7 de diciembre. Al haber atravesado e ido más allá del reino del miedo y de la atracción y la belleza del mundo humano, venció el odio del demonio; en ese momento el cielo era claro y el aire limpio, el viento benéfico y suave, el príncipe apareció como todo tipo de reinos de meditación y concentración, sabía completamente el pasado y el futuro y todas las cosas de los mundos en las diez direcciones. Al cabo de ocho días, al salir las estrellas, se iluminó amplia y abiertamente.

Publicado en Minghui.org el 20 de octubre de 2001

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Continúa

(Serie de 15 partes)

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