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8) Comienza a girar la rueda del Fa y salva a los cinco bhiksus

El venerable Sakya Muni al poco de iluminarse, usando la capacidad de “suming tong”, supo todas las cosas de los tres mundos en las diez direcciones (el mundo del pasado, el mundo del presente, y el mundo del futuro se llama los tres mundos), pudo ver su propio pasado y el de todos los seres conscientes, y cada nacimiento y muerte de cada vida. Después de que el fo Sakya Muni se convirtiera en fo, se sentó en silencio durante siete días. En el corazón pensaba en los dos inmortales Alara y Jialan, eran inteligentes y poseían una base favorable, podían ser capaces de escuchar su Fa recto, pero lamentablemente ambos ya habían fallecido.

El Venerable se levantó y se dirigió hacia Sarnath. En el camino recibió el apoyo y la admiración de Upaka el Ajivaka. De nuevo en la orilla del río Asupoluo entró en ding durante siete días. Desde tiempos antiguos Sarnath era un lugar en el que había cultivadores que se cultivaban en tranquilidad, los bosques eran densos y exuberantes, las flores y los frutos crecían, los pájaros y las bestias vivían en grupos, y volaban y aullaban en libertad. En ese momento, solamente había cinco personas allí cultivándose arduamente, cuando el Fo se acercó caminando, ellos sin darse cuenta se levantaron para darle la bienvenida y saludarlo con reverencia. El Fo dijo: “Ahora he obtenido el fruto de fo de iluminación recta, mi corazón está vacío, habéis de saber: en la forma uno sufre, pero el corazón se encuentra enfadado y confuso; el cuerpo está alegre, pero el sentimiento es avaricioso; estos dos tipos no son causas rectas de cultivación. Cuando la amargura y la alegría se abandonan, se está en la Vía, el corazón está en silencio y concentrado, se puede cultivar “ocho caminos rectos”, y salir del mar de sufrimiento de la vida y la muerte”.

Las cinco personas escucharon estos principios, los veneraron como algo extraordinario, y con la mayor reverencia se arrepintieron. El Fo entonces les enseñó el Fa.

9) Yasa abandona el hogar, el jefe de familia se convierte

En ese tiempo, en el reino de Varanasi, en la ciudad de Jiuyi, había una familia muy rica que tenía un hijo llamado Yasa, inteligente y apuesto, era el más rico de todo el reino. Utilizaba ropas caras, bellas y preciosas, y también podía rivalizar con el palacio del rey. Un día por la noche, después de que Yasa y muchas concubinas cantantes y bailarinas se divirtieran, se extinguieron las velas y se fueron a dormir. En mitad de la noche se despertó, y vio a una concubina bella y encantadora con el rostro blanco como el día, en ese momento su pelo estaba desaliñado, tenía los ojos vidriosos, y le caía saliva de la boca, la suciedad era detestable, estaba durmiendo, pero parecía un cadáver. Esta también era la causa predestinada que había madurado de la raíz benevolente de Yasa, comenzó a sentir aversión hacia los deseos y las alegrías del mundo. De este modo se desprendió de las sábanas y se levantó de la cama, salió afuera a dar un paseo, atravesó el rio Ganges, y llegó al Parque de los Ciervos. De lejos vio la imponente y virtuosa apariencia del venerable Sakya Muni, y en el corazón sintió un respeto fuera de lo común. Se acercó corriendo a estar frente al Fo, se postró ante él reverenciándole, y pidió respetuosamente al Rulai su compasiva salvación. El Fo entonces le enseñó el Fa, Yasa lo escuchó y estaba muy feliz. Pidió al Venerable que le permitiera abandonar el hogar. El Venerable se lo permitió.

A la mañana siguiente, en la casa de Yasa, no vieron a su hijo, su padre también lo adoraba y le consentía, por lo tanto como era de esperarse estaba preocupado, enfadado y ansioso. Rápidamente salió él mismo en su búsqueda, la cual le llevó al Parque de los Ciervos. El Fo sabía que iba a ver de repente a su querido hijo ya fuera del hogar, y definitivamente iba a comenzar a entristecerse, por lo que al principio no permitió que padre e hijo se vieran. El anciano saludó respetuosamente al Venerable, lo escuchó enseñar el Fa, y se le abrieron los ojos. Obtuvo el fruto de srotapanna. Fue entonces cuando el Venerable hizo que padre e hijo se vieran, en ese momento el anciano vio que su querido hijo había abandonado el hogar, y no solo no se sintió apenado, sino que gratificó muy alegremente el logro de su hijo de haber abandonado el hogar. Podía salvarse a sí mismo y salvar a otros, e incluso él mismo también por consiguiente había entrado de manera afortunada en la Vía. Entonces recibieron frente al Fo las “tres reglas” y los “cinco preceptos”.

En Fo Fa, cuando las personas que abandonan el hogar perteneciente a la comunidad monástica reciben los preceptos (también se les llama monjes o sramana), a los hombres se les llama bhiksus, a las mujeres bhiksunis. Cuando los niños abandonan el hogar también reciben los ocho preceptos, los hombres se llaman sramanera, y las mujeres sramaneri. Cuando aquellos que se quedan en el hogar reciben los cinco preceptos, los hombres se llaman upasaka (la traducción se acerca a lo masculino, está muy cerca del significado de ofrendar y recibir los tres tesoros de los creyentes varones), las mujeres se llaman upasika. Por lo tanto bhiksu, bhiksuni, upasaka, y upasika, son los cuatro tipos de discípulos dentro de Fo Fa. Y ese anciano fue el primer upasaka dentro del Fo Fa de Sakya Muni, el primero que recibió los tres tesoros.

Este asunto comenzó a difundirse de boca en boca, Yasa tenía cincuenta buenos amigos, todos eran hijos de familias ricas. Escucharon que Yasa ya había abandonado el hogar siguiendo al Fo. Todos creían que Yasa era rico, poderoso y vivía cómodamente, su talento sobrepasaba al de otros, y aún así se marchó de lo secular, saliendo del hogar, ¿por qué nosotros habríamos de ser renuentes a abandonar el mundo secular? Por consiguiente marcharon todos juntos y llegaron a estar frente al Fo, después de escuchar al Fo enseñar el Fa, obtuvieron en ese momento el fruto de srotapanna. Todos solicitaron seguir al Fo y abandonar el hogar. El Fo después de afeitarles la cabeza, les habló de la vía de las cuatro nobles verdades, después todos se convirtieron en luohan.

En ese momento, había cincuenta y seis luohan siguiendo al Fo y cultivando la Vía. El Fo les llamó a que cada uno vagara por las cuatro direcciones, enseñando a los seres conscientes, y difundiendo el budismo. Mientras que él se dirigió solo hacia el reino de Magadha a salvar ampliamente a la gente.

Publicado en Minghui.org el 21 de octubre de 2001

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Continúa

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