(Minghui.org) Minghui.org informó previamente sobre los abusos sufridos por practicantes de Falun Gong encarceladas por su fe en la Prisión de Mujeres de la provincia de Sichuan. Este artículo proporciona información adicional.

Tan pronto como una practicante ingresa en la prisión, ubicada en Chengdu, la capital, se le ordena que escriba una declaración para admitir su «culpabilidad». Si escribe la declaración bajo presión, pierde su derecho a una apelación plena, que permite a una persona condenada solicitar su absolución. Sólo puede pedir una reducción de la condena, no la absolución.

Como se indicó en el informe anterior de Minghui.org, también debe pasar dos pruebas y enfrentarse al interrogatorio de los agentes de la agencia supervisora de la prisión para ver si ha cumplido el «estándar» para renunciar a Falun Gong. Si no supera el interrogatorio de la agencia supervisora, tiene que escribir más declaraciones para denunciar y renunciar a Falun Gong. También tiene que leer sus declaraciones en voz alta delante de otras reclusas y ser interrogada por los guardias. Además, tiene que cantar canciones a favor del PCCh y grabar todos sus movimientos. Después, es «examinada» de nuevo por la agencia supervisora para determinar si cumple con los requisitos.

Si la practicante no escribe la declaración inicial para admitir su culpabilidad, sólo se le permite una pausa para ir al baño cada 24 horas. No se le permite comprar artículos de primera necesidad ni que su familia se los envíe. No se le proporcionan compresas durante la menstruación. Se le prohíbe lavarse y se enfrenta a burlas por su mal olor.

Si se mantiene firme en su inocencia, recibe más castigos. La obligan a sentarse en un pequeño taburete o a adoptar una postura militar durante al menos 20 minutos en cada sesión de tortura. No se le permite moverse en absoluto. Estas torturas suelen provocar un dolor atroz y sudoración profusa. Las reclusas que la vigilan la amenazan además con ponerla en régimen de aislamiento o inmovilizarla en una cama en posición de águila abierta.

Además de la tortura, también la obligan a ver vídeos de propaganda que difaman a Falun Gong. Cuando señala las irregularidades de esos vídeos, los guardias suelen ignorarla.

El implacable lavado de cerebro y las torturas han causado la muerte de al menos 22 practicantes de Falun Gong a lo largo de los años.

Informes relacionados:

Información adicional sobre la persecución de practicantes de Falun Gong encarcelados en la prisión de mujeres de la provincia de Sichuan

Revelando la tortura a practicantes de Falun Dafa en la Prisión de Mujeres de la provincia de Sichuan