(Minghui.org) Poco después de que la Sra. Xie Changchun terminó de cumplir su sentencia de un año en la Prisión de Mujeres de la Provincia de Sichuan, el 19 de abril de 2024, sintió un dolor agudo en el lado izquierdo de su abdomen. Su piel se oscureció y quedó demacrada. Cuatro meses después falleció, el 12 de agosto. Tenía 80 años. Su familia sospecha que le administraron drogas tóxicas durante su detención en prisión.

Al menos otras 21 practicantes de Falun Dafa murieron a lo largo de los años después de cumplir sentencia en la Prisión de Mujeres de la provincia de Sichuan, que se utiliza para encarcelar a practicantes de Falun Dafa de la provincia, sentenciadas por mantener su fe. Anteriormente conocida como Prisión de Mujeres de Chuanxi y Prisión de Binjiang, la prisión recibió su nombre actual en 2007 y fue trasladada al distrito de Longquanyi, ciudad de Chengdu, desde la ciudad de Yaan en mayo de 2003.

Minghui.org informó anteriormente sobre los malos tratos infligidos a practicantes en la prisión. El presente artículo ofrece información adicional.

Desde el momento en el que una practicante ingresa a la prisión, es sometida a tres meses de 'gestión estricta', con dos 'ayudantes' vigilándola las veinticuatro horas del día. Los dos primeros meses los pasará leyendo y viendo material que difama a Falun Dafa. No se le permite salir de su celda y debe firmar y dejar sus huellas dactilares en varias declaraciones en las que denuncia y renuncia a Falun Dafa. Durante el tercer mes la critican en reuniones públicas y se la obliga a escribir informes semanales sobre lo que piensa.

El periodo final de gestión estricta debe ser aprobado por el organismo supervisor de la prisión. Los que se consideran que han cumplido con el «estándar» pasan a la siguiente fase, denominada «periodo de refuerzo», en la cual se las somete constantemente a un «nuevo examen» para comprobar si siguen firmes en su renuncia a Falun Dafa. También deben escribir informes mensuales sobre lo que piensan hasta su puesta en libertad. Luego del periodo de refuerzo, son asignadas a talleres para realizar trabajos forzados de hasta 11 horas diarias sin remuneración. A cada una se le asigna una tarea en función a su edad. Si no terminan sus trabajos, no se les permite comprar más comida ni artículos de primera necesidad, como papel higiénico, champú, jabón y detergente.

Además, todas las practicantes deben realizar dos pruebas, una al ser ingresadas y otra justo antes de ser puestas en libertad. Los exámenes contienen preguntas que atacan a Falun Dafa y a su fundador. Las que no den las respuestas «correctas» pueden enfrentarse a un castigo mayor.

Además de las practicantes, la prisión también lava el cerebro de las internas no practicantes con propaganda difamatoria sobre Falun Dafa con el fin de que odien a las practicantes. Todos, tanto las practicantes como las que no lo son, deben firmar un documento denominado «Decálogo» antes de su puesta en libertad, que incluye: (1) no sacar ningún material o información de la prisión; (2) no permanecer en los alrededores de la prisión luego de su liberación de prisión (3) no tirar pirotecnia cerca de la prisión; (4) no buscar [a las prisioneras recién puestas en libertad] en caravana; (5) no celebrar ningún gran acto [para celebrar la puesta en libertad]; (6) no ponerse en contacto con familiares de prisioneras aún detenidas; (7) no ponerse en contacto con otras prisioneras liberadas o con sus familiares; (8) no ponerse en contacto con prisioneras aún detenidas; (9) no hacer peticiones después de su liberación; (10) no calumniar a la dirección de la prisión o al sistema judicial.

La prisión también envía cartas a las oficinas judiciales locales de las prisioneras recién liberadas, pidiéndoles que las vigilen. Las oficinas, a su vez, exigen a las prisioneras recién liberadas que firmen un acuerdo de cinco años, en el que se establece que las oficinas no los molestarán si no hay inspecciones de los superiores, pero que las llamarán para verificar si hay alguna inspección. Prometen solo registrar conversaciones telefónicas como prueba de que han hecho su trabajo de vigilar a las prisioneras recién liberadas.

Al menos 12 practicantes continúan en prisión

Al momento de redactar este informe siguen encarceladas las siguientes 12 practicantes:

La Sra. Yuan Qiongxiu, de 72 años, exempleada del Banco Industrial y Comercial de China, cumple una sentencia de cuatro años.

La Sra. Qin Zhengfang, de 66 años, cumple una sentencia de tres años y medio.

La Sra. Liu Junhua, médica jubilada de 80 años, cumple una sentencia de dos años.

La Sra. Du Yingfen, de 70 años, cumple una sentencia de 20 meses.

Deng Deyu, de 80 años, originaria de la ciudad de Guang'an, cumple una sentencia de un año y medio.

Las Sras. Chen Yuqiong (de 70 años, de la ciudad de Yibin), Jiang Yiling (de 70 años y de la ciudad de Chengdu), Chen Ping (de 40 años, de la ciudad de Nanchong), Li Yuhua (de la ciudad de Nanchong), Wu Yingshu, Wu Yurong y Li Jun (de la provincia de Bi) cumplen sentencias desconocidas.

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