(Minghui.org) A raíz de algunas experiencias de la infancia, tenía un inexplicable anhelo de aprender todo lo posible sobre dioses y fo. Así que desde muy joven estuve buscando vías de cultivación.

Durante mi infancia tuve una pesadilla. Soñé que me caía de un lugar muy alto. El proceso de caída me estremecía en lo más profundo de mi conciencia, y sentía que nunca volvería a mi lugar original. Esta pesadilla me acompañó durante toda mi infancia, y a menudo me despertaba muy asustada.

A menudo soñaba que el demonio de la lujuria me perseguía. Comprendía vagamente que si no encontraba la manera de cultivarme y regresar en esta vida, me alcanzaría este demonio y caería en un abismo sin fondo. Corría como loca hasta que un miedo indescriptible me despertaba.

Una vez llegó a mi casa un monje pidiendo donaciones para construir un templo. Mi madre no estaba en casa. Doné todo mi dinero de bolsillo, un total de 10 yuanes (aprox. 2 dólares). El monje me dio una imagen de una pusa. Le mostré la foto a mi madre cuando regresó a casa, pero me dijo que el monje era un impostor. Sin embargo, me sentía feliz de haber establecido una conexión con Fo Fa. Durante un tiempo, leí atentamente los anuncios de admisión de las universidades monásticas y soñaba despierta con convertirme en monja y cultivarme en un lugar remoto y tranquilo.

Cuando estaba en la escuela secundaria, un profesor preguntó a los alumnos qué querían ser en el futuro. Algunos querían ser ingenieros, otros científicos y músicos. Yo dije que solo quería ser una persona honrada. Para mí, este era el deseo más importante.

El Maestro dijo:

“Antes, ni un solo ser que cayó de los Cielos fue capaz de regresar. Y entre los humanos, Sócrates, el antiguo sabio griego, dijo también que nadie que cayera del Cielo podría regresar” (Exponiendo el Fa durante el Festival de la Linterna).

A los 15 años, en 1991, hice los exámenes de ingreso a la universidad y obtuve el primer puesto de nuestra ciudad. Mis padres querían que estudiara algo que me permitiera conseguir un trabajo bien remunerado. Pero yo elegí estudiar filosofía. Esperaba que si leía más libros podría resolver los misterios de la vida, como por qué vive la gente, adónde va y cómo vive. Pensaba que preguntas como estas eran para mí más importantes que cualquier otra cosa.

En mi mente surgió una idea en el verano de 1992: debía seguir a un maestro de qigong. Viajé a muchos lugares pero no logré encontrar ningún maestro. El Maestro Li empezó a enseñar Falun Dafa en 1992, pero ahora comprendo que mi relación predestinada con la Dafa aún no había llegado.

Decidí visitar templos budistas, ya que no podía encontrar un maestro de qigong. Hay un templo cerca de la ciudad de Shijiazhuang, provincia de Hebei, que había recopilado información durante más de 1.000 años. El templo no tiene puerta, pero hay un fo Mile sentado en la puerta. El guía afirmó que la puerta fue trasladada a un templo de Kaifeng por el legendario monje Jigong con un poder sobrenatural. Hoy en día, el templo de Kaifeng tiene una puerta pero no una estatua de fo. Los turistas hacían mucho ruido en la sala principal, así que me dirigí a una sala lateral, la Sala del Falun, donde había menos visitantes. El cartel descriptivo delante de la sala decía "El Falun se mantiene girando, automático e interminable".

El guía turístico dijo que este letrero lo había dejado un eminente monje de la dinastía Jin. Había pedido a los monjes del templo que mantuvieran un Falun de madera girando las 24 horas del día. Dijo que, si un día el Falun dejaba de girar, ocurriría un gran acontecimiento. El Falun estuvo girando durante casi 1.000 años, hasta que dejó de hacerlo durante la Revolución Cultural, cuando expulsaron a los monjes del templo.

Regresé a casa en julio de 1992 y me sorprendió ver que la estatua de pusa de jade de mi casa estaba vacía.

En mi clase de historia del budismo chino, un profesor dijo que el fo Sakya Muni había dicho que su Fa no podría salvar a la gente en el periodo final del Fa y que ahora era el periodo final del Fa al que el fo se refería. Me quedé atónita. ¿Era este el "gran acontecimiento" que había predicho el eminente monje?

Un día reflexioné: "En la historia ha habido muchos milagros en los que seres divinos han convivido con la gente. ¿Por qué no escuchamos cosas así en los tiempos modernos? ¿Será porque los seres divinos ya no se interesan por la gente? Si es así, no hay esperanza para los humanos. ¿Cuál es el propósito de mi vida?".

Después escuché que una nueva religión se extendería en el siglo XXI, y que la persona que enseñara el Fa se vestiría con ropas ordinarias. Más tarde, en una clase sobre budismo chino, un profesor dijo que un fo de un nivel muy alto haría girar un Falun gigante durante el periodo del fin del Fa. Eso me dio cierta esperanza.

Estaba practicando yoga alrededor del lago Weiming (en la Universidad de Beijing) una mañana de febrero de 1996 y vi a tres personas. Una estaba meditando y otra intentaba cruzar las piernas. El tercero estaba leyendo un libro. Escuché las palabras e inmediatamente percibí algún significado profundo. Me detuve y le pregunté qué estaba leyendo. Me dijo Zhuan Falun. Las dos palabras vibraron por todo mi cuerpo. Recordé el gran acontecimiento que había predicho el eminente monje y a un fo que haría girar un Falun gigante del que había hablado mi profesor.

Los practicantes me invitaron a ver vídeos de los seminarios de enseñanza de Fa del Maestro Li. Daban dos clases cada fin de semana. Sentí que era demasiado lento, así que compré el libro Zhuan Falun y decidí leerlo por mi cuenta. Cuando leí la Octava Lección "El que practica gong obtiene el gong", de repente me di cuenta que todos los métodos de cultivación anteriores cultivaban la conciencia asistente. Esto es absolutamente cierto, y entendí instantáneamente que esto era un secreto celestial que los seres humanos nunca habían escuchado antes.

Tenía muchos libros de qigong en casa, y había conocido muchas religiones, pero había muchas preguntas que no tenían respuesta. Cuando leí el libro de Dafa, todas las preguntas que tenía fueron respondidas.

En una ocasión, el centro de asistencia de Falun Dafa organizó que los practicantes locales vieran grabaciones de vídeo de la enseñanza del Fa del Maestro en la ciudad de Dalian. En un momento, el Maestro dijo que los que estábamos en la audiencia podíamos pensar en una enfermedad que ellos o un familiar tuvieran. Pensé en uno de mis familiares mayores, que padecía psoriasis desde hacía muchos años. Después soñé que hablaba con su hermano pequeño y un pequeño animal blanco abandonaba su cuerpo. Dejó de padecer psoriasis.

Volví a tener el sueño de mi infancia después de obtener el Fa. Una fuerza me sujetaba firmemente cuando sentía que me caía. Me alegré mucho de haberme salvado.

Una vez, cuando estaba haciendo el tercer ejercicio, sentí que el Falun impulsaba mi cuerpo para que se elevara rápidamente, y sentí que el Maestro me decía: "Te llevaré al extremo del universo". Sentí la increíble lejanía del universo, tan remota que era aterradora. El vuelo se detuvo inmediatamente en el momento en que sentí miedo.

Durante el estudio del Fa, descubrí que ninguno de los seres que bajaron del Cielo en el pasado ha podido regresar. Hoy, Dafa se está extendiendo por el mundo y nos salva para regresar al Cielo. Esta es una oportunidad preciosa que nunca se ha visto desde la creación.

El Maestro dijo:

“Las verdades y principios que yo, Li Hongzhi, he dado a conocer, jamás habían sido revelados en miles y billones de años, sin importar quién del pasado salvaba la gente, ni cuántos seres iluminados bajaron a este mundo, ni cuántos inmortales hubieron que se iluminaron a ciertas verdades” (Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional del Oeste de los Estados Unidos, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. VII).

Para que podamos obtener el Fa en este momento, el Maestro nos ha estado cuidando generación tras generación, un proceso que ha durado cientos de millones de años. Espero que descubran la verdad sobre Falun Dafa, y tal vez descubran que es lo que han estado esperando y buscando durante todas sus vidas pasadas.