(Minghui.org) Tengo 76 años y conduzco un automóvil para una agencia gubernamental. Siempre que hay una necesidad, voy a mi lugar de trabajo a cualquier hora, ya sea de día, de noche o días festivos, y soy conocido por hacer mi trabajo diligentemente.

A los 40 años desarrollé algunas enfermedades por conducir un automóvil durante largos periodos de tiempo, como estreñimiento y dolor de espalda. Siempre llevaba medicamentos en el bolsillo. Cuando sufría estreñimiento, solía ser bastante grave. Tomaba grandes dosis de medicamentos, pero no parecían tener mucho efecto.

Cuando me dolía la espalda, no podía ponerme de pie ni acostarme a dormir. Solo podía dormir en el sofá. Cuando giraba la cabeza, me dolían la columna y el cuello. Tomaba medicamentos todo el año. Incluso bebí licor de hierbas. Sin embargo, nada detenía el dolor.

Mi mujer estaba enferma y débil. Teníamos dos hijos que iban a la escuela. Yo era el principal sostén de la familia. Si yo enfermaba, ¿cómo sobreviviría mi familia?

Cambiar nociones

Crecí en una familia pobre. Mi madre era madre soltera y le resultaba muy duro criar a cuatro niños. No teníamos suficiente comida ni dinero para ropa. No podíamos permitirnos ir a la escuela. A los 18 años, para salir de la pobreza, me alisté en el ejército. Cuando me retiré del ejército, trabajé en varios sitios y luego me destinaron como conductor a una agencia gubernamental.

Durante la primera mitad de mi vida, me lavaron el cerebro con la propaganda del Partido Comunista Chino (PCCh), por lo que no creía en fo ni en dios.

Como la salud de mi mujer era precaria y ninguna medicina podía curarla, empezó a practicar Falun Dafa en julio de 1998. Solía tomar medicinas a toda hora, pero dejó de tomarlas cuando empezó a practicar Falun Dafa. También se volvió optimista.

Al ver los cambios en ella, pensé: ¿Qué la hizo cambiar tan radicalmente? ¿Existen los fo y los dioses? Sentí que Falun Dafa era milagroso. Por eso empecé a practicar Falun Dafa en agosto de 1998. Primero hice los ejercicios en casa. Al principio, era difícil hacer la meditación sentada porque no podía enderezar completamente las piernas y no podía sentarme derecho. Así que me sentaba en el suelo y me apoyaba en el sofá. Utilizaba un saco de arena para mantener las piernas en posición de loto. Después de que empecé a hacer los ejercicios y a estudiar el Fa, el Maestro Li (fundador de Dafa) se ocupó de mí y ajustó mi cuerpo.

Al ver los cambios en mi esposa y en mí, me deshice de mis nociones rígidas y me adentré en el camino de la cultivación sin vacilar. Fui limpiado por Dafa y me he beneficiado mucho de ella.

Sin codicia por el dinero

Antes de practicar Falun Dafa, codiciaba el dinero. Como conductor, la manera más conveniente de conseguir dinero extra era reunir algunos recibos de gasolina y pedir que me reembolsaran el gasto. Cuando arreglaba el vehículo, esperaba que me dieran un pequeño regalo, como una camisa. Como otros empleados hacían lo mismo, pensé que yo también lo haría. Cada año, cuando llegaba el momento de que me reembolsaran las facturas médicas, solía recibir la mayor parte del dinero porque era mayor que la mayoría de los demás conductores. Si no tenía muchos recibos médicos, compraba algunos artículos de primera necesidad y los presentaba como gastos sanitarios.

Una vez que me convertí en cultivador de Falun Dafa, aprendí el Fa universal de "sin pérdida no hay ganancia" y que los seres humanos sufren por cometer malas acciones. Decidí rectificarme y no aprovecharme de los demás. Cuando recuperé la salud, no tuve necesidad de medicarme; en consecuencia, no tuve facturas médicas que presentar para su reembolso.

Se reformó el sistema sanitario, por lo que 1998 fue el último año en que se hicieron reembolsos médicos. Mis compañeros pidieron a sus supervisores que aprobaran que ellos recibieran un reembolso después de esa fecha. El jefe de nuestro departamento se sorprendió al ver que yo no me unía a sus esfuerzos: "¿No tienes ni una factura que reembolsar?". Le respondí: "No tengo facturas médicas". Mientras estábamos en una peluquería, nuestro encargado dijo: "Mira a los practicantes de Falun Dafa. Ni siquiera piden un céntimo. Si todos practicaran Falun Dafa, me sería fácil hacer mi trabajo".

Durante los más de 20 años que llevo practicando Falun Dafa, no he tomado ni una pastilla, y así he ahorrado mucho dinero al gobierno.

Ya no quería que mi jefe me diera vales de gasolina gratis. Un supervisor me dijo: "Mira el practicante de Falun Dafa, cuánto ahorra en gasolina". Cuando hay que arreglar el vehículo de la cooperativa, voy allí a hacer la reparación y la gente me ofrece regalos. Una vez, una persona me dijo: "Tenemos camisas de vestir para hombre. Dime qué color te gusta". Le dije: "No necesito la camisa. Soy practicante de Falun Dafa". Desde que empecé a practicar Falun Dafa, mis supervisores y colegas me elogian mucho.

Mejoró nuestro entorno

Nuestro apartamento está en un edificio antiguo, y vivimos en el cuarto piso. Nuestros vecinos saben que somos practicantes de Falun Dafa. El director de nuestra fábrica y el jefe de la oficina viven en el piso de arriba.

Desde que se reformó el sistema de vivienda, la reparación de los pisos pasó a ser responsabilidad de los inquilinos. Quitaron las luces instaladas por nuestros patronos, y a la gente le resultaba difícil caminar por el pasillo de noche. Instalé unos cables eléctricos y tres bombillas que funcionan por orden de voz, así que ahora nuestro pasillo está iluminado por la noche. Cuando se funde la bombilla, pongo una nueva.

Durante 20 años he pagado la electricidad y me he ocupado del mantenimiento. Hoy en día, la moral de la gente está decayendo y tiene miedo de perder dinero. En la mayoría de las ciudades, la gente no cuida un edificio tan antiguo, y nadie se preocupa ni hace reparaciones durante muchos años.

Las ventanas de los pasillos estaban viejas y rotas. Hacía frío y estaba sucio en invierno. Instalamos cristales nuevos en las ventanas para mantener el edificio limpio y caliente y los pagamos de nuestro bolsillo. También compramos pintura para la barandilla dos veces. Nuestros vecinos están muy contentos con nuestros esfuerzos.

Mi mujer y yo solemos limpiar el pasillo. El funcionario de la administración del barrio lo revisa a menudo para comprobar su higiene. Una vez, cuando vino a nuestra unidad, lo oí decir: "No hace falta que lo compruebes. Estamos seguros de que está limpio".

Un inquilino dijo: "Ningún otro sitio se puede comparar a donde vivo ahora. Hay luz y está limpio". Contó a otros que mi mujer y yo somos muy buenos. Una vecina dijo a sus parientes que éramos buenos. Un vecino de otra unidad dijo: "Puede que no lo sepas, pero todos te consideramos un modelo a seguir".

Somos practicantes de Dafa. El Maestro Li nos pide que seamos buenas personas allí donde estemos. Creemos que las cosas que hacemos por el edificio son cosas triviales. Los funcionarios de la administración de nuestro barrio nos conceden todos los años el premio al "hogar civilizado". Nuestro comportamiento es un reflejo de la misericordia y la poderosa virtud del Maestro. Dafa bendice a los seres humanos.

El Maestro Li dijo:

"El propósito principal de nuestro xiulian de Falun Dafa es llevar a la gente hacia niveles altos, de ninguna manera pensamos en realizar este tipo de asunto, no obstante, Falun Dafa también puede generar un gran efecto al impulsar la civilización espiritual de la sociedad" (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Ningún lenguaje puede expresar nuestra gratitud al Maestro. Lo haremos mejor a partir de ahora y mereceremos la misericordia del Maestro.