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La historia del fo Sakya Muni (Parte 12)

Jun. 28, 2021

(Minghui.org)

Regresa al reino para enseñar el Fa y salvar ampliamente a los familiares

Seis años después de que el Venerable obtuviera el Dao, su padre el rey lo echaba mucho de menos y tenía muchos sentimientos, a menudo deseaba verlo. Entonces dio la orden a Kalodayin de que fuera a enviarle saludos y a darle la bienvenida. Kalodayin era una persona extremadamente brillante, cuando el Venerable era príncipe, le servía a menudo. Ahora había recibido una orden real, y llegó hasta donde se encontraba el Fo. Le entregó el mensaje del rey de una vez, y vio la poderosa divinidad y solemnidad del Venerable, a los dioses celestiales protectores, y a una multitud de santos que lo rodeaban, también había madurado su oportunidad predestinada de obtener el Dao, por lo que solicitó al Venerable que le salvara y le permitiera abandonar el hogar, escuchar el Fa, cultivarse y aprender, y completar la vía de luohan. El Fo originalmente había estado esperando que la oportunidad madurara, así que regresaría al reino a enseñar el Fa. Una razón era devolver el favor de sus padres, la segunda razón era cumplir la promesa de regresar al reino una vez que obtuviese el Dao. Por lo tanto envió a Kalodayin para que primero informara a su padre. El Fo podría ir después de siete días; además mostró poderes divinos, haciendo que la gran multitud aumentara su respeto.

Kalodayin recibió la orden y marchó, usando sus pies divinos en un instante llegó a Kapilavastu. En medio de la ciudad vacía, mostró todo tipo de poderes divinos inconcebibles, y recitó versos prolongadamente, alabando la poderosa virtud del Fo, ilustrando lo que él mismo había atravesado. La multitud de súbditos del rey estaban felices, pensando que Kalodayin se había convertido, y que había obtenido el Dao, y que además poseía estos poderes divinos y sabiduría inconcebibles, ni siquiera los discípulos principiantes eran así, aún menos el Fo. Por lo tanto tenía un gran corazón de reverencia, el cual inconscientemente y de modo natural se incrementó. Al llegar el séptimo día, el rey ordenó las tropas, y dirigió a los funcionarios civiles y militares, todo el pueblo mostró su apoyo, se alejaron cuarenta li de la ciudad para recibir al Venerable, barrieron el camino hasta dejarlo excepcionalmente limpio, y además emplearon flores fragantes y banderas para ofrecerle de forma solemne. Poco después los dioses del Cielo apoyaron con seis cuerpos de oro del poderoso Venerable, y miles de sagrados discípulos lo rodeaban, una luz poderosa entró en el reino de manera impresionante y grácil. Todo tipo de signos auspiciosos, eran muy numerosos, causaron más aún que la gran multitud le respetara y se postrara en admiración. Después de que los funcionarios del rey invitaran respetuosamente al Venerable a entrar a la ciudad, se saludaron mutuamente, escucharon el Fa, y el rey Suddhodana en el momento se iluminó.

Después de que el poderoso Venerable regresó al reino para salvar a la gente, toda la población fue salvada profundamente por el Fa, millones y millones fueron liberados de varias formas (el clan del Fo), todos creían firmemente en la causa y efecto, y actuaban según la enseñanza. Poco después el iluminado entró a los bosques. El rey vio a los mil doscientos cincuenta discípulos luohan que servían al Fo, todos provenían de prácticas ascéticas, por lo que sus cuerpos estaban secos y delgados. Así que verlos junto con el cuerpo dorado y lleno de salud del Fo era algo muy desagradable, por lo que ordenó que se eligieran a quinientos jóvenes nobles del clan del rey de recto comportamiento y apariencia, para que se les afeitara la cabeza y abandonaran el hogar sirviendo al Venerable. Por lo tanto, uno de ellos fue el segundo hijo del rey Suddhodana, Sundarananda, el hermano menor del Fo, nacido de Mahaprajapati. Los hijos del segundo hermano menor del rey, el rey Suklodana, se llamaban Ananda y Devadatta; el hijo del tercer hermano menor del rey, el rey Dronodana, se llamaba Aniruddha; el hijo del cuarto hermano menor del rey, el rey Amritodana, se llamaba Bhaddiya; también Juntuna y Upali etc. Los jóvenes del clan real y altos funcionarios públicos eran personas que deseaban liberarse del cansancio de lo secular y querían buscar el fruto del Dao, todos abandonaron el hogar entusiásticamente con el Fo. Además estaba la tía materna del Fo, Mahaprajapati, que también solicitó al Fo abandonar el hogar. Al principio el Fo no lo permitió, pero después de que su tía se lo pidiera con firmeza tres veces, entonces se lo permitió. Debido a que si las mujeres abandonaban el hogar podrían aparecer muchas malas prácticas y denuncias, esto es algo a lo que el Fo se oponía con conocimiento (más tarde otras vías quisieron dañar a Fo Fa, haciendo que una mujer embarazada quisiera falsamente abandonar el hogar como monja, y que difamara la tranquilidad del budismo, aparecieron varias cosas como esta). Pero debido a la sinceridad de su tía hacia el Dao, y su determinación de cultivarse arduamente, además del favor de haber sido como su madre, por supuesto sólo podía ayudarla y no podía obstaculizarla, por lo tanto no tuvo más alternativa que permitirlo. De este modo el Fo estableció para las monjas los ocho preceptos de respeto. La multitud de monjas se adhirieron a estas ocho reglas, y pudieron hacer que el Fa recto floreciera y perviviera por mucho tiempo. Después de que su tía abandonara el hogar, la siguieron muchas doncellas de palacio y mujeres, al igual que la mujer del Fo, Yasodara etc. Todas le siguieron abandonando el hogar, más tarde todas lograron el fruto de luohan. El reino de Kapilavastu realmente se convirtió en conjunto en un reino pacifico y tranquilo gracias al Fo. En la gran ocasión en que el clan del rey abandonó el hogar, hubo muchas oportunidades predestinadas que se pueden relatar, ahora contaremos varias de ellas como ejemplo.

Después de que el hermano menor del Fo, Sundarananda, saliera del hogar, veneraba a un bhiksu que conocía de antes. Veneraba a alguien que anteriormente había sido un sirviente del ejercito en el palacio, y en su corazón pensó: “Este es un sirviente de mi casa, ¿cómo puede recibir mi veneración?”Pensando en esto dudaba en seguir venerándolo. El Fo conocía sus pensamientos, así que le dijo: “¡Sundarananda! Fo Fa es igual para todos, y no hay división entre posiciones o clases sociales superiores o inferiores, todos son discípulos del Fo, por lo que el orden en que hayan abandonado el hogar, si antes o después, o si son mayores o jóvenes, hasta la riqueza y la pobreza o la jerarquía social alta o baja, nada de eso importa para nada”. Solamente considera “el orden de abandonar el hogar antes o después y de mayor o joven” como una formalidad de la vía.

El hijo del Fo, Rahula, nació después de que el Fo abandonara el hogar. Era un niño muy querido por la concubina Yasodhara. Antes de que Yasodhara abandonara el hogar y comprendiera el Dao, un día, el Fo llamó al venerable Maudgalyayana para que fuera al palacio real a iluminar a la señora, y pedirle que Rahula abandonara el hogar y se hiciera sramanera. La concubina Yasodhara al principio evitó verlo. Llevó a su amado hijo a un edificio alto para que se escondiera allí. Maudgalyayana usando un poder divino voló hasta estar frente a ella, y le aconsejó: “El amor entre madre e hijo, a veces se acaba, aprendiendo el Dao y validando el fruto, se puede escapar para siempre del sufrimiento de la vida y la muerte, y nunca más existirá el sufrimiento de la separación”. A pesar de que intentó persuadirla una y otra vez, la señora Yasodhara aunque también en su corazón sabía que era correcto, el afecto y el amor eran siempre muy profundos, y al final no podía abandonarlos. El rey y su mujer ya habían comprendido el Fa, y fueron a aconsejarla y confortarla, y tampoco les escuchó, al contrario les dijo a sus suegros: “Anteriormente cuando estaba en la casa de mis padres, ocho reinos luchaban por casarse conmigo, no acepté a ninguno, por ello me prometí al príncipe Siddhartha, justo porque el talento del príncipe sobrepasaba al de otros. Quién podría saber que él sería capaz de soportar abandonar el afecto y el amor, y vivir en soledad en las montañas y bosques. De haber sabido que llegaría este día, ¿por qué habría de querer prometerme en aquel entonces? Ahora llegan tan lejos como para querer aún que me separe de mi hijo, esto es algo que absolutamente no puedo aceptar”. En ese momento el Fo justamente apareció en frente de ella, y le dijo: “¿Conoces acaso nuestra relación predestinada del pasado? En una vida del pasado, yo cultivaba la vía de pusa, compré contigo flores para ofrecérselas a un fo, tú quisiste hacer un pacto conmigo y juraste que en cada vida seríamos marido y mujer. Yo dije: “Yo he jurado cultivar la vía de pusa, todo lo demás puedo abandonarlo, puedo cederlo, ¿puedes aceptar que haga esto?” En ese momento tú emitiste un voto, seguir al señor en la renuncia, y que de ningún modo serías egoísta ni tendrías remordimientos, y que ambos cultivaríamos la vía sagrada, para buscar la liberación; ¿por qué hoy eres así de tonta y sentimental y no lo abandonas? En ese momento la señora entendió de repente y supo claramente la relación predestinada del pasado, entonces llevó a su amado hijo Rahula y se lo confió al venerable Maudgalyayana, para que lo llevara a abandonar el hogar. El rey Suddodhana en ese momento ordenó a cincuenta hijos de la nobleza que siguieran a su nieto en abandonar el hogar. Después el Fo asignó a Ananda para que afeitara la cabeza a los cincuenta y uno, y a Sariputra para que fuese el maestro para enseñarles las normas. Más tarde todos validaron el fruto sagrado, entre todos los discípulos Rahula era el primero en el camino secreto.

Los discípulos del Fo Aniruddha y Bhadrika, ambos eran hijos atesorados excesivamente por el amor de sus madres. Aniruddha pensaba en abandonar el hogar, así que le pidió permiso a su madre. Su madre de forma resoluta no lo aceptó. Se lo suplicó tres veces, y su madre dijo: “Si la madre de Bhadrika le permite abandonar el hogar, yo también te lo permitiré a ti”. Por consiguiente Aniruddha fue a consultarlo con Bhadrika. Este al principio aún no podía abandonar el sentimentalismo del mundo secular, y Aniruddha le aconsejaba repetidamente. Él dijo: “Déjame un año para que disfrute de felicidad, después abandonaré el hogar, ¿está bien?” Aniruddha pensaba que la vida humana era perecedera, y Fo Fa difícil de escuchar, por lo que le advirtió: “En lugar de pedir un año, reduzcámoslo gradualmente a siete días”, entonces Aniruddha estuvo de acuerdo. Después de siete días, Bhadrika pidió a su madre que le permitiera abandonar el hogar, su madre respondió igual que la madre de Aniruddha, si Aniruddha sale del hogar, yo también te lo permito. Cuando ambas ya aceptaron, los dos abandonaron el hogar al mismo tiempo. Esa noche Bhadrika se encontraba solo bajo un árbol cultivándose, y comenzó a cantar en voz alta: “¡Qué felicidad! ¡Qué felicidad!” El Fo envió a alguien a preguntarle , y él dijo: “Anteriormente cuando estaba en el hogar, vivía rodeado estrictamente de guardaespaldas con espadas, bastones, espadas de doble filo y alabardas, pero en el corazón siempre tenía miedo; ahora vivo solo en la naturaleza, me siento aliviado y sin cansancio, calmado y sin preocupaciones, por eso cantaba ¡qué felicidad!” Más tarde ambos validaron el fruto, Aniruddha fue el primero en cuanto al ojo celestial.

Publicado en Minghui.org el 24 de octubre de 2001

Serie completa: 

Parte 1

Parte 2

Parte 3 y 4

Parte 5

Parte 6

Parte 7

Parte 8 y 9

Parte 10 

Parte 11

Parte 12

Continúa

(Serie de 15 partes)

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