(Minghui.org) Minghui.org informó previamente sobre la tortura sufrida por una trabajadora textil jubilada de 81 años mientras cumplía una condena de 15 meses de prisión por su fe en Falun Gong. Este artículo ofrece información adicional sobre las torturas sufridas en prisión.
La Sra. Wang Guixia, de la ciudad de Jinzhou, provincia de Liaoning, fue arrestada el 25 de septiembre de 2022 y posteriormente puesta en libertad bajo fianza. Fue puesta nuevamente bajo custodia el 1 de febrero de 2024 y se emitió una orden de arresto formal cuatro días después. Su caso se presentó ante la Procuraduría de la ciudad de Linghai el 19 de febrero de 2024 y fue acusada formalmente al día siguiente. El Tribunal de la ciudad de Linghai realizó una audiencia en el Centro de Detención de Mujeres de la ciudad de Jinzhou el 4 de marzo, y semanas después fue condenada a 15 meses de prisión.
La Sra. Wang ingresó en la Primera Prisión de Mujeres de la provincia de Liaoning el 17 de julio de 2024 y al día siguiente fue asignada a la División 12. Esta división estaba diseñada específicamente para torturar a practicantes de Falun Gong y ningún abuso se consideró excesivo.
Abusada en la División 12
El 18 de julio de 2024, la Sra. Wang fue recluida en una celda de aislamiento con las reclusas Zhang Hanwen (la abusadora más activa y brutal), Fan Lili y Xu Liyan, quienes se turnaban para vigilarla. La obligaban a sentarse en un pequeño taburete de plástico desde las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche. Sufría dolor de espalda e hinchazón severa en piernas y pies. En un momento dado, sus tobillos le llegaban al tamaño de las pantorrillas.
Durante la tortura sentada, la Sra. Wang también fue golpeada. Al mediodía del 18 de julio de 2024, las reclusas Zhang y Xu la agarraron de la camisa y la mecieron, golpeándole la cabeza contra el marco metálico de la cama. Un bulto del tamaño de un huevo no desapareció hasta muchos días después.
La Sra. Wang gritó pidiendo ayuda, pero ningún guardia apareció para detener a las reclusas. Se burlaron de ella: "A nadie le importa si mueres. La prisión tiene dos cuotas de muerte al año. ¡No infringimos ninguna ley al torturarte!".
Los guardias luego acusaron a la Sra. Wang de “alterar el orden de la prisión” al gritar pidiendo ayuda.
Durante tres días seguidos, las tres reclusas no permitieron que la Sra. Wang bebiera, comiera ni usar el baño. Solo le dieron cinco minutos para cepillarse los dientes y lavarse. No había colchón y tuvo que dormir en una cama dura con un solo edredón delgado. No le dieron almohada.
Posteriormente, se añadieron algunas reclusas más al grupo que vigilaba a la Sra. Wang a diario. La obligaban a ver, leer y escuchar materiales que difamaban a Falun Gong. También le ordenaron escribir varias declaraciones de renuncia y denuncia contra Falun Gong. Después de tres días, la Sra. Wang, ya octogenaria, no pudo más y escribió las declaraciones de renuncia contra su voluntad. Otras practicantes hicieron lo mismo tras ser torturadas incesantemente. A una de ellas la obligaron a ensuciarse los pantalones.
Después de que la Sra. Wang escribiera las declaraciones, se vio obligada a redactar informes de pensamiento a diario. Estos informes debían difamar a Falun Gong y a su fundador, además de elogiar al régimen comunista.
Los guardias también intentaron determinar qué tan bien se había “transformado” la Sra. Wang grabándola en video mientras respondía las siguientes preguntas:
- Nombre, género, edad, lugar de origen y otros datos personales.
-¿Qué has aprendido desde que ingresaste en prisión?
-¿Quién ha sido más amable contigo aquí?
-¿Qué piensa usted sobre la gestión penitenciaria?
-¿Qué has aprendido del entrenamiento impartido por el capitán del equipo?
-¿Cuales son tus planes después de ser liberada?
- ¿Qué es lo que más deseas hacer después de que te liberen?
- ¿Seguirás practicando el Qigong de culto después de tu liberación?
- ¿Seguirás participando en actividades de culto después de tu liberación?
- ¿Qué harías si alguien te pidiera ayuda para distribuir folletos de Falun Gong?
- ¿Volverás a infringir la ley después de ser liberada?
-¿Qué tipo de persona quieres ser después de tu liberación?
La Sra. Wang se negó a cumplir.
Abuso continuo
El 18 de septiembre de 2024, fue transferida a la División 11, destinada a ancianas y enfermas. Se negó a usar la placa de reclusa o a ponerse de cara a la pared cuando se le ordenó.
En marzo de 2025, la Sra. Wang emitió una declaración solemne para anular las declaraciones que la obligaron a escribir en la División 12. Nuevamente se negó a ser grabada en video a pesar de las amenazas de ser despojada de su derecho a visitas familiares, a la compra de artículos de primera necesidad o a duchas.
Cuando la prisión volvió a negarle las llamadas telefónicas con su familia en abril de 2025, ella protestó, y el guardia Chen Lin le dijo que tenía que aceptar ser grabada en video. Al negarse de nuevo, le negaron las llamadas telefónicas con su familia.
Los guardias intentaron grabarla de nuevo el 13 de abril de 2025, pero no lo lograron. El 19 de abril, retiraron la cama de su celda alegando que había hecho los ejercicios de Falun Gong ese día. No tenía dónde dormir ni siquiera sentarse. Terminó durmiendo en un gran cajón (80x40x20 centímetros) durante una semana entera.
El 25 de abril de 2025, los guardias intentaron al menos cuatro veces grabarla en video. La primera vez se negó a cooperar. La segunda vez, los guardias hicieron que dos reclusas la obligaran a sentarse en una silla de ruedas y la llevaran a una oficina. Su pulso se disparó a 110 latidos por minuto y su presión arterial era demasiado alta, así que se dieron por vencidos. La tercera vez, su frecuencia cardíaca se disparó a 125 latidos por minuto y los guardias temieron que pudiera sufrir una emergencia médica, por lo que la llevaron de vuelta a su celda. Alrededor de las 3:30 de esa tarde, lo intentaron por cuarta vez. Cuando dos reclusas la volvieron a sentar en la silla de ruedas, gritó: "¡Falun Dafa es bueno!". No está claro si los guardias lograron grabarla en video.
Cuando la Sra. Wang finalmente fue liberada en mayo de 2025, estaba demacrada y débil, con las piernas muy hinchadas. Antes alegre y extrovertida, se había vuelto retraída y tímida. Además, sufría de fatiga mental y le costaba concentrarse.
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