(Minghui.org) Dos residentes de la ciudad de Daqing, provincia de Heilongjiang, fueron condenadas recientemente a prisión por su fe en Falun Gong.

La Sra. Cheng Qiaoyun fue condenada a ocho años y la Sra. Du Chunxiang a cuatro años.

Las dos practicantes fueron detenidas el 12 de julio de 2022, durante una redada policial de al menos 135 practicantes de Falun Gong. Además, otros 89 practicantes fueron acosados y 156 sufrieron el saqueo de sus casas.

La operación se produjo ocho días antes del 23.er aniversario de la persecución a la disciplina espiritual por el Partido Comunista Chino, el 20 de julio de 1999. Esta detención masiva fue un intento de obligar a los practicantes objeto de la operación a renunciar a su fe e impedir que se pronunciaran antes del aniversario.

Según un agente de policía, las autoridades habían empezado a seguir y grabar en vídeo a los practicantes desde nueve meses antes de la operación. La fecha de la operación de detención no se anunció hasta una semana antes. Los agentes no facilitaron sus nombres, distritos ni datos de contacto mientras practicaban las detenciones, alegando que esa información era secreto de Estado.

La mayoría de las detenciones se practicaron de madrugada, entre las 5 y las 7 de la mañana, cuando los practicantes estaban en casa. Se confiscaron muchos efectos personales, en particular libros de Falun Gong, fotos del fundador de Falun Gong, ordenadores portátiles, teléfonos móviles y folletos que los practicantes utilizan para crear conciencia sobre la persecución. Estos objetos serían utilizados por la policía como pruebas de cargo a la hora de solicitar penas de prisión contra ellos.

Además de las Sras. Cheng y Fu, otras dos practicantes que fueron objeto de la redada policial, las Sras. Tang Zengye y Li Dongju (enlace en inglés), también han sido condenadas a 2,5 y 5,5 años respectivamente.

Persecución a la que fue sometida la Sra. Cheng en el pasado

La Sra. Cheng, de unos 63 años, era una profesional de la gestión inmobiliaria. El 22 de julio de 1999, dos días después de que comenzara la persecución, acudió al gobierno provincial de Heilongjiang para apelar en favor de Falun Gong, pero fue detenida y encarcelada durante varias horas. En octubre de 1999, su lugar de trabajo la sometió a una sesión de lavado de cerebro durante 28 días. Su aumento de sueldo previsto para finales de año fue cancelado.

Fue detenida de nuevo cuando acudió a Beijing a apelar por Falun Gong el 28 de febrero de 2000. La retuvieron en una jaula metálica y la llevaron de vuelta a Daqing. Fue puesta en libertad después de un mes en el Centro de Detención de la ciudad de Daqing.

La Sra. Cheng acudió al gobierno provincial para apelar por segunda vez en junio de 2000 y fue extorsionada con 4.000 yuanes (604 dólares). Días después, el 18 de junio, su lugar de trabajo y la policía le ordenaron que escribiera una declaración para renunciar a Falun Gong. Como se negó a obedecer, la retuvieron en otra sesión de lavado de cerebro durante tres meses y la obligaron a pagar 1.975 yuanes por la comida y la "reeducación".

Como las autoridades también seguían presionando a su marido, este no pudo soportar la persecución y se divorció.

La Sra. Cheng viajó a Beijing para apelar una vez más en diciembre de 2000. Como se negó a revelar su nombre, la policía la trasladó al Centro de Detención del Condado de Jianping, en la provincia de Liaoning, donde permaneció recluida casi dos meses. Hizo una huelga de hambre para protestar y le administraron sustancias a la fuerza. Su familia fue extorsionada con 1.700 yuanes (256,7 dólares) antes de que se les permitiera llevarla a casa.

Su lugar de trabajo le retuvo el salario entre febrero y noviembre de 2000 y aun así intentaron extorsionarla con 7.500 yuanes (1.132 dólares). En diciembre de 2000, cuando estaba previsto que recibiera una indemnización global (pago a los empleados que aceptan jubilarse anticipadamente), el secretario del Partido en el lugar de trabajo, Miao Hongcai, le exigió que primero hiciera un depósito de 20.000 yuanes (3.020 dólares).

También se le retuvo el pago de su fondo de previsión (fondo patrocinado por el empleador que puede ser utilizado por los empleados para comprar casas, y cuyo saldo restante se entrega a los empleados al término de la relación laboral) en abril de 2001, y en su lugar se le ordenó pagar 5.200 yuanes (785,2 dólares) como coste del viaje de los miembros del personal de su lugar de trabajo a Beijing para llevarla de vuelta después de su otro viaje allí para apelar.

Apenas un mes después, la Sra. Cheng y varios practicantes se desplazaron al campo para crear conciencia sobre la persecución a Falun Gong. Fueron detenidos y recluidos en el Centro de Detención de la ciudad de Daqing durante más de 30 días. Cuando hizo una huelga de hambre para protestar por la persecución, los guardias la alimentaron a la fuerza, de una vez cada tres días, a una vez cada día, y luego dos veces al día. Al cabo de 26 días de tortura, estaba demacrada y al borde de la muerte. Temiendo que muriera en el centro de detención, los guardias ordenaron a su familia que se la llevaran.

La policía intentó detenerla de nuevo pocos días después de que regresara a casa. Aunque se vio obligada a vivir fuera de casa, la detuvieron en la vivienda que había alquilado poco después. Los agentes la golpearon durante el interrogatorio. Más tarde fue condenada a dos años en la Prisión de Mujeres de la provincia de Heilongjiang y recluida frecuentemente en régimen de aislamiento por no renunciar a Falun Gong.

Cuando terminó su condena, el 27 de mayo de 2004, las autoridades la reubicaron entre el centro de lavado de cerebro, el calabozo y el centro de rehabilitación de drogodependientes. Permaneció recluida en régimen de aislamiento. En una ocasión, los guardias la ataron tan fuerte que perdió la sensibilidad en las extremidades.

En otra tortura, el guardia la esposó a una silla, tirando de sus pies hacia los grilletes fijados en la silla y también le esposó los brazos a la espalda. Sentía que le desgarraban el cuerpo, temblaba y se sentía asfixiada por el dolor. Cuando la bajaron de la silla, era incapaz de moverse.

La tortura le hizo perder todos los sentidos y no sentía hambre, aunque no comiera. Posteriormente fue liberada al borde de la muerte.

Persecución a la Sra. Du en el pasado

La Sra. Du, de unos 65 años, trabajaba en el Instituto de Investigación de Perforaciones de Daqing. Sufría cáncer de mama, que le llevó a la mastectomía del pecho izquierdo. También luchaba contra la cistitis, la uretritis y la erosión uterina. Solo un mes después de abrazar Falun Gong, en marzo de 1997, se recuperó por completo y se canceló la operación programada para extirparle el pecho derecho.

Por defender su fe durante la persecución, fue detenida cuatro veces y condenada dos veces a prisión. Desarrolló tuberculosis e hipertensión, y quedó incapacitada debido a las torturas sufridas en prisión.

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