(Minghui.org) Los practicantes organizaron un evento en la Plaza de Callao, en el centro de Madrid, el 28 de septiembre de 2022. Acuden allí cada fin de semana para contarle a la gente cómo Falun Dafa es perseguido en China y recabar firmas en una petición para ayudar a ponerle fin.

Los practicantes recopilan firmas para ayudar a poner fin a la persecución contra Falun Dafa. Muchas personas leyeron los paneles y hablaron con los practicantes.

La gente firma la petición.

La plaza de Callao está situada junto a la Gran Vía, la calle más famosa de Madrid, donde se encuentran muchos comercios y teatros. La calle se cruza con muchas calles y siempre está abarrotada de gente.

Muchas personas se detuvieron frente al puesto de los practicantes. Leyeron los carteles y los folletos de aclaración de la verdad y firmaron la petición de apoyo a los esfuerzos de los practicantes para poner fin a la persecución. Algunos preguntaban: "¿Qué puedo hacer para ayudar?", mientras otros ayudaban a distribuir folletos de aclaración de la verdad. Muchos turistas se interesaron por conocer Falun Dafa mientras los practicantes realizaban pacíficamente los ejercicios rodeados de la bulliciosa metrópolis. Se detenían y observaban a los practicantes. Algunos hicieron fotos o grabaron en vídeo a los practicantes.

Sabrina y Stefani esperaban que sus firmas pudieran ayudar a poner fin a la persecución.

Sabrina y Stefani, dos estudiantes universitarias de Madrid, dijeron que se sintieron atraídas por la melodiosa música mientras los practicantes hacían los ejercicios. Quedaron consternadas al conocer los detalles de la persecución en China y se preguntaron cómo podían producirse actos tan brutales y bárbaros en la civilizada sociedad actual. Esperaban que sus firmas contribuyeran a poner fin a la persecución y a hacer justicia.

Dos jóvenes ayudaron a distribuir material para aclarar la verdad.

Dos jóvenes pasaron por el puesto de los practicantes y se quedaron estupefactos al ver las fotos en los paneles informativos. Firmaron inmediatamente la petición y preguntaron: "¿Qué más podemos hacer para ayudaros?". Con el consentimiento de los practicantes, empezaron a distribuir folletos y a hablar a la gente de la persecución.

Un hombre de mediana edad dijo que había oído hablar de la persecución a Falun Dafa por el PCCh, pero que no sabía nada de la sustracción forzada de órganos a personas vivas. Después de firmar la petición, pidió a los practicantes más folletos de aclaración de la verdad y dijo: "Quiero distribuir estos materiales a algunos de mis socios comerciales. La gente debe conocer los 24 años de genocidio del PCCh. Es hora de exponer la naturaleza malvada del PCCh".

Un residente local de Madrid dijo: "Este es mi segundo encuentro con Falun Dafa. Todavía tengo colgado en mi casa el pequeño loto que recibí hace varios años". Y añadió: "¡Hay que poner fin a esta persecución! Los practicantes están haciendo un gran trabajo. ¡Siempre os apoyaré! Os deseo lo mejor".

Al caer la noche, muchas personas siguieron pasando por el puesto de los practicantes. Se interesaron por Falun Dafa y firmaron la petición para mostrar su apoyo.

Una joven pareja se quedó mirando los carteles durante largo rato. La joven dijo: "¿Cómo se puede perseguir a una buena persona que tiene fe? Gracias por hablarnos de esto. Haré todo lo que pueda para hablar a la gente de Falun Dafa. Es responsabilidad de todos contárselo a los demás".

Dos chicas jóvenes se pararon frente a los carteles y tomaron fotos de los practicantes perseguidos y sometidos a la sustracción forzada de órganos mientras están vivos. Estaban consternadas por la persecución. Firmaron la petición y una de ellas dijo: "No puedo creer que algo tan terrible esté ocurriendo en este mundo. Espero que la injusticia cometida contra estos practicantes termine pronto".

Un turista chino explicó que su abuelo fue perseguido por el PCCh, por lo que sabía que el régimen es malvado. Dijo que no se afilió al Partido ni a la Liga Juvenil, "pero sí a los Jóvenes Pioneros cuando estaba en la escuela primaria". Les dijo a los practicantes su apellido y les pidió que le ayudaran a renunciar a los Jóvenes Pioneros utilizando un seudónimo.

Una mujer de Brasil se acercó a al puesto cuando la actividad estaba a punto de terminar. Firmó la petición en cuanto conoció la verdad sobre Falun Dafa. Se le llenaron los ojos de lágrimas al ver las imágenes de los practicantes perseguidos. "Espero que esta persecución termine pronto", exclamó.