(Minghui.org) La pandemia de COVID-19 ha hecho estragos en todo el mundo desde que estalló por primera vez a finales de 2019. A pesar de las diversas medidas para combatir la enfermedad, los nuevos casos siguen creciendo, incluso después de que muchas personas se hayan vacunado y reforzado completamente contra el virus. Nuevas variantes como Ómicron parecen evadir la protección de las vacunas y continúan infectando a las personas.

Este artículo pretende debatir si existen soluciones alternativas para frenar la pandemia.

(Continuación de la Parte 1)

Efecto en la población anciana y en estado crítico

Se dice que, aunque las vacunas contra el COVID-19 tienen efectos limitados en las nuevas variantes, disminuyen el riesgo de enfermar gravemente y reducen la tasa de mortalidad. Por ello, muchos gobiernos han ampliado la vacunación a los ancianos e incluso a los bebés.

En la página web de los CDC de EE. UU. se dice que "los adultos de 65 años o más totalmente vacunados tienen un 94% menos de probabilidades de ser hospitalizados por COVID-19". Pero la situación real puede no ser tan sencilla por un par de razones.

En primer lugar, para evitar el sesgo en los ensayos clínicos, se suele realizar un estudio a doble ciego en el que ni los participantes ni los investigadores saben quién recibe el tratamiento activo (como la vacunación) o el placebo. Sin embargo, en el caso de COVID-19, la mayoría de los datos proceden de población anciana hospitalizada e infectada, por lo que es difícil descartar el sesgo.

En segundo lugar, las personas, especialmente los ancianos, con ciertas condiciones médicas no eran aptas para la vacunación. En otras palabras, la población anciana vacunada puede estar más sana en general que su contraparte. Cuando un anciano no vacunado muere de COVID, es difícil saber si la muerte se debe a una condición médica preexistente o a la falta de protección de la vacuna. Por lo tanto, además del diseño del estudio doble ciego, se necesitan grupos de control adecuados para producir resultados significativos. Estos grupos incluirían: vacunados sanos, no vacunados sanos, vacunados no sanos y no vacunados no sanos.

En tercer lugar, la vacunación no parece tener un efecto lineal en la reducción del riesgo de hospitalización. Más vacunación no es necesariamente mejor. Un estudio publicado en Eurosurveillance en marzo de 2022 mostró un efecto limitado de las vacunas de refuerzo contra la variante Omicron BA.1 y BA.2. Entre los 16.068 participantes del estudio infectados con BA.1, 3.332 personas recibieron cero o una dosis de la vacuna y 104 de ellas (3,1%) fueron hospitalizadas, 10.557 personas recibieron dos dosis y 155 de ellas (1,5%) fueron hospitalizadas, y 2.179 personas recibieron tres dosis y 86 de ellas (3,9%) fueron hospitalizadas.

Entre los 2.613 participantes en el estudio infectados con BA.2, 606 personas recibieron cero o una dosis de la vacuna y 27 de ellas (4,5%) fueron hospitalizadas, 1.525 personas recibieron dos dosis y 28 de ellas (1,8%) fueron hospitalizadas, y 482 personas recibieron tres dosis y 23 de ellas (4,8%) fueron hospitalizadas.

Los datos anteriores indican que, si bien las dos dosis parecen haber reducido la hospitalización de los participantes en el estudio, el régimen de tres dosis se asoció con una tasa de hospitalización más alta que el tratamiento de cero o una dosis.

"Transmission of SARS-CoV-2 Omicron VOC subvariants BA.1 and BA.2: Evidence from Danish Households" (Transmisión de las subvariantes BA.1 y BA.2 del SARS-CoV-2: evidencia de los hogares daneses), un artículo de la Universidad de Copenhague de enero de 2022, mostró una mayor susceptibilidad a la infección con Omicron BA.2 en comparación con la subvariante A.1. El artículo también afirmaba que BA.2 "posee propiedades inmuno-evasivas que reducen aún más el efecto protector de la vacunación contra la infección".

Suecia es uno de los pocos países que nunca ha impuesto un bloqueo obligatorio. Los datos muestran que la tasa de infección de su población fue inferior a la de los países que impusieron cierres estrictos, como Italia, Reino Unido, España y Bélgica, entre otros. Además, los casos de COVID-19 se redujeron considerablemente después de que los países eliminaran casi todas las restricciones relacionadas con la pandemia el 9 de febrero, desde los horarios de apertura de los restaurantes hasta los límites de asistencia a locales cerrados.

La importancia de ser buenos

"En cualquier esfuerzo por entender lo que está por venir, así como lo que subyace, el papel de las enfermedades infecciosas no se puede dejar fuera de consideración", escribió el historiador William H. McNeill en Plagues and Peoples. "Las enfermedades infecciosas, que son anteriores a la aparición de la humanidad, durarán tanto como la propia humanidad, y seguramente seguirán siendo, como hasta ahora, uno de los parámetros y determinantes fundamentales de la historia humana", explicó.

Según la cultura tradicional china, existe armonía entre el Cielo, la Tierra y la humanidad. La degeneración moral traería consigo desastres naturales y plagas. Cuando eso ocurriera, las personas que apreciaran la virtud podrían salvarse.

Siku Quanshu (Biblioteca reunida de los Cuatro Tesoros) documentó una historia de Xu, un magistrado de Gaozhou en la dinastía Ming. Tanto su abuela como su madrastra estaban gravemente enfermas, y muchos otros miembros de la familia también estaban infectados. Al ver esta situación, todos sus parientes y vecinos se alejaron para evitar el contagio. Pero Xu se quedó y cuidó de su abuela y su madrastra. Ambas se recuperaron más tarde y Xu estuvo siempre sano, como si la enfermedad no tuviera nada que ver con él.

Mai You Ji, una colección de cuentos de la dinastía Qing, contiene una historia de Wang Yuxi. Wang era un erudito y estudiaba con Chen Junshan. Después de que estallara una plaga, toda la familia de Chen murió y nadie se atrevió a ir. "¿Cómo pude dejar que esto sucediera sin hacer nada?", dijo Wang. Entonces entró y colocó todos los cuerpos en ataúdes. También encontró un bebé y, con la ayuda de un médico, lo rescató. Wang también estaba bien.

Lucia DeClerck, una mujer de 106 años de Nueva Jersey, sobrevivió tanto a la gripe española de 1918 como al COVID-19. Cuando le preguntaron cómo había podido vivir tanto tiempo, DeClerck respondió: "No tengo ningún secreto... Lo único que hago es rezar, rezar y rezar. Y no comer comida basura".

Milagros modernos

Hay un dicho que dice que cuando Dios cierra una ventana, abre una puerta en otro lugar. Estas historias nos dan una pista de cómo sobrevivir a tiempos difíciles como las plagas.

Osnat Gad, una empresaria de 73 años de Long Island, en Nueva York, también experimentó una historia similar. En marzo de 2020, enfermó y le diagnosticaron COVID-19. Una de sus amigas le habló de Falun Dafa y le contó cómo sus practicantes se habían beneficiado de la práctica. Siguiendo su consejo, Gad comenzó a recitar "Falun Dafa es bueno", así como "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Después se recuperó rápidamente.

A Zhu Ruigang, un chino que vive en Toronto, se le detectó la variante británica del Coronavirus (B.1.1.7) el 15 de marzo de 2021. Con fiebre y dificultad para respirar, recordó el Falun Dafa que solía practicar en la China continental, pero que luego dejó de hacer debido a la persecución. Después de empezar a hacer los ejercicios de nuevo, también se recuperó en pocos días.

Otro incidente ocurrió con Silke Wagner, una inspectora de seguridad del aeropuerto de Múnich (Alemania). Tras ser diagnosticada con la variante Delta del coronavirus en noviembre de 2021, tuvo una fiebre de 41ºC y se encontraba indefensa como un bebé. Su marido, que había practicado Falun Dafa durante más de 10 años, le recomendó que recitara las palabras "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Recitando estas frases y haciendo ejercicios de Falun Dafa, Wagner recuperó pronto la salud.

Estos son solo algunos ejemplos de cómo la bondad y tener fe en ella puede traer bendiciones. En un mundo de incertidumbres, mantener esto en nuestra mente nos llevará a la salud y la seguridad.

(Fin)

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