Una mujer de Mongolia Interior se enfrenta a una devastadora persecución económica tras haber cumplido 14 años por su fe

(Minghui.org) Después de haber cumplido dos condenas en campos de trabajo y dos condenas en prisión por un total de 14 años, la Sra. Li Yufen, de 60 años, se enfrenta ahora a otra forma de persecución por su fe en Falun Gong: la privación de su pensión.

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

La Sra. Li, de la ciudad de Chifeng (Mongolia Interior), empezó a practicar Falun Gong en julio de 1997. Antes de eso, luchaba contra un cáncer de útero, ya que el tumor había alcanzado el tamaño de un huevo de pato. Aunque seguía trabajando, tenía que hacer una pausa después del trabajo todos los días para poder ponerse a cocinar. A los pocos meses de practicar Falun Gong, el tumor se eliminó por sí solo y desde entonces se mantiene sana.

Por contar su asombrosa recuperación, la Sra. Li fue arrestada en julio de 2001. Su casa también fue saqueada. Fue recluida en el Centro de Detención de la Bandera Izquierda de Bahrein y, dos meses más tarde, se le asignaron dos años en el Campo de Trabajo Forzado para Mujeres de Tumuji.

En el campo de trabajo Forzado, los guardias obligaron a la Sra. Li a dormir en su oficina para aislarla de las demás practicantes y vigilarla las 24 horas del día. En una ocasión, dos guardias la golpearon por todo el cuerpo hasta que se agotaron. Tras un breve descanso, volvieron a golpearla y le provocaron una hinchazón y un hematoma en la cara. La hinchazón tardó mucho en remitir.

Tras un mes de aislamiento, los guardias empezaron a obligar a la Sra. Li a trabajar más de diez horas al día sin remuneración, incluyendo algunos trabajos muy intensos.

La persecución a la Sra. Li supuso un duro golpe para sus padres, que se preocupaban constantemente por ella. Fallecieron uno tras otro, sin verla por última vez.

Tras su siguiente detención, el 6 de abril de 2006, la Sra. Li pasó otros dos años en el Campo de Trabajos Forzados para Mujeres de Hohhot. Su marido se divorció durante su detención. Cuando fue liberada el 3 de enero de 2008, se encontró sin hogar al que regresar y tuvo que alojarse en un hotel durante seis meses.

La Sra. Li fue detenida de nuevo el 26 de octubre de 2009 y condenada a cuatro años en la Primera Prisión de Mujeres de Hohhot.

Su última detención tuvo lugar el 13 de julio de 2014, tras ser denunciada por hablar con la gente sobre Falun Gong y la persecución. Compareció ante el Tribunal de la Bandera Izquierda de Bairin el 25 de noviembre de 2014 y fue condenada a seis años de prisión. Las autoridades la trasladaron a la Primera Prisión de Mujeres de Hohhot en marzo de 2015 sin notificar a su familia.

Nada más llegar a la prisión, las reclusas la desnudaron para registrarla. Le arrebataron el acta de acusación y la carta de apelación y nunca se los devolvieron.

La Sra. Li trabajaba en una fábrica de pintura local. En marzo de 2013, dos meses antes de su edad legal de jubilación, pidió un préstamo de 67.000 yuanes para ponerse al día con su contribución a la pensión y así cumplir con la contribución mínima requerida para la distribución de la pensión. Comenzó a recibir su pensión el 5 de mayo de 2013.

A partir de noviembre de 2015, cuando todavía estaba cumpliendo condena, la Oficina de Seguridad Social de Bahrein Left Banner (SSB) comenzó a suspender su pensión. Cuando fue puesta en libertad en julio de 2020, la SSB también le ordenó devolver la pensión que había recibido durante su encarcelamiento, entre su detención en julio de 2014 y la fecha de inicio de la suspensión en noviembre de 2015.

Además, el SSB le devolvió la cotización a la pensión que realizó durante su primer cuatrienio de prisión, alegando que esos cuatro años ya no se computarían en sus años de servicio. Afirmaron que solo reanudarían su pensión con un nuevo cálculo y después de que ella devolviera las prestaciones emitidas durante su encarcelamiento.

Según la Constitución china, la Ley del Trabajo y la Ley de Seguridad Social, nunca se debería haber ordenado a la Sra. Li que devolviera la pensión recibida durante su encarcelamiento. El artículo 44 de la Constitución establece que "el Estado aplica el sistema de jubilación a los trabajadores y miembros del personal de las empresas e instituciones y a los funcionarios de los órganos del Estado de acuerdo con la ley. El sustento de los jubilados está garantizado por el Estado y la sociedad".

Además, el artículo 72 de la Ley Laboral dice: "El empleador y los trabajadores individuales participarán en el seguro social de acuerdo con la ley y pagarán los costes del seguro social". El artículo 73 de la Ley del Trabajo dice: "Las condiciones y normas sobre la elegibilidad de los trabajadores para el tratamiento de la seguridad social se estipularán mediante leyes y reglamentos. Los fondos de la seguridad social para los trabajadores se pagarán a tiempo y en su totalidad".

Esto demuestra que los beneficios de las pensiones solo pueden ser especificados por las leyes y reglamentos pertinentes y que ninguna política emitida por los gobiernos u organismos locales podría anularlos. Además, el importe de la pensión debe pagarse íntegramente sin deducción alguna.

Además, el artículo 10 de la Ley de Seguridad Social dice: "Cada trabajador se inscribirá en el sistema de seguro básico de vejez; y el empresario y el trabajador cotizarán conjuntamente al seguro básico de vejez". El artículo 16 aclara que "el afiliado al seguro básico de vejez recibirá la pensión básica de vejez con carácter mensual si el tiempo acumulado de cotización del afiliado no es inferior a quince años al alcanzar la edad legal de jubilación. Si la duración acumulada del pago de las cotizaciones de un afiliado al seguro básico de vejez es inferior a quince años al cumplir la edad legal de jubilación, el afiliado podrá percibir el seguro básico de vejez con carácter mensual una vez que complete el pago de las cotizaciones hasta alcanzar los quince años exigidos".

En resumen, ninguna de las leyes citadas anteriormente prohíbe recibir una pensión siempre que se cumplan los requisitos de jubilación.

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