(Minghui.org) Según un informe publicado en diciembre de 2005 por el Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en China, entre los 140 millones de población flotante [población rural que emigró a las ciudades en busca de trabajo] había unos 20 millones de niños de 6 a 14 años. Una décima parte de estos niños no tenía acceso a la educación. Un funcionario de la ONU señaló que la inversión de China en educación era incluso inferior a la de Uganda.

Esto demuestra la calamitosa situación del sistema educativo en China, que se deterioró durante el mandato de Jiang, el exlíder del Partido Comunista Chino (PCCh) recientemente fallecido el 30 de noviembre.

La tradición de valorar la educación

A lo largo de la historia, la gente ha valorado la educación. Confucio creía que disciplinar sin educación y orientación significaba hostigar. El emperador Taizong de la dinastía Tang dijo: "Desde la antigüedad, todos los sabios y reyes tienen maestros. ¿Cómo podría la gente saber cómo comportarse sin educación?". Además de promover la educación en la corte real, él también estableció escuelas en el territorio, donde los eruditos enseñaban rituales, modales y conocimientos a la gente corriente. Como resultado, la sociedad, en general, era respetuosa y se preservaba la virtud.

Kang Xi, emperador de la dinastía Qing, siguió su ejemplo. Cuando inspeccionaba Jidian (en la actual provincia de Hebei), le dijo al gobernador Zhao Hongxie que la vida de la gente era mejor que antes. "Pero poca gente lee libros y tiene que ver con las costumbres locales", afirmó. "Será mejor que creemos escuelas gratuitas en las zonas rurales y animemos a la gente a aprender a leer y escribir". Tras un gran terremoto, reflexionó sobre su política. A raíz de ello, tomó medidas para mejorar la vida de la gente y promover la educación gratuita.

Cuando la educación se transforma en un negocio

Pero la tradición de valorar la educación ha disminuido gradualmente con el tiempo. En 1998, Jiang Zemin nombró a Chen Zhili como ministro de Educación. Sin experiencia en educación, Chen siguió las instrucciones de Jiang e inició la mercantilización de la educación, que pronto sumió al sistema educativo en una crisis.

Las matrículas universitarias aumentaron bruscamente hasta superar los 5.000 yuanes (unos USD 700) en 2000. En aquella época, la renta per cápita disponible de los hogares urbanos era de solo 5.845 yuanes y de 2.210 en el campo. El alto coste hacía que muchas familias no pudieran permitirse una educación universitaria. Algunos padres de zonas rurales tuvieron que vender sangre para pagar la matrícula.

Durante el mandato de Chen se destinó presupuesto a la educación e incluso se aumentó. Pero el dinero no se utilizó para subvencionar el coste de las matrículas y muchos estudiantes perdieron así la oportunidad de asistir a la universidad por dificultades económicas. Li Jinhua, auditor general de la Oficina Nacional de Auditoría, indicó en el presupuesto de 2003 que 2.466 millones de yuanes (unos 354 millones de dólares) del Ministerio de Educación destinados a subvencionar los costes educativos a nivel local habían sido reclasificados como presupuesto central. Por tanto, los gobiernos locales carecían de supervisión sobre el uso de este fondo.

Incitación al odio

Han Yu, un renombrado erudito de la dinastía Song, dijo que el papel de un maestro es "explicar los principios (Tao), enseñar el conocimiento y aclarar la confusión". Sin embargo, en los 23 años de persecución contra Falun Gong, lo que ha hecho el Ministerio de Educación es totalmente lo contrario.

Falun Gong es un sistema de meditación pacífica basado en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Después de que Jiang comenzara a perseguirlo en julio de 1999, Chen y el Ministerio de Educación se apresuraron a difundir propaganda calumniosa contra Falun Gong. Especialmente después del incidente de la farsa de la autoinmolación en la plaza de Tiananmén, que tuvo lugar el 23 de enero de 2001, Chen emitió una orden una semana después, el 1 de febrero, instando a todas las escuelas de China a lanzar campañas para condenar a Falun Gong.

Se puso en marcha una campaña de recolección de un millón de firmas entre los estudiantes. Numerosas mentes jóvenes han sido envenenadas y engañadas para que odien a Falun Gong. Alrededor de 8 millones de jóvenes de unas 1.000 comunidades de 100 ciudades firmaron para desprestigiar a Falun Gong y participaron en diversas actividades anti-Falun Gong. Distribuyeron más de 10 millones de copias de materiales y colocaron más de 500.000 carteles en unos 200 actos.

También, en febrero de 2001, jóvenes de más de 1.500 comunidades lanzaron campañas y recogieron firmas de 12 millones de residentes para oponerse a Falun Gong. Además, Chen ordenó a las universidades que criticaran a Falun Gong de diversas formas. Asimismo, exigió a las universidades que proporcionaran apoyo técnico para censurar y bloquear la información relacionada con Falun Gong.

Bajo la directiva de Chen, se escribió propaganda difamatoria contra Falun Gong en los libros de texto y en los exámenes, incluso en los exámenes de acceso a la educación superior. En las directrices de admisión utilizadas por las escuelas, también había normas según las cuales los practicantes de Falun Gong no podían presentarse a los exámenes de ingreso o no estaban cualificados para matricularse.

Las instituciones de enseñanza superior también se convirtieron en lugares de persecución del profesorado, del personal y de los estudiantes que practicaban Falun Gong. Desde 1999, solo en la Universidad de Tsinghua, más de 300 profesores, instructores, estudiantes de posgrado y estudiantes universitarios han sido detenidos por su fe en Falun Gong. Entre ellos, muchos fueron despedidos o expulsados por la escuela e incluso enviados a campos de trabajo.

Según la información recogida por Minghui, al menos 72 profesores, empleados y estudiantes de toda China perdieron la vida a causa de la persecución. La más joven fue Chen Ying, de 17 años, del instituto Shuren de la ciudad de Jiamusi, provincia de Heilongjiang. El mayor fue el Sr. Zhou Jingsen, profesor de 68 años de la Escuela de Administración de Harbin (actualmente parte del Instituto de Tecnología de Harbin, en la provincia de Heilongjiang).

Debido a su lealtad a Jiang, Chen fue ascendida a Consejera de Estado en 2003. Durante una visita a Tanzania en julio de 2004, se le notificó una demanda interpuesta contra ella por practicantes de Falun Gong por causar torturas y asesinatos de practicantes en el sistema educativo chino. Chen fue citada a comparecer ante el tribunal y fue también la primera funcionaria que compareció por su papel en la persecución a Falun Gong.

Una ciénaga de inmoralidad

Debido al sistema educativo manipulado por el dinero y a la supresión de valores tradicionales como los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia de Falun Gong, la calidad de la educación se deterioró drásticamente en China. Un artículo del Shenzhen Daily de 2002 reveló que al menos 500.000 personas utilizaban diplomas falsos. "En una hora, y por unos 38 dólares, se puede obtener un título universitario falso en China", afirmaba un artículo de la UNESCO de 2009.

Algunos estiman que hoy en día entre el 5 y el 10% de los diplomas en China son falsos. Además de los diplomas, también hay otro tipo de servicios. Los escritores fantasma a sueldo pueden ayudar a escribir tesis de licenciatura, disertaciones de posgrado, trabajos de investigación y otra documentación necesaria.

La enseñanza, una profesión antaño muy respetada, está ahora gravemente contaminada. Las autoridades de la ciudad de Nantong, en la provincia de Jiangsu, declararon culpables de mala conducta a 85 directores de escuela entre 2007 y 2009. En conjunto, aceptaron un soborno de más de 30 millones de yuanes (unos USD 4.3 millones).

Además de la polarización y los sobornos, en muchas escuelas también se produjeron agresiones sexuales contra alumnos, incluidos menores. Se descubrió que algunos profesores y directores eran pedófilos. Por ejemplo, una alumna de tercer curso de la provincia de Shandong fue violada por su profesor en abril de 2016. Solo tenía 10 años. Algunas víctimas también quedaron embarazadas tras ser violadas. Hubo un profesor que mató a una alumna cuando esta se negó resueltamente a ser violada.

La esperanza para nuestra sociedad

Durante las numerosas campañas políticas de las últimas décadas, el PCCh ha matado vidas inocentes, ha destruido la cultura tradicional china y ha reprimido el movimiento democrático. También ha corrompido el sistema educativo mientras incitaba al odio contra los valores tradicionales, como los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia de Falun Gong.

Las consecuencias son graves porque, sin un sistema educativo y unas normas morales confiables, la sociedad china se dirigirá hacia un camino sin retorno. Muchos ciudadanos chinos también están preocupados. Después de que el Ministerio de Educación publicara el "Código de conducta para asesores de posgrado" en 2020, muchos se sorprendieron al ver que uno de los requisitos es "no al acoso sexual contra estudiantes de posgrado." Un internauta escribió: "Es irónico que unas normas morales tan básicas se hayan convertido en un código de conducta para los asesores de posgrado". Otro respondió: "El PCCh es ateo y no cree en la retribución causa-efecto. Así que no sirve de nada por larga que sea la lista del código de conducta".

Jiang Zemin ha muerto y es hora de reflexionar sobre cómo su mandato, así como el de Chen Zhili, han afectado al sistema educativo chino. Aprendiendo de las lecciones, podemos rechazar al PCCh y abrazar los valores tradicionales y el bien común para volver al camino correcto.