(Minghui.org) Las autoridades chinas anunciaron el 30 de noviembre que Jiang Zemin había muerto.
Hay un dicho chino que narra que “el bien se recompensa con el bien y el mal se encuentra con el mal”. Basado en lo que Jiang había hecho en su vida, incluyendo su persecución a los practicantes de Falun Gong por su creencia en Verdad-Benevolencia-Tolerancia, muchos creen que será castigado en el Infierno Avici (el peor nivel del Infierno en el budismo) con un dolor interminable. Esto es lo que más temía: que lo responsabilicen por reprimir a Falun Gong y que lo envíen al infierno.
Intentos de evitar las consecuencias
Jiang era muy supersticioso. Para asegurar su posición y prolongar su mandato, mandó hacer tres cosas basándose en las teorías del feng shui: añadir agua a Baiyangdian (un lago situado en la cercana provincia de Hebei), aumentar la altura del mástil de la bandera en la plaza de Tiananmen y apartar la pequeña colina del parque Tiantan (el Templo del Cielo).
Cuando comenzó la persecución a Falun Gong en julio de 1999, Jiang prometió erradicar la práctica en tres meses. Eso no sucedió y, en cambio, la brutalidad de la persecución desencadenó la ira pública hacia el régimen. Consciente de que perseguir a Falun Gong era un pecado, Jiang adoró a Ksitigarbha Bodhisattva en busca de protección. Según un reportaje de una revista de Hong Kong en 2001, Jiang le pidió a su esposa Wang Yeping que le prestara un ejemplar del del Sutra de Ksitigarbha, y Jiang luego lo copió a mano en casa.
Después de que Jiang fuera demandado en varios países (Estados Unidos, Bélgica, España, Taiwán) en 2003 por perseguir a Falun Gong, envió representantes a contactar con un grupo de Falun Gong en el extranjero a través de canales privados, con la esperanza de negociar un acuerdo. Según The Real Story of Jiang Zemin, publicado en 2005, Jiang no estaba realmente arrepentido de su política de persecución. Más bien, ofreció matar a un gran número de agentes de la Oficina 610, policías y guardias de prisiones y campos de trabajo para que se retiraran esas demandas. Una situación similar ocurrió tras la Revolución Cultural, cuando el régimen comunista ejecutó a algunos funcionarios para calmar la ira pública. Dado que Jiang fue el iniciador de la persecución, el grupo Falun Gong declinó la oferta.
Jiang también acudió en secreto al templo Zhantanlin de la montaña Jiuhua, en la provincia de Anhui, el 5 de junio de 2004, para rendir culto al Bodhisattva Ksitigarbha. Según los medios de comunicación chinos de ultramar, la noche anterior Jiang tuvo un sueño en el que era torturado en el Infierno Avici. Después de arrojar allí a personas con pecados, "los guardias utilizaban clavos de hierro al rojo vivo para clavar en cientos de huesos, de donde salían llamas que quemaban todo el cuerpo. También se torturaba en la montaña de nieve, donde el viento helado soplaba con fuerza hasta agrietar la piel y la carne. Además, uno podría ser arrojado desde lo alto sobre árboles de cuchillos y espadas, donde todo el cuerpo quedaba hecho pedazos”, señala el informe de los medios. “Uno preferiría morir en ese momento, pero eso no es posible. Además, este tipo de castigo sucede una y otra vez sin parar. Es extremadamente aterrador”.
Jiang no tenía ningún respeto por la vida humana: De la masacre de Tiananmen al SRAS
Jiang tenía un historial de abusos contra los derechos humanos y la persecución fue su último y el pecado más aterrador. Gracias a la supresión de The World Economic Herald, ascendió a la posición más alta en 1989. Durante una conferencia de prensa en Beijing en 1990, una reportera extranjera preguntó por una estudiante universitaria. Tras ser detenida en el movimiento democrático de 1989, la estudiante universitaria fue enviada a una granja para ser reformada a través del trabajo (laogai), donde fue violada en grupo por varios policías. Cuando se le preguntó sobre su postura ante este incidente, Jiang respondió: “¡Ella era una mafiosa y se lo merecía [la violación en grupo]!”.
Para expandir su influencia y mantener la persecución a Falun Gong, Jiang incorporó a sus seguidores, Luo Gan y Zeng Qinghong, al Comité Permanente del Politburó durante el 16º Congreso Nacional del PCCh, celebrado en 2002. Además de mantener el poder militar después de su dimisión, Jiang también ayudó a Zhou Yongkang a convertirse en ministro de la Seguridad Pública y vicesecretario del Comité de Asuntos Políticos y Legales (PLAC).
Inmediatamente después del 16º Congreso Nacional del PCCh, el primer caso de SARS surgió en la provincia de Guangdong, el 16 de noviembre de 2002. Había dos grupos de opiniones entre los altos funcionarios del PCCh. Uno era informar al público, para que los ciudadanos comunes pudieran estar preparados. Pero Jiang descartó eso e insistió en que valía la pena buscar el crecimiento económico “manteniendo la estabilidad”, incluso a costa de dos millones de vidas.
El PCCh transmitió entonces la orden de Jiang de que allí donde se detectara el SRAS, los funcionarios locales fueran destituidos inmediatamente. Cuando el SRAS apareció en Beijing, el asustado Jiang llevó a toda su familia a Shanghai. También ordenó al alcalde de Shanghai, Chen Liangyu, que instara a los shanghaineses a proteger la ciudad con sus vidas. Pero el SRAS se extendió rápidamente a Shanghai en mayo de 2003. Jiang huyó entonces a la provincia de Liaoning y luego a la de Shandong.
Mucha gente estaba enfadada por el encubrimiento del SRAS por parte de Jiang y el PCCh. Jiang Yanyong, general de división del hospital militar 301, fue silenciado y castigado por solicitar que se investigara la enfermedad. Jiang ordenó a los militares que bloquearan las zonas donde apareciera el SRAS y que se disparara a cualquier aldeano que intentara escapar. Fue imposible calcular cuántos murieron debido a la infección cruzada como resultado del bloqueo militar. Los cuerpos de los fallecidos eran trasladados directamente por la policía o los militares para su incineración. A finales de junio de 2003, al menos 10.000 personas sólo en el noreste de China habían perdido la vida a causa del virus.
Una persecución infundada
En el obituario de Jiang, el PCCh se refirió a él como un marxista decidido. Como se mencionó anteriormente, Jiang siguió de cerca el dogma comunista al ignorar la vida y matar a personas inocentes a voluntad, de manera similar al Partido Comunista Soviético. Pero el obituario no mencionó que Jiang era supersticioso y celoso.
Falun Gong, un sistema de meditación basado en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, fue presentado al público por el Sr. Li Hongzhi en 1992. Sus beneficios milagrosos para la salud y su mejora moral edificante atrajeron rápidamente a muchas personas. Entre ellos se encontraban funcionarios de alto rango del PCCh, incluso la esposa de Jiang, Wang Yeping. Fue fácil para la gente ver cómo la ideología comunista de falsedad, maldad y lucha de clases iba en contra de los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia de Falun Gong. Jiang estaba celoso de la popularidad de Falun Gong y temía perder el control de la gente, por lo que decidió reprimir a Falun Gong.
Muchas políticas de persecución procedían directamente de Jiang. Después de que la policía de Tianjin detuviera a decenas de practicantes en abril de 1999, unos 10.000 practicantes fueron al Centro de Apelaciones del Consejo de Estado en Beijing, el 25 de abril de 1999 para exigir la liberación de los practicantes de Tianjin arrestados. Tras presenciarlo él mismo en un coche blindado, Jiang reprendió al entonces primer ministro Zhu Rongji y dijo que el manejo pacífico de esta apelación por parte de este último pondría en peligro al PCCh. En junio de ese año, escribió una carta al Politburó para confirmar su intención de perseguir a Falun Gong y, a continuación, el 10 de junio de 1999, puso en marcha una agencia extrajudicial para implementar sistemáticamente su política de persecución. La agencia fue nombrada Oficina 610.
Jiang lanzó formalmente la persecución el 20 de julio de 1999. Desde entonces, un gran número de practicantes han sido arrestados, torturados o incluso extirparon sus órganos. Cuando fue entrevistado por el periódico francés Le Figaro el 25 de octubre de 1999, Jiang declaró sin rodeos que Falun Gong era una secta. Aunque su comentario carecía de base legal, los medios de comunicación controlados por el PCCh siguieron de cerca y repitieron el mensaje por toda China.
Varios días después, el 30 de octubre, Jiang manipuló al Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (APN) para que aprobara una resolución que prohibía las organizaciones de culto y castigaba las actividades de culto. El 31 de diciembre de 1999, la APN aprobó las reglas de implementación del artículo 300 de la Ley Penal, que establece que cualquier persona que use una organización de culto para socavar la aplicación de la ley será castigada con todo el rigor de la ley. Sin embargo, ni la resolución ni las reglas de implementación mencionaron explícitamente a Falun Gong. Las reglas de implementación enumeran seis características de las organizaciones de culto, pero ninguna de ellas se aplica a Falun Gong. Sin embargo, bajo el gobierno totalitario del PCCh, los sistemas policiales, judiciales y de procuraduría recibieron instrucciones de citar la resolución y las reglas de implementación para justificar sus detenciones, acusaciones y condenas a los practicantes de Falun Gong.
Jiang también agotó los recursos del país para difundir mentiras. Durante su discurso en el Politburó el 7 de junio de 1999, Jiang instó a recopilar información negativa sobre Falun Gong. También dio órdenes de difamar a Falun Gong y compilar materiales de lavado de cerebro contra la práctica. Cuando asistió a la conferencia de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en septiembre de 1999, entregó un panfleto difamando a Falun Gong a los jefes de cada estado.
En los últimos 23 años, decenas de millones de practicantes de Falun Gong han sido discriminados por sus creencias. Cientos de miles de practicantes fueron encarcelados y millones fueron enviados a campos de trabajos forzados o a centros de lavado de cerebro. Todas esas tragedias ocurrieron porque Jiang ordenó “difamar su reputación [de los practicantes], arruinarlos económicamente y destruirlos físicamente”.
La persecución a Falun Gong es peor que cualquier otro abuso de los derechos humanos en China por varias razones. Primero, los practicantes de Falun Gong están siendo reprimidos por su fe en Verdad-Benevolencia-Tolerancia. En segundo lugar, además de la detención, la tortura física y el abuso psiquiátrico, los practicantes de Falun Gong también se convirtieron en víctimas de la sustracción forzada de órganos. En tercer lugar, cualquiera que se atreviera a exponer la brutalidad sería castigado. Después de que los practicantes en Changchun interceptaron señales de televisión para exponer la persecución (cuando todos los canales legales de apelación estaban bloqueados), Jiang emitió una orden de “matar sin piedad”. Por último, Jiang y sus seguidores elogiaron mucho a aquellos que participaron activamente en la persecución, como los guardias del ahora desaparecido campo de trabajos forzados de Masanjia. Fue en esta misma instalación donde 18 mujeres practicantes fueron desnudadas y arrojadas a las celdas de los reclusos varones.
La persecución religiosa siempre viene con graves consecuencias. Yuwen Yong, emperador Wu del norte de Zhou (543 - 578), reprimió activamente tanto el budismo como el taoísmo. Ordenó quemar las escrituras de Buda, destruir templos y estatuas de Buda y obligar a los monjes a regresar a la sociedad secular. No mucho después de eso, se enfermó gravemente y murió a los 36 años con úlceras por todas partes. Du Qi, jefe de la ciudad capital, murió en 588 y volvió a la vida tres días después. Du dijo que había visto al emperador en el inframundo, donde sufrió tremendamente debido a la supresión del budismo y el taoísmo. El emperador del inframundo también le pidió a Du que pasara la voz, para que otros pudieran aprender esta lección y no cometer malas acciones.
A lo largo de la historia, China ha sido bendecida con una cultura tradicional que valora la mejora personal y la iluminación espiritual. Dicha cultura sustentó la civilización china durante miles de años. En sólo unas décadas, desde que el PCCh tomó el poder en 1949, ha matado a innumerables vidas inocentes y ha aniquilado casi toda la cultura tradicional. Entre las víctimas del PCCh se encuentran los practicantes de Falun Gong. El mandato de Jiang fue el capítulo más oscuro de la historia reciente y sus crímenes contra la humanidad y el genocidio contra los practicantes de Falun Gong serán una seria lección para el futuro.
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Categoría: Opinión y análisis