(Minghui.org) Desde que el Partido Comunista Chino (PCCh) puso fin a la política de cero COVID, la cantidad de infecciones se ha disparado en todo el país. La Comisión de Salud de la provincia de Zhejiang anunció recientemente que más de un millón de personas en la provincia habían sido infectadas y que los nuevos casos estaban aumentando a una tasa del 10% por día. La ciudad de Qingdao en la provincia de Shandong también reportó recientemente 500.000 casos nuevos en la ciudad de una población de 10 millones.

El 26 de diciembre, la Comisión Nacional de Salud (NHC) de China rebajó la categoría de COVID-19 a una enfermedad infecciosa de clase B (que ya no requiere cuarentena) y anunció el final de los requisitos de cuarentena para los viajeros entrantes a partir del 8 de enero de 2023. Aunque los viajeros entrantes aún necesitan un resultado negativo de la prueba de virus obtenido dentro de las 48 horas antes de la salida, ya no necesitan un pase de salud o cuarentena. Es probable que estos cambios permitan que más ciudadanos chinos viajen al extranjero, ya que ya no tendrán que preocuparse por las cuarentenas cuando regresen a China.

Reacciones de la comunidad internacional

Debido al aumento de casos de COVID en China, la Agencia de Prevención y Control de Enfermedades de Corea del Sur (KDCA) agregó recientemente a China a su lista de países de "objetivo inspección". “La inspección intensiva tiene como objetivo fortalecer la cuarentena en el Aeropuerto Internacional de Incheon para los viajeros que llegan de países que tienen un alto riesgo de infección o necesitan una gestión más estricta”, informó The Korean Broadcasting System (KBS) el 22 de diciembre.

El primer ministro japonés, Fumio Kishida, anunció el 28 de diciembre que, a partir del 30 de diciembre, Japón exigirá pruebas COVID a todos los visitantes de China como medida de emergencia temporal contra el aumento de infecciones allí. “La prueba de antígeno cuantitativo que ya se realiza en los participantes sospechosos de tener COVID-19 será obligatoria para todas las personas que lleguen de China continental”, informó NRP el 27 de diciembre. “Aquellos que den positivo serán puestos en cuarentena durante siete días en instalaciones designadas y sus muestras se utilizarán para el análisis del genoma”.

Kishida dijo que China carece de transparencia informativa sobre las infecciones. Hay enormes discrepancias entre la información del gobierno central y los gobiernos locales, y entre los gobiernos y las organizaciones privadas. “Hay preocupaciones crecientes en Japón”, explicó. “Hemos decidido tomar una medida especial temporal para responder a la situación”.

Además, India ordenó que los viajeros que provengan de China, Japón, Hong Kong, Corea del Sur y Tailandia se hicieran la prueba de COVID-19. Además de poner en cuarentena a aquellos con síntomas o que dieron positivo, India también comenzó a evaluar al azar al 2% de los pasajeros internacionales que llegan a sus aeropuertos.

El ministro de Salud italiano, Orazio Schillaci, hizo obligatorias las pruebas de coronavirus para los visitantes de China a partir del 27 de diciembre luego de una explosión en los casos en China. Dijo que tal medida era “esencial para garantizar la vigilancia e identificación de cualquier variante del virus a fin de proteger a la población italiana”, según un informe de la VOA del 27 de diciembre.

El Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Washington predijo que el número de muertos en China podría llegar a un millón para fines de 2023. Dado que otros virus como el RSV y la gripe han golpeado duramente a otros países recientemente, la situación podría ser incluso peor, comentó el profesor del IHME Ali Mokdad, ex epidemiólogo senior de los CDC en los EE. UU. Dijo que las autoridades del PCCh no lograron idear un Plan B cuando terminaron con la política de cero COVID. IHME estimó que las infecciones diarias podrían llegar a 4,6 millones para el 1 de marzo de 2023.

Llamado a la transparencia

Liu Hua, un defensor de los derechos humanos en Beijing, le dijo a Epoch Times el 26 de diciembre que el 90 % de los residentes de la ciudad habían sido infectados, que la gente está enferma, y no hay medicinas. Los ancianos se enfrentaban a una situación más grave. “Es impactante que pudieras hablar con un amigo la noche anterior, solo para encontrarlo muerto a la mañana siguiente”, dijo. “Y los crematorios no pueden seguir el ritmo. ¡Demasiados muertos en tan poco tiempo!”.

Zhang Liang, médica de la ciudad de Shijiazhuang, provincia de Hebei, fue entrevistada por Radio Free Asia el 27 de diciembre. Ella consideraba que el NHC cambió el nombre de "nueva neumonía por coronavirus" a "nueva infección por coronavirus" y rebajó la enfermedad de Clase A a Clase B el día antes porque había demasiados contagios. Ella dijo que el 80-90% de las personas en su provincia podrían haber sido infectadas.

La Organización Mundial de la Salud está muy preocupada por la situación en China. “En China, lo que se ha informado es un número relativamente bajo de casos en las UCI (unidad de cuidados intensivos), pero anecdóticamente, las UCI se están llenando”, comentó el director de emergencias de la OMS, Mike Ryan. “No me gustaría decir que China activamente no nos está diciendo lo que está pasando”.

Según la OMS, cuando un virus circula ampliamente en una población y causa muchas infecciones, aumenta la probabilidad de que el virus mute. “Cuantas más oportunidades tiene un virus para propagarse, más se replica y más oportunidades tiene de sufrir cambios”, según su sitio web. Sin información detallada sobre las secuencias de genes, los expertos médicos no pueden confirmar qué variantes contribuyeron al aumento actual en China.

El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, instó a las autoridades chinas a ser más transparentes sobre la situación del COVID. El coordinador de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca, Ashish Jha, dijo que Estados Unidos está monitoreando potenciales nuevas variantes que posiblemente lleven los viajeros. También instó a las personas a estar preparadas para el aumento de infecciones.