(Minghui.org) Desde que estalló la pandemia de COVID en 2020, ha habido muchos cambios en los asuntos de la gente común. Desafortunadamente, algunos practicantes se engancharon con lo que pasa en el mundo.

Como practicantes, debemos centrarnos en cultivar nuestro propio xinxing y ayudar a Shifu a salvar a los seres conscientes. No debemos participar en la política de la gente común, a menos que el trabajo de uno sea ser comentarista político. Pero algunos practicantes, influidos por otros practicantes o por sus propias nociones humanas, disfrutan en burlarse, criticar y expresar su antipatía por el actual líder del Partido Comunista Chino (PCCh).

No olvidemos que fue el anterior líder del PCCh, Jiang Zemin, quien inició la persecución a Falun Dafa en julio de 1999. Tras su dimisión en 2002, siguió ejerciendo el poder y nombró a sus leales en puestos clave para incapacitar a su sucesor. Especialmente en las procuradurías y tribunales de China, que son la línea de combate en la persecución a Falun Dafa, sus leales concentraron todos los poderes legales en sus manos. El sucesor de Jiang no hizo casi nada para acabar con los miembros del grupo criminal de Jiang.

El actual jefe del PCCh fue capaz de deshacerse de muchos de los seguidores de Jiang. Algunos practicantes lamentan que el actual líder no haya hecho lo suficiente para desintegrar completamente el Partido. Creo que puede estar pensando que perderá poder si abandona el Partido. Pero independientemente de lo que haga y de si tiene las agallas para desintegrar al Partido, esa es su propia elección. Corresponde a los dioses determinar cuándo se derrumbará el Partido y cómo evaluar su actuación, y no debemos apegarnos a ello.

Nuestra misión es denunciar al PCCh y oponernos a la persecución. Debemos evitar atacar al actual líder del PCCh, porque no fue él quien inició la persecución. Aunque Jiang ya está muerto, la persecución continúa y debemos seguir denunciando sus crímenes.

Nosotros cultivamos la benevolencia y queremos ser compasivos con los seres conscientes. No adoptamos ninguna posición ante los asuntos políticos de la gente común. Podemos darles nuestra visión objetiva y ofrecerles recordatorios amables. El que nos hagan caso depende de ellos. Al final, la forma en que evoluciona el mundo humano no está determinada por el pensamiento o la acción de un ser humano individual, sino por la voluntad divina y, en un nivel superior, por la voluntad de Shifu.

Llevo mucho tiempo pensando en esto y creo que es necesario compartirlo. Por favor, señale las brechas en mi entendimiento.