(Minghui.org) El centro de Dublín estaba abarrotado de gente admirando las luces de Navidad el 26 de noviembre de 2022. En medio de la alegre atmósfera, los practicantes de Falun Dafa saludaban a la gente y les presentaban la práctica de Falun Dafa. También informaron a la gente sobre la persecución que sufren los practicantes de Falun Gong (también llamado Falun Dafa) en China.

Los residentes se informan sobre Falun Dafa y firman la petición que pide el fin de la persecución.

Un turista rumano se encuentra con Falun Dafa

Los practicantes hicieron una demostración de los ejercicios al ritmo de la música relajante. Su demostración atrajo a un hombre de mediana edad llamado Ionut, que pasaba por allí. Se detuvo y observó a los practicantes en silencio durante un rato. Luego levantó las manos para imitar los movimientos de los practicantes.

Ionut (derecha) aprende Falun Dafa.

Los practicantes estaban haciendo los movimientos del primer ejercicio, en el que ambas palmas deben girar en direcciones opuestas. Ionut parecía estar detenido en este movimiento y se limitaba a intercambiar las posiciones de sus manos, pareciendo como si él también sintiera que eso no era correcto. Un practicante vio su movimiento y se acercó para hacerlo con él a un ritmo más lento, explicándole los puntos principales de los movimientos. Unos minutos más tarde, Ionut aprendió a hacer ese movimiento en concreto. El practicante le explicó que se trataba del primer ejercicio de Falun Dafa y le preguntó cómo se sentía después de hacerlo. Él exclamó: "¡Bien! ¡Bien! Bien!".

El practicante explicó entonces que hay que hacer cinco series de ejercicios en Falun Dafa, que se enseñan a la gente gratuitamente y que son sencillos y fáciles de hacer. Ionut señaló las ilustraciones de los ejercicios en el folleto y aseguró que entendía correctamente la información sobre la práctica en inglés, idioma que no dominaba muy bien. Explicó que viene de Rumanía. Está aquí de viaje de fin de semana y se marchará al día siguiente. Mientras hablaba, sacó su teléfono móvil y mostró su nombre al practicante.

El practicante le informó de que podía encontrar los libros de Falun Dafa (también llamado Falun Gong) en lengua rumana en la página web de Falun Dafa. El practicante además le explicó que eran gratuitos y podían descargarse de Internet. Incluso encontró en la página web la información de contacto de los centros de práctica rumanos. Ionut parecía muy contento y no dejó de dar las gracias al practicante antes de marcharse.

Firman una petición que condena la persecución del régimen chino

Muchos transeúntes se detuvieron a ver las exposiciones fotográficas que exhibían los practicantes de Falun Dafa. Una señora occidental se detuvo ante los paneles, los señaló y explicó a su amiga el motivo de la información expuesta. Le dijo a su amiga: "El Partido Comunista Chino (PCCh) sustrae sus órganos [a los practicantes de Falun Gong] en vida y los vende para obtener beneficios". Su amiga se sorprendió y dijo: "Esto es realmente repugnante. ¿Cómo pueden ocurrir cosas así?". Ambas firmaron la petición de condena de los delitos de sustracción de órganos cometidos por el PCCh.

Dulce y Emily estaban allí para comprar regalos de Navidad. El dúo de madre e hija leyó los carteles y pidió más información a un practicante. El practicante le dijo que se trataba de practicantes de Falun Gong pidiendo el fin a la persecución. Ya sea en Irlanda o en cualquier otra parte del mundo, la gente puede practicar Falun Dafa libremente y seguir los principios de Verdad-Benevolencia- Tolerancia para ser una buena persona. Sin embargo, esto no es posible en China.

"Esto está muy mal", dijo Emily. Observando a los practicantes demostrar los movimientos del ejercicio, hablaba con emoción y parecía bastante desconcertada. "Es una práctica tan pacífica. ¿Por qué se persigue?". El practicante le dijo: "El pueblo chino también cree que Falun Dafa es bueno. El número de practicantes de Falun Dafa crecía rápidamente. En 1999, las estadísticas del gobierno del PCCh mostraban que había más de 70 millones de practicantes de Falun Dafa. Esta cifra ya superaba el número de miembros del Partido del PCCh en ese momento".

Emily preguntó: "¿Así que el PCCh lanzó la persecución?". Abrió los ojos, asombrada. El practicante explicó: "El PCCh no cree en Dios. Quieren anteponerse a Dios y controlar la mente de la gente". Por eso, cuando cada vez más gente crea en Verdad-Benevolencia-Tolerancia, el PCCh sentirá naturalmente que sus poderes están amenazados. La madre y la hija se miraron y siguieron asintiendo con la cabeza, diciendo que podían entenderlo, pero que aún les costaba creer que un grupo de personas tan pacíficas se enfrentara a una persecución tan cruel.

"Se lo contaremos a más gente", dijo Emily antes de marcharse. Esperamos que nuestras firmas surtan efecto". Antes de marcharse, animó al practicante: "Gracias por informarnos, ¡tienen que perseverar!".