(Minghui.org) Un hombre de 66 años de la ciudad de Jingmen, provincia de Hubei, fue arrestado el 8 de julio de 2022 mientras hablaba con la gente sobre Falun Dafa, una disciplina espiritual que está perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

Esta última detención de Liu Deyu se produjo solo siete meses después de que terminó de cumplir una condena anterior de cinco años por practicar Falun Dafa. Luego de esa condena perdió su pensión y su casa. Su nueva vivienda de alquiler también fue allanada tras su última detención y se le confiscaron sus libros de Falun Dafa y otros materiales. La policía intenta ahora condenarlo de nuevo a prisión.

La última detención del Sr. Liu también fue precedida por una anterior en abril de 2022, por hablar con la gente sobre Falun Dafa. En ese caso fue liberado el mismo día.

Durante los últimos 23 años de persecución, el Sr. Liu, empleado jubilado del Centro de Prevención de Epidemias de la ciudad de Jingmen, ha sido encarcelado en múltiples ocasiones. Cumplió una pena de trabajo forzado y dos penas de prisión por un total de 12 años. También se ha visto obligado a desplazarse varias veces para evitar la persecución, durmiendo en cuevas, al borde de la carretera o bajo un puente.

Tres años de trabajo forzado

El Sr. Liu fue a Beijing para pedir justicia para Falun Dafa días después de que comenzara la persecución en julio de 1999 y fue detenido. Mientras los funcionarios de la Oficina 610 de la ciudad de Jingmen lo traían de regreso de Beijing, se escapó saltando del tren. Se fracturó una de las piernas. Los funcionarios lo llevaron al hospital, pero debido a la incompetencia del médico, los huesos no se colocaron correctamente y desde entonces está incapacitado. En enero de 2000 lo llevaron al Campo de Trabajo de Shayang para cumplir una condena de tres años.

Debido a que el 22 de julio de 2000 habló con los guardias sobre Falun Dafa, el instructor Dong Guoqiang y el jefe de sección Shen Yanming dieron instrucciones a seis reclusos para que lo vigilaran las 24 horas del día. Los guardias prometieron a los reclusos importantes reducciones de condena si obligaban al Sr. Liu a renunciar a su fe por cualquier medio posible.

El Sr. Liu fue obligado a trabajar sin paga al menos 16 horas durante el día. Por la noche, se le ordenaba estar de pie o en cuclillas durante horas y luego dormir en el suelo. También se le negaba el uso del baño y se le daban pequeñas raciones de comida. Una noche, Tang Taoqian, un drogadicto, le dio un fuerte puñetazo en el pecho mientras estaba en cuclillas. El Sr. Liu retrocedió más de un metro y se estrelló contra la pared. Perdió más de seis kilos en solo dos meses quedando como piel y huesos.

En marzo de 2002, todos los practicantes que mantenían su creencia fueron puestos bajo un nuevo equipo denominado “equipo de control estricto” para una nueva ronda de persecución. Un día, todos los practicantes bajo el nuevo equipo fueron reunidos frente al director del campo de trabajo, el secretario del Partido y muchos guardias.

Cada practicante fue obligado a responder a la pregunta: "¿Quién soy yo?". Cuando llegó el turno del señor Liu, respondió: "Soy un practicante de Falun Dafa". Varios guardias se abalanzaron sobre él y lo golpearon con tres picanas eléctricas en la cara, la cintura y los talones. Gritó: "Soy un practicante de Falun Dafa que está siendo perseguido". Los guardias acabaron por dejar de golpearlo. Pero su cuerpo no dejó de temblar hasta media hora después.

Recreación de la tortura: Descargas con bpicanas eléctricos.

Detenido en un centro de lavado de cerebro durante un mes y medio

El Sr. Liu fue detenido de nuevo en noviembre de 2006 por hablar con la gente sobre Falun Dafa. Lo llevaron al Centro de Lavado de Cerebro del Lago Tangxun, en Wuhan, y allí permaneció un mes y medio.

Tras ser liberado, su lugar de trabajo no le permitió volver a trabajar y le suspendió el sueldo debido a la presión de la Oficina 610. El Sr. Liu distribuyó cartas de apelación en su lugar de trabajo. Muchos de sus compañeros se enteraron de su situación y le expresaron su apoyo. Finalmente, su lugar de trabajo le permitió volver a trabajar.

Cuatro años de prisión

El 23 de junio de 2009, cuando habló con otras personas sobre Falun Dafa, los agentes de policía lo golpearon y lo lastimaron. Consiguió escapar, pero tuvo que alejarse de su casa para evitar ser detenido. Se ganaba la vida vendiendo medias en la cercana ciudad de Zhijiang.

La policía consiguió encontrarlo y lo detuvo el 20 de julio de 2009. Fue llevado de vuelta a la ciudad de Jingmen y recluido en el Centro de Detención de Huyaguan. El Tribunal del Distrito de Dongbao lo condenó en secreto a cuatro años de prisión el 3 de febrero de 2010.

Alrededor del 25 de mayo de 2010, fue llevado a la Prisión de Fanjiatai, en el condado de Shayang, provincia de Hubei. Como se negó a renunciar a su fe, solo le dieron una comida al día durante varios meses.

En una reunión de más de mil personas en la prisión, el 30 de septiembre de 2010, el Sr. Liu gritó "Falun Dafa es bueno". Los guardias lo golpearon violentamente en el acto y luego lo arrastraron. Fue confinado en una celda solitaria, esposado y con grilletes durante dos meses y medio.

Más tarde, lo metieron en una habitación separada, vigilada por cuatro reclusos las 24 horas del día. A pesar de la tortura física y el lavado de cerebro, se mantuvo firme en su fe. Los guardias lo encerraron en una celda solitaria y lo encadenaron a una tabla de madera en posición de águila abierta. Le pusieron auriculares y reprodujeron repetidamente programas de audio que difamaban a Falun Dafa. Como aun así no cedió, lo colgaron.

Cinco años de prisión

El Sr. Liu fue detenido de nuevo mientras hablaba con la gente sobre Falun Dafa en diciembre de 2016 y recluido en el Centro de Detención de Huyaguan. Fue juzgado por el Tribunal del Distrito de Dongbao el 2 de mayo de 2017 y condenado a cinco años por el juez presidente del tribunal Luo Jinhu meses después. Fue llevado a la Prisión de Fanjiatai el 29 de octubre de 2018.

Para protestar por la persecución, se negó a llevar el uniforme de la prisión, a dar el presente cuando pasaban lista, a escribir "informes de pensamiento", a memorizar las normas de la prisión o a realizar trabajos forzados. Los guardias tomaron represalias con torturas, como permanecer de pie o sentado durante mucho tiempo, privación del sueño, aislamiento, uso de grilletes, descargas eléctricas, inanición, exposición al sol abrasador o a temperaturas bajo cero, palizas, alimentación forzada con violencia y lavado de cerebro. El Sr. Liu quedó demacrado y todos sus dientes se aflojaron y empezaron a caerse.

A fines de 2020 contrajo tuberculosis y estuvo recluido en el hospital de la prisión durante más de un año. Cuando fue puesto en libertad el 2 de diciembre de 2021, se sintió desolado al saber que le habían suspendido la pensión. No tenía ninguna fuente de ingresos ni casa en la que vivir.

Pueden leerse más detalles de la terrible experiencia del Sr. Liu en los siguientes informes:

Exfuncionario de prevención de epidemias, torturado en prisión y hospitalizado por tuberculosis

Experiencia en primera persona de la brutalidad en la prisión de Fanjiatai