(Minghui.org) A la señora Zhou Xianwen se le administraron fármacos desconocidos horas antes de ser liberada bajo fianza el 23 de septiembre de 2019, dos meses después de haber sido detenida por aumentar la conciencia sobre la persecución de su fe en Falun Dafa. Poco después de regresar a casa, empezó a tener dificultades para respirar, desarrolló un edema generalizado y tenía ampollas en los pies y las pantorrillas. Después de luchar contra el dolor extremo durante casi dos años, la señora Zhou falleció el 8 de agosto de 2021. Tenía 73 años.

Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una disciplina de mente y cuerpo perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

La señora Zhou, residente en Shanghái, fue detenida el 24 de junio de 2019, tras ser denunciada por utilizar cuatro billetes de 5 yuanes que tenían impresa información sobre Falun Dafa para comprar comida en un supermercado. Debido a la estricta censura de información en China, muchos practicantes de Falun Dafa utilizan formas creativas para difundir información sobre la persecución, incluyendo la impresión de información en billetes.

La policía la retuvo en el Centro de Detención de Zhangjiang y la interrogó seis veces sobre dónde había conseguido los billetes. "Si nos dices dónde los has conseguido, podremos discutir qué hacer contigo. Ya tienes más de 70 años. ¿Cómo vas a sobrevivir si te condenan a tres o cinco años?", le preguntaron cada vez. Ella no respondió a la pregunta.

Estaba recluida en una celda de 55 metros cuadrados con otras 50 reclusas. A pesar del fuerte calor y la humedad de Shanghái, solo le daban un vaso de agua tibia al día y la obligaban a ducharse con agua fría.

Al cabo de dos meses de detención, desarrolló una afección cardíaca y se quedaba sin aliento con facilidad. No podía acostarse por la noche y era incapaz de conciliar el sueño. Los guardias se negaron a proporcionarle algún tratamiento. No fue hasta que se desmayó tres semanas después que la policía accedió a ponerla en libertad bajo fianza.

En la mañana del 23 de septiembre de 2019, la policía primero hizo que el médico del centro de detención le hiciera un electrocardiograma, un análisis de sangre y le midiera la presión arterial. Esa tarde, la llevaron a un hospital de la prisión y le hicieron las mismas pruebas.

De vuelta en el centro de detención, la policía la sujetó en una cama y le administró goteos intravenosos contra su voluntad. Cuando preguntó qué droga le estaban dando, no se lo dijeron. En cuanto terminaron los goteos intravenosos, en unas dos horas, la policía la dejó en libertad bajo fianza.

Cuando volvió a casa, la señora Zhou se sentía incómoda por todas partes, tanto si estaba de pie como acostada. Le costaba respirar y tenía la sensación de que podía dejar de hacerlo en cualquier momento. Se quedaba sin aliento al menor esfuerzo, como abrir la puerta, contestar al teléfono o ir al baño. También sentía que su mente estaba en blanco y era incoherente y no le salían las palabras. A veces no podía dormir en toda la noche. Perdía el apetito y no quería moverse. Solo entonces se dio cuenta de que la policía debía haberle administrado drogas tóxicas.

Desarrolló un edema en todo el cuerpo, incluso los párpados estaban hinchados. No podía ponerse en cuclillas ni agacharse. Su cuerpo estaba rígido y se sentía como un robot cuando intentaba caminar.

Cuatro agentes de policía permanecieron fuera de la casa de la señora Zhou las 24 horas del día para vigilar su vida cotidiana. El personal del comité residencial también pasaba por allí para acosarla de vez en cuando.

Un año después, el 21 de septiembre de 2020, la señora Zhou se enteró de que la policía había presentado su caso a la Procuraduría del Distrito de Pudongxin. Contrató a un abogado para que la representara.

Cuando el abogado fue a la Procuraduría para revisar el documento de su caso, presentó una opinión legal al procurador Chen Gang, pidiéndole que no acusara a la señora Zhou. El abogado pidió al procurador Chen que visitara a la señora Zhou y viera por sí mismo la gravedad de su estado. Chen se negó a considerar la sugerencia. Más tarde, la señora Zhou presentó una declaración al procurador en la que detallaba cómo le habían administrado los fármacos tóxicos que le provocaron la enfermedad.

El abogado de la señora Zhou se enteró en noviembre de 2020 de que el procurador había desestimado su caso en octubre de 2020, concediéndole 15 días de detención administrativa, de la que estaba exenta debido a su estado.

Poco después, el estado de la señora Zhou empeoró notablemente. Le aparecieron ampollas por todo el pie que supuraban cuando se rompían. Luego empezó a tener un dolor insoportable en las pantorrillas. También le aparecieron ampollas en las pantorrillas que supuraban sangre y pus. Tanto si se sentaba, como si estaba de pie o acostada, el dolor era constante. Con el tiempo, sus pies se hincharon, se enconaron y se oscurecieron. Falleció el 8 de agosto de 2021.

Persecución previa

Antes de su última experiencia, Zhou fue detenida siete veces y estuvo un año en un campo de trabajos forzados por no abandonar Falun Dafa, al que atribuía la curación de sus dolores de cuello, cálculos biliares, anemia y otras dolencias.

Fue arrestada por primera vez en noviembre de 2000 y estuvo detenida por poco tiempo.

Fue detenida el 31 de julio de 2007 y recluida en el mismo centro de detención durante un mes antes de ser trasladada al Centro de Lavado de Cerebro de Qingpu el 30 de agosto.

Su siguiente detención fue el 28 de septiembre de 2009. Solo unos días después de quedar en libertad bajo fianza un mes más tarde, fue detenida por cuarta vez y llevada a un centro de lavado de cerebro. La policía la condenó a un año de trabajos forzados dos meses después.

La señora Zhou estuvo detenida durante un mes después de su quinta detención, el 26 de septiembre de 2012 y luego fue recluida en el Centro de Lavado de Cerebro de Fengxian durante 24 días.

Estuvo detenida siete días después de su sexta detención, el 22 de mayo de 2014, y cinco días después de su séptima detención, el 28 de julio de 2015.

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