(Minghui.org) Con respecto a la obligación de vacunarse contra el virus Covid-19, mi empleador dijo inicialmente que todo era voluntario, pero que los que decidieran no vacunarse debían firmar una renuncia para eximir al empleador y al hospital que los vacunaba de cualquier responsabilidad en caso de que se infectaran con el virus.
Le dije a un gerente que habían surgido nuevas cepas variantes y que las vacunas podrían no funcionar. Además, todas las vacunas tienen efectos secundarios. El gerente me respondió que mi razonamiento era un poco extremo, pero no me presionó para que me vacunara.
En aquella época, cerca de la mitad de mis compañeros de trabajo se negaban a vacunarse. La mayoría de ellos dijeron que eran alérgicos a ciertos ingredientes de las vacunas, como excusa. Recordando que yo había tenido urticaria antes de comenzar a practicar Falun Dafa, también mencioné una "razón médica" para no vacunarme.
Una tarea política
Al cabo de un tiempo, mi empresa inició otra campaña para vacunar a todo el personal. Nos dijeron que la vacunación masiva de los empleados se había convertido ahora en una tarea política asignada por el comité del Partido Comunista Chino (PCCh), que instaba a los miembros del PCCh a tomar la iniciativa de vacunarse.
En consecuencia, todos en mi departamento se vacunaron excepto tres personas: una que había sido sometida a una craneotomía, una trabajadora contratada con un hijo y yo.
Extrañamente, bastantes miembros del PCCh de la oficina del comité del Partido, justo al lado de la oficina de nuestro departamento, no se vacunaron, aunque no tenían problemas médicos. Así que "los miembros del PCCh toman la iniciativa de vacunarse" era solo un eslogan destinado a engañar a los ciudadanos de a pie.
A todos los demás compañeros de trabajo no vacunados se les habló de la importancia de vacunarse, pero a mí nadie me habló y no hice nada. Cuando algunos compañeros de trabajo me preguntaron por qué no me vacunaba, les expliqué que médicos expertos de la comunidad internacional habían considerado que las vacunas fabricadas en China eran ineficaces e incluso provocaban algunos efectos secundarios, como la potenciación de la infección dependiente de anticuerpos (ADE).
Reacciones adversas
Dos compañeros de trabajo, ambos miembros del PCCh, tuvieron graves reacciones adversas a las vacunas. Una de ellas, Ying, se desmayó en la oficina al día siguiente de ser vacunada. Alguien llamó a su marido y la llevaron al hospital. Otro fue un hombre, que se mareó y tuvo palpitaciones además de sentir frío y luego calor. Aunque estábamos en pleno verano, con temperaturas que superaban los 30ºC (90ºF), solía llevar un abrigo de invierno en el trabajo. Ninguno de los dos mostró un mejoramiento después de ser tratados durante una semana.
Aclarando los hechos
Ya había hablado con Ying en el pasado sobre Falun Gong. Ella estaba de acuerdo con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, pero tenía algunos malentendidos sobre Falun Gong. Como creía en el budismo, se interesaba cuando yo hablaba de Buda o de la persecución a las creencias espirituales. Como se unió al PCCh a una edad temprana y una vez trabajó en el ejército, no tenía clara la naturaleza perversa del PCCh y no quería renunciar a él cuando la insté a hacerlo en el pasado.
Cuando le pregunté cómo le había ido después de la vacunación, me dijo que había sido terrible y que había estado a punto de morir.
"Antes de la vacunación, un funcionario me instó a tomar la iniciativa como miembro del PCCh", dijo Ying. "Después de empezar a tener reacciones adversas, ningún funcionario se preocupó por mí".
Como había otras personas en la oficina, le recordé que debía descansar más y me fui.
Cuando pasé por su despacho una semana después, vi que Ying se apoyaba en su silla.
"¿Te sientes mejor ahora?". Entré y pregunté.
"En realidad no", respondió. "Estos días tengo los síntomas de la infección por coronavirus: fatiga, dolor en el pecho, falta de aire y tos". (Más tarde me enteré de que los dos compañeros de trabajo que compartían su despacho no habían acudido durante unos días. Tenían miedo de infectarse).
Ying dijo que todos los días le costaba venir a trabajar y no podía descansar al mediodía como de costumbre debido a las molestias físicas.
"Iba al hospital todos los días. Al principio, me prestaban atención e informaban de mis reacciones adversas", continuó. "Ahora eluden su responsabilidad, diciendo que firmé una renuncia".
A continuación, conversé con Ying sobre la cultura tradicional china, que enfatizaba la conexión entre la mente y el cuerpo. Por ejemplo, uno de los libros de medicina más conocidos de la antigüedad, el Huangdi Neijing (Clásico Interno del Emperador Amarillo), señala: "Con la virtud en el interior, la sustancia maligna es incapaz de interferir".
Cuando Ying preguntó cómo lograr suficiente virtud en su interior, le dije las dos frases que le había instado a recitar en el pasado: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". En la China de hoy, cuando los inocentes practicantes de Falun Gong son perseguidos por su creencia, cualquiera que apoye a los inocentes será bendecido.
También le dije que el objetivo del PCCh es destruir China y el mundo promoviendo el ateísmo. Me dijo que había un informe de que el máximo dirigente del PCCh fue al Tíbet y adoró las estatuas de Buda.
"Sí, los máximos dirigentes del PCCh saben que el ateísmo es una tontería, pero aun así lo utilizan como herramienta para controlar a la gente", dije. "De hecho, el PCCh pretende que la gente lo adore como un dios".
"El resultado es desastroso. En los últimos 22 años, el PCCh ha detenido y torturado a un número incalculable de practicantes de Falun Gong. Muchos de ellos incluso fueron víctimas de la sustracción forzada de órganos. El PCCh está condenado por sus muchas malas acciones. Solo renunciando a sus organizaciones se puede evitar hundirse con el régimen".
En ese momento entró otro compañero de trabajo y Ying le pidió que se uniera a nuestra conversación.
"Sabes, una vez te mostré un vídeo sobre profecías", le dije a este compañero de trabajo. Luego le expliqué las dos frases que le mencioné a Ying, diciéndole que tenerlas en cuenta sería bueno para él.
También le aclaré sobre cierta propaganda difamatoria del PCCh respecto a Falun Gong. Este compañero de trabajo no dijo nada y se fue.
"No todo el mundo es receptivo a lo que dices", dijo Ying.
"Está bien. Puede que a algunas personas les lleve más tiempo despertar a la verdad", dije.
Campaña "Reducción a cero"
La persecución a Falun Gong se ha intensificado últimamente, y un ejemplo de ello es la campaña de "Reducción a cero", cuyo objetivo es obligar a todos los practicantes de Falun Gong incluidos en la lista negra del gobierno a renunciar a su fe.
Le dije a Ying que me negué a firmar con mi nombre cuando los funcionarios de la empresa me pidieron que firmara una declaración preparada para renunciar a mi creencia.
Ying preguntó por qué no lo hice.
"Porque están cometiendo un delito al intentar obligarme a firmar esa declaración", respondí.
"Pero su hijo podría verse afectado", dijo preocupada.
Dije que tampoco sería bueno para mi hijo si traicionaba mi conciencia y firmaba esa declaración. Mi determinación de mantener mi fe es también una oportunidad para mostrar a mi hijo lo que debe hacer.
Me preguntó si mi mujer me apoyaba en mi postura. Le contesté que mi mujer estaba un poco preocupada por mi negativa a los funcionarios, pero que hablaría con ella sobre los motivos por los que no podía permitir que el PCCh me privara de mi derecho básico a la libertad de creencia.
Le recordé a Ying de la similitud entre la campaña de "Reducción a cero" del PCCh dirigida contra los practicantes de Falun Gong y su actual campaña de vacunación masiva. La primera es una oportunidad para que el PCCh eluda su responsabilidad en la persecución: si los practicantes firman esos documentos para renunciar a sus creencias, eso sería lo mismo que "reconocer" la "validez" de la persecución y eximir al PCCh de su responsabilidad por todo el daño que ha causado a los practicantes. Del mismo modo, si la gente firma una renuncia antes de vacunarse, significa que el PCCh no será responsable de las reacciones adversas de las vacunas.
Antes de marcharme, le recordé que tuviera en cuenta esas dos frases y ella pareció estar de acuerdo.
Al día siguiente, me la encontré en el ascensor y tenía mejor aspecto. "Me siento mucho mejor ahora", dijo Ying. "Muchas gracias".
Esta controversia sobre la vacunación se ha convertido en un tema para que yo saque a relucir los beneficios de Falun Gong, la persecución en curso en China y cómo el PCCh ha estado engañando a la gente todo el tiempo. Cuando la gente me pregunta de nuevo por qué no me vacuno, digo que Falun Gong me permitió tener suficiente inmunidad para evitar el virus, así que no las necesito.
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