(Minghui.org) El coronavirus estalló en la ciudad de Wuhan, China, a finales de 2019. En solo unos meses, esta epidemia regional se convirtió en una pandemia mundial.

Dado que personas de más de 200 países y regiones están luchando contra la enfermedad y buscando una cura, nos gustaría presentar un análisis detallado de lo que podemos aprender de la pandemia: sobre nuestra sociedad, la ciencia y la cultura moderna, así como su historia.

Esperamos que esta serie de cuatro partes ayude a nuestros lectores a comprender que la pandemia no habría ocurrido sin la continua información engañosa del partido comunista chino (Primera parte). También examinamos las teorías de dónde comenzó el coronavirus (Segunda parte) y cómo se inició (Tercera parte).

Entender la pandemia en el contexto de la cultura y la historia (Cuarta parte), por otra parte, ofrece pistas sobre cómo reevaluar nuestros principios y obligaciones morales mientras nos preparamos para el siguiente capítulo de la historia.

A continuación, un resumen de la serie:

Primera parte: Cronología y análisis

Capítulo 1: Encubrimiento del brote en China

Capítulo 2: ¿Sucederán de nuevo tales tragedias?

Segunda parte: Un misterioso virus - ¿Dónde comenzó?

Capítulo 3: Teoría de origen estadounidense

Capítulo 4: Teoría de origen chino

Tercera parte: Un virus misterioso - ¿Cómo empezó?

Capítulo 5: Teoría de origen humano

Capítulo 6: Teoría de origen natural

Cuarta parte: Repensar la ciencia moderna y volver a los valores tradicionales

Capítulo 7: El PCCh plantea un desafío sin precedentes a la humanidad

Capítulo 8: Reflexiones sobre la sabiduría antigua

* * *

Primera parte: Cronología y análisis

"Las enfermedades epidémicas no son acontecimientos aleatorios que afligen a las sociedades de manera caprichosa y sin previo aviso", escribió Frank Snowden, profesor emérito de historia e historia de la medicina de la Universidad de Yale en su libro Epidemics and Society: From the Black Death to the Present (Epidemias y Sociedad: De la Peste Negra al Presente), publicado en octubre de 2019, varias semanas antes del brote de coronavirus en Wuhan (China).

"Las epidemias son una clase de enfermedad que parece reflejar a los seres humanos en un espejo para ver quiénes somos realmente", detalló en una entrevista con The New Yorker el 3 de marzo de 2020.

En esta parte de la serie, primero revisaremos cómo el partido comunista chino (PCCh) desinformó al público sobre el brote de coronavirus. Desde esta perspectiva, podremos entender mejor lo que salió mal y cómo corregirlo.

Capítulo 1: Encubrimiento del brote en China

La siguiente línea de tiempo muestra cómo el PCCh manejó mal el brote de coronavirus.

El 1 de diciembre de 2019 fue tratado el primer paciente confirmado del coronavirus de Wuhan. Esta persona no tuvo contacto con el mercado de mariscos de Huanan, e infectó a 14 sanitarios encargados de tratarlo y cuidarlo.

El 18 de diciembre de 2019, un empleado del personal de transporte de 65 años de edad fue admitido en el Hospital Central de Wuhan. Los síntomas indicaban neumonía, pero no se identificó ningún patógeno y ningún medicamento funcionó. El 24 de diciembre, el líquido de lavado alveolar de este paciente fue enviado a Vision Medicals en Guangzhou, provincia de Guangdong, para su diagnóstico.

El 26 de diciembre de 2019, el examen de los datos de la secuenciación metagenómica de la próxima generación (mNGS) del paciente de 65 años de edad a partir del resultado del análisis automatizado de datos indicó un coronavirus similar al del SARS. La secuencia del gen era idéntica en un 81% a la del virus del SARS de 2003.

Comunicación interna sobre los resultados de las pruebas del 26 de diciembre de 2019 afirmando que la mejor coincidencia con la información genética del nuevo virus era un coronavirus similar al del SARS

El 27 de diciembre de 2019, Vision Medicals compartió la secuencia genética del empleado de 65 años del personal de envíos con el instituto de biología de patógenos de la academia china de ciencias médicas. El hospital central de Wuhan también fue notificado de un nuevo tipo de coronavirus y se recomendó la cuarentena.

Entre el 26 y el 27 de diciembre, Zhang Jixian, director del departamento de respiración del hospital de medicina tradicional china y occidental de Hubei, examinó a un matrimonio que presentaba una neumonía inusual. Tanto el matrimonio como su hijo mostraron patrones específicos en sus imágenes pulmonares. Ese mismo día, un vendedor del mercado de mariscos de Huanan se presentó con los mismos síntomas. El 27 de diciembre, se reportó a los oficiales del hospital y posteriormente al centro de control y prevención de enfermedades de Wuhan (CDC). El personal médico recibió instrucciones de usar máscaras, y se ordenó llevar batas de aislamiento médico.

Entre el 28 y el 29 de diciembre de 2019, se hospitalizaron tres pacientes más relacionados con el mercado de mariscos de Huanan. El hospital Hubei de medicina tradicional china y occidental integrada informó una vez más de ello a los altos funcionarios. La comisión de salud de china envió entonces oficiales a Wuhan para iniciar una investigación.

El 30 de diciembre, el CapitalBio MedLab de Beijing proporcionó los resultados del mNGS de otro paciente con neumonía y concluyó que se trataba de un coronavirus del SARS. Ai Fen, directora del departamento de emergencias del hospital central de Wuhan, marcó el círculo del "coronavirus del SARS" en el informe y lo compartió con su colega, un médico, quien luego lo publicó en los grupos de medios sociales WeChat.

Nota: Según el Centro Nacional de Información Biotecnológica de los Estados Unidos, el coronavirus del SARS del murciélago está clasificado como SARS. El Comité Internacional de Taxonomía de Virus lo nombró como SARS-Cov-2. Como el PCCh proclamó que había derrotado al SARS en 2003, se sugirió cambiar el nombre a 2019-nCov.

El 30 de diciembre, la comisión de salud de Wuhan emitió un aviso urgente sobre la desconocida neumonía. En el aviso se hacía referencia a múltiples casos de neumonía desconocida relacionados con el mercado de mariscos de Huanan y se advertía a las instalaciones médicas y a las personas que no revelaran información relacionada sin autorización.

Alrededor de las 18.00 horas del 30 de diciembre, Li Wenliang del hospital central de Wuhan compartió en un grupo de WeChat que se habían confirmado 7 casos de SARS y advirtió a sus compañeros médicos que estuvieran en alerta. Liu Wen del hospital de la cruz roja de Wuhan también publicó un mensaje similar en Wechat cerca de las 8 de la tarde sobre un caso del hospital central de Wuhan y advirtió al personal médico que prestara atención a la seguridad. Xie Linka, del hospital de la unión de Wuhan, publicó una nota alrededor de las 9 de la tarde en la que mencionaba una neumonía similar al SRAS relacionada con el mercado de mariscos de Huanan. Dijo que muchos de esos pacientes habían sido admitidos en su hospital y recordó a los sanitarios que usaran máscaras.

A la una y media del mediodía del 31 de diciembre de 2019, Li Wenliang fue convocado por la comisión de salud de Wuhan para una investigación. A lo largo del día, fue llamado en numerosas ocasiones a la oficina de regulación del hospital y fue reprendido. De la misma forma, Liu Wen fue investigado por su hospital, mientras que Xie Linka fue interrogado por teléfono por la policía.

Además, el mismo 31 de diciembre de 2019, la comisión de salud de Wuhan emitió otra notificación sobre los casos de neumonía relacionados con el mercado de mariscos de Huanan. Esta vez, el aviso decía que los expertos médicos habían concluido que se trataba de una neumonía viral, pero que no se observaba ninguna transmisión de persona a persona y que ningún sanitario había sido infectado.

El 1 de enero de 2020, el departamento de policía de Wuhan anunció: "Debido a la propagación de rumores relacionados con la neumonía de Wuhan, 8 personas han sido convocadas e investigadas por la policía". La policía, sin embargo, no dijo si entre esas ocho personas se encontraban Ai Fen, Li Wenliang, Liu Wen y Xie Linka.

El 2 de enero, Ai Fen, la doctora que proporcionó información sobre el coronavirus, fue reprendida por los oficiales del hospital tan duramente que casi se desmayó. Liu Wen fue convocada por la policía para ser interrogada.

A partir del 3 de enero, China comenzó a informar a los países vecinos sobre la enfermedad, pero minimizó su gravedad. Los funcionarios del PCCh afirmaron posteriormente que el gobierno de EE. UU. había recibido 30 actualizaciones solo en enero.

El 5 de enero, Zhang Yongzhen, de la universidad de Fudan y el centro de salud Pública de Shanghái, detectó un virus similar al SARS en muestras del centro de control y prevención de enfermedades de Wuhan y obtuvo la secuencia completa del genoma del virus. En un informe a Shanghái y a las autoridades nacionales, Zhang dijo que el nuevo virus tenía el mismo origen que el virus del SARS y que se propagaba a través del sistema respiratorio. También pidió al público que tomara medidas de precaución.

El 6 de enero, el CDC de China inició una respuesta de emergencia de segundo nivel a nivel interno. El mismo día, la ciudad de Wuhan inició el congreso nacional popular (NPC) y el comité nacional de la conferencia consultiva política popular (CPPCC).

El 7 de enero, Li Wenliang examinó a un paciente con glaucoma. Al día siguiente, el paciente tuvo fiebre y luego se le diagnosticó infección por coronavirus. El 10 de enero, Li comenzó a toser, seguido de fiebre al día siguiente, y fue hospitalizado el 12 de enero.

Después de que Zhang Yongzhen y su equipo informaron de la emergencia de la epidemia de SARS, no recibió ninguna respuesta. Por lo tanto, subió la nueva secuencia del genoma a Internet el 10 de enero y la compartió con otros. A causa de ello la industria de la salud supo de la existencia del virus y los expertos médicos instaron a los altos funcionarios del PCCh a publicar la información sobre la epidemia. En respuesta, la comisión de salud de Shanghái cerró el centro de salud pública de Shanghái, donde trabaja Zhang, el 12 de enero para una investigación, sin dar ninguna explicación. Zhang presentó cuatro propuestas posteriormente, solicitando la reapertura del laboratorio de BSL-3. Pero la solicitud no fue aprobada hasta el 24 de enero, cuando la epidemia estaba fuera de control.

El 11 de enero, un aviso de la comisión de salud de Wuhan anunció 41 casos de coronavirus, dos recuperaciones, siete casos graves y una muerte. Sostuvo que no se había observado ninguna transmisión de humano a humano. La comisión afirmó que la enfermedad era "prevenible y controlable".

El 17 de enero, la comisión de salud de Wuhan informó que se habían detectado 17 nuevos casos con los test, con lo que el total acumulado ascendía a 62 casos. La comisión no descartó la posibilidad de transmisión de persona a persona, pero afirmó que el riesgo de contagio era bajo. Para entonces, los internos habían oído de altos funcionarios de Wuhan que la ciudad iba a ser puesta en cuarentena. Algunos residentes comenzaron a prepararse para salir huyendo.

El 18 de enero, la comunidad de Baibuting celebró su 20.ª fiesta anual de 10.000 familias, según lo previsto, y asistieron alrededor de 40.000 personas. Esta comunidad pronto se convertiría en una de las zonas más afectadas por la epidemia.

El 20 de enero, el neumólogo Zhong Nanshan anunció a través de la televisión central de China, de propiedad estatal, que el nuevo coronavirus podría propagarse entre humanos.

El 23 de enero, Wuhan fue puesta en cuarentena. Para entonces, 5 millones de personas habían huido de la ciudad, llevando la enfermedad por toda China. La estimación del número de personas que habría salido de Wuhan durante la festividad del Año Nuevo Chino si no hubiera habido un coronavirus era de unos dos millones, según datos históricos. En otras palabras, hubo 3 millones extra que salieron de la ciudad simplemente por el brote, lo que exacerbó la propagación del virus.

A partir del 24 de enero, China puso en marcha su maquinaria de propaganda para restar importancia a la enfermedad diciendo que la gripe en los EE. UU. habían afectado a 13 millones, con 6.600 muertes contando a partir de septiembre de 2019. Lo que la propaganda no dijo es que la gripe estacional suele cobrarse 88.000 vidas en China cada año.

La muerte de Li Wenliang fue anunciada en la mañana del 7 de febrero. En unas horas, la noticia de su muerte tuvo cientos de millones de espectadores en las redes sociales con cerca de un millón de comentarios. Los mensajes sobre la libertad de expresión también llegaron a millones de espectadores, pero se eliminaron rápidamente por el aparato de censura masiva del PCCh y el ejército de vigilancia de Internet.

Capítulo 2: ¿Sucederán de nuevo tales tragedias?

La desinformación del PCCh continuó después del brote, suprimiendo el número de casos confirmados y culpando a otros, como los Estados Unidos, de haber iniciado el virus, y presumiendo del "éxito" de China en la derrota de la enfermedad.

La línea de tiempo anterior indica que, si bien los expertos médicos habían hecho sonar repetidamente la alarma en las primeras etapas del brote, el PCCh había minimizado repetidamente el riesgo. Esto ocurrió no porque el PCCh no tuviera capacidad para difundir información sino porque puso la "estabilidad política" por encima de la vida de las personas.

Los casos fueron identificados y reportados por los médicos

En las etapas iniciales del brote, los médicos obtuvieron una cantidad suficiente de información, como los resultados del mNGS de Vision Medicals el 26 de diciembre y los datos de CapitalBio MedLab el 30 de diciembre.

Además, estos médicos, así como las instalaciones de pruebas, informaron de los resultados a sus superiores. Esto incluía la comunicación entre Vision Medicals y la academia china de ciencias médicas el 27 de diciembre, y entre Zhang Jixian y el CDC de Wuhan el 27 de diciembre y los días siguientes.

Además, Zhang Yongzhen, de la universidad de Fudan y el centro de salud pública de Shanghái, detectó un virus similar al SARS en muestras del CDC de Wuhan y obtuvo la secuencia completa del genoma el 5 de enero. Informó de ello a Shanghái y a las autoridades nacionales, indicando que el nuevo virus tenía el mismo origen que el virus del SARS. Como se propaga a través del sistema respiratorio, instó al público a mantenerse alerta.

Por lo tanto, había suficientes tecnologías, personal y comunicaciones para evitar que la enfermedad se propagara, si se hubieran tomado medidas a tiempo.

Función de la comisión de salud

La comisión nacional de salud de China, que tiene sucursales en todos los niveles del gobierno, envió oficiales para investigar la situación en Wuhan el 29 de diciembre. En ese momento, múltiples hospitales estaban reportando pacientes con coronavirus.

El 30 de diciembre, la comisión de salud envió un aviso a los sanitarios advirtiéndoles de una neumonía desconocida, sin mencionar el coronavirus. Además, prohibió al personal médico debatir la información.

Después de que Li Wenliang y otros compartieran la información a través del WeChat -la única manera posible de que los ciudadanos comunes pudieran hacerlo en este caso, todos ellos fueron reprendidos por los oficiales e incluso la policía.

Aunque el brote nunca fue difundido en los medios de comunicación nacionales en ese momento, la agencia de noticias Xinhua, de propiedad estatal, publicó rápidamente un informe sobre los 8 individuos que estaban siendo castigados por difundir rumores.

Era evidente que el PCCh tenía capacidad para difundir rápidamente la información, pero era selectivo en cuanto a lo que elegía transmitir. Incluso cuando los expertos médicos habían advertido repetidamente de la transmisión entre humanos, la comisión de salud seguía afirmando que la enfermedad era "prevenible y controlable". No reconoció la transmisión de humano a humano hasta el 20 de enero, tres días antes de que Wuhan fuera puesta en cuarentena.

Sin embargo, no se puede culpar a la comisión de salud por bloquear la información sobre el brote, ya que la agencia se limitó a informar lo que el PCCh quería que la gente supiera. El control de las narraciones sobre la epidemia es solo una manifestación de la naturaleza del PCCh, que se nutre de la violencia, el engaño y las mentiras para mantener el poder.

El error comienza en la cima

La oficina de información del consejo de estado en China publicó un libro blanco titulado "Desarrollo de la salud pública de China como elemento esencial de los derechos humanos" el 29 de septiembre de 2017. El libro blanco afirmaba: "China estableció en 2015 el mayor sistema por Internet del mundo de notificación directa de epidemias y emergencias de salud pública, y el tiempo medio de notificación se ha reducido de cinco días a cuatro horas".

Este sistema se volvió a probar en julio de 2019 con más de 8.200 participantes de 31 provincias y ciudades de nivel provincial. El propósito era practicar cómo manejar un brote de virus en algún momento del 2020.

Además, otro simulacro de rescate de emergencia tuvo lugar en el aeropuerto de Tianhe en Wuhan el 18 de septiembre de 2019, antes de los Juegos Militares Mundiales de 2019. El programa incluía una encuesta sobre la epidemia, la supervisión del personal, el área de cuarentena temporal, el traslado de pacientes y la limpieza a fondo.

Pero todos estos preparativos se desmoronaron tres meses después cuando se detectaron los pacientes con coronavirus y se informó a los oficiales superiores, que minimizaron el riesgo para mantener la "estabilidad social". El líder chino Xi Jinping fue raramente visto durante la crisis de la epidemia, a pesar de que normalmente hacía apariciones de alto perfil de forma regular.

El día que Wuhan fue confinada, el 23 de enero de 2020, Xi dio un discurso marcando el Año Nuevo Lunar Chino, pero no mencionó el coronavirus. Asistió a un banquete para celebrar el año nuevo al día siguiente, pero nuevamente no dijo nada sobre el brote. El 28 de enero, se reunió con el director de la organización mundial de la salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus. El 5 de febrero, se reunió con el primer ministro camboyano Hun Sen.

Xi no fue visto en público de nuevo hasta el 10 de febrero, cuando visitó el distrito Chaoyang de Beijing para inspeccionar el trabajo de los funcionarios locales en la lucha contra el virus. La siguiente vez que se vio a Xi fue el 10 de marzo, cuando visitó Wuhan por primera vez desde que estalló la epidemia en diciembre de 2019.

La inacción de Xi llevó a un peor manejo de la crisis. Un documento reciente recibido por Minghui.org revela que la comisión nacional de salud de China había dado órdenes de destruir las muestras de coronavirus y prohibió rebatir la información durante la crisis de coronavirus.

Además, también se han suprimido los datos brutos y originales para cumplir con las estadísticas publicadas oficialmente, según un informe de la comisión de salud de la ciudad de Chaoyang a la comisión de salud de Liaoning el 23 de febrero de 2020. Varios organismos gubernamentales participaron en la destrucción de los datos, en la que "Además de destruir los datos, los oficiales también identificaron a todas las personas que tenían acceso a los datos uno por uno, y les exigieron que firmaran acuerdos de no divulgación".

Con un sistema tan completo para bloquear la información, encubrir los hechos y engañar al público, es poco probable que el público disponga de información vital en caso de que se produzca otro contagio.

(Continuará)

Primera parte

Segunda parte

Tercera parte

Cuarta parte