[MinghuiNet] El sábado 9 de junio de 2012, practicantes de Falun Gong en Saarbrücken, Alemania, celebraron una jornada informativa, con el propósito de exponer la persecución a Falun Gong llevada a cabo por el partido comunista chino (PCCh).

给行人讲真相

Presentando Falun Gong a los transeúntes

学员展示功法

Practicantes hacienda una demostración de los ejercicios de Falun Gong

民众签字支持反迫害

Personas firmando una petición para apoyar a Falun Gong

Localizada al suroeste de Alemania, Saarbrücken, capital de Saarland, disfruta de una larga historia. Ubicada cerca de Francia y con una historia del Imperio Francés, Saarbrücken, ha sido influenciada por la cultura francesa.

Era una mañana soleada de sábado, y el ajetreado centro de Saarbrücken estaba repleto de peatones. Los practicantes de Falun Gong montaron una mesa informativa con pancartas ilustrativas en una concurrida calle peatonal. Distribuyeron folletos a los peatones y recolectaron firmas para que detengan los crímenes del  PCCh, por la extirpación de órganos a practicantes de Falun Gong vivos. También hicieron una demostración de los ejercicios de Falun Gong, lo cual captó la atención de los transeúntes. Mucha gente se detuvo a observar.

Una participante de la actividad de la jornada informativa, dijo que cuando repartía folletos, mucha gente comentaba que ya había oído hablar acerca de la persecución a los practicantes de Falun Gong, e inmediatamente querían firmar la petición en apoyo a la práctica.

Un joven alemán tomó un folleto y se quedó estupefacto al enterarse de las atrocidades  del PCCh por la extirpación de órganos a los practicantes de Falun Gong. Preguntó a los practicantes: “¿Es esto cierto? ¿Es esto cierto?”. Comentó que era terrible.

Una mujer, después de escuchar el discurso del practicante explicando la persecución, dijo, que como profesora, justamente había hablado a sus alumnos hace unos pocos días acerca de los derechos humanos en China. Sabía que los antecedentes chinos en cuanto a derechos humanos, eran muy pobres, y firmó en la hoja de recogida de firmas. También se llevó muchos folletos para que los leyeran sus estudiantes.

Un practicante empezó a hablar con un hombre mayor que pasaba junto la mesa informativa. El caballero era diseñador antes de jubilarse, y había empezado a aprender el Budismo en la década de los setenta. Después de conocer sobre la situación en China, firmó en hoja de firmas. Después estuvo observando la demostración de los ejercicios en silencio, y cuidadosamente leyó las descripciones de los ejercicios en los carteles.