(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en febrero de 2023. En ese momento, sufría una enfermedad terminal que requería cirugía en ambos pulmones. Las operaciones no podían realizarse simultáneamente, así que los médicos decidieron extirpar primero un tumor del pulmón derecho. Planeaban reevaluar el pulmón izquierdo tres meses después para ver si era posible operarme.
Después de la cirugía, me quedé en cama en casa durante más de un mes y perdí tanto peso que estaba solo huesos. Mi familia pensó que no sobreviviría y estaban desanimados todo el tiempo. Nuestra casa se sentía lúgubre y sin vida.
Mi cuñada, practicante de Falun Dafa, me dijo: «Solo Falun Dafa puede salvarte». Me contó sobre algunos pacientes graves que se recuperaron tras practicar Falun Dafa y me animó a escuchar las historias de «Vida y esperanza renovadas». Sabía que Falun Dafa era bueno, así que, con una convicción inquebrantable, decidí practicar. Planeaba abandonar todos los tratamientos médicos convencionales, depositar mi fe en Shifu y en la práctica, y confiarle todo a Shifu, con la firme convicción de que superaría esta dura prueba.
Debido a mi condición física extremadamente débil, no podía practicar los ejercicios, así que comencé estudiando Zhuan Falun y escuchando las conferencias de Shifu. Empecé a hacer los ejercicios dos meses después. Cuando hice el segundo ejercicio, debido a la cirugía, no podía levantar fácilmente el brazo derecho para mantener la posición de sostener la rueda. Pero me obligué a levantarlo, corrigiendo gradualmente mi postura: un proceso de soportar dificultades y cultivar mi corazón.
Durante el quinto ejercicio, me dolían las piernas y se me resbalaban constantemente, así que practiqué sujetarlas con una correa. Mi pierna derecha se hundió por la presión del tobillo izquierdo. Por muy difícil que se pusiera, perseveré, negándome a verme como un paciente y encontrando alegría en las dificultades.
Me esforcé al máximo por ser una buena persona siguiendo los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Tras dedicarme al estudio del Fa y a la práctica de cultivación, Shifu me elevó y purificó mi cuerpo. Mejoré cada día: subí de peso y recuperé mi vitalidad. Seis meses después, un examen de seguimiento en el hospital reveló que las células cancerosas habían desaparecido y que solo quedaba una ligera inflamación en mi pulmón izquierdo.
Mi familia y amigos se emocionaron al enterarse de la noticia, especialmente aquellos que creían que no sobreviviría. Les pareció increíble que, sin tomar una sola pastilla ni recibir una sola inyección, una enfermedad tan grave pudiera curarse simplemente practicando Falun Dafa.
Mi experiencia ha demostrado las extraordinarias maravillas de Dafa. Todos los que lo conocen apoyan a Dafa. Mi familia está agradecida con Shifu y apoya mi cultivación.
Gracias Shifu por darme una segunda oportunidad de vida y una familia completa.
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