(Minghui.org) Desde finales de 2017, memorizo Zhuan Falun y lo convertí en una parte constante de mi vida diaria. Cada día, me concentro en calmar mis pensamientos y profundizar las enseñanzas de Falun Dafa durante el estudio del Fa.
Entendiendo la esencia del Fa a través de memorizarlo
Cuando empecé a memorizar el Fa, las distracciones me abrumaban. Sentía la mente nublada y aturdida, como si estuviera a punto de quedarme dormida. Para combatirlo, me levantaba y caminaba mientras memorizaba. Con el tiempo, la somnolencia disminuyó un poco, pero mi ritmo seguía siendo lento. Por muchas veces que leyera el Fa, no podía memorizar ni un solo párrafo y seguía cometiendo errores.
Así que cambié a memorizar una frase a la vez. Después de memorizar tres líneas sin errores, pasaba a la siguiente sección. Aunque lento, este método me mantenía concentrada. Si no prestaba atención, olvidaba o cometía errores. Sentía que este enfoque permitía que las enseñanzas se asimilaran más profundamente que simplemente leer.
La segunda vez que memoricé Zhuan Falun, memorizaba tres líneas a la vez. Cuando lograba recitar un párrafo sin interferencias, pasaba al siguiente.
Desde principios de 2023, me uní a un grupo en línea dedicado a memorizar el Fa. Durante el proceso, a veces capté significados profundos que antes se me escapaban con la simple lectura. Gracias a esta práctica, llegué a apreciar cómo el Fa llegaba directamente a mi corazón: una cualidad verdaderamente valiosa.
En el pasado, los cultivadores soportaban inmensas interferencias y dedicaban años a la práctica, pero solo obtenían un pequeño gong (energía de cultivación). Sin embargo, en nuestra cultivación de Dafa, siempre que identifiquemos y eliminemos los apegos, nuestro xinxing mejora y nuestro gong aumenta, lo que permite que nuestra cultivación progrese con notable rapidez.
Al mismo tiempo, me di cuenta de que mis ideas previas eran erróneas. Al compararme con los estándares humanos comunes, siempre anhelaba una vida cómoda, y cuando surgían interferencias, sufrimiento o tribulaciones, inconscientemente los resistía y los rechazaba en mi corazón. Pero si uso Dafa como referencia, ¿no es esta una oportunidad de oro para exponer los apegos humanos, cultivar los deseos humanos y elevar mi reino? ¡Debería apreciar las tribulaciones, ser agradecida y regocijarme!
A menudo escucho en Radio Minghui las conversaciones de otros practicantes sobre la perseverancia en la memorización del Fa. Esto profundizó mi entendimiento de la importancia de memorizar el Fa y me animó constantemente a perseverar.
Encontré mis apegos fundamentales
En cuanto a mi apego fundamental, ya había buscado respuestas años atrás, después de que Shifu publicara el artículo "Hacia la perfección". En aquel entonces, creía que mi apego fundamental era el deseo de alcanzar la Perfección, la esperanza de regresar a los reinos celestiales mediante la cultivación.
Obtuve el Fa en 1995 mientras cursaba estudios de posgrado en la universidad. En aquel entonces, me sentía profundamente perdida sobre el sentido de la vida, insegura de por qué existían las personas y carecía de un propósito claro. Debido a mi mala salud —tenía tuberculosis—, me uní a una clase extracurricular en la escuela para practicar qigong y taichi para sanar y mantenerme en forma.
Un día, en el campus, me encontré con un monje errante que se dirigió a nuestro grupo. Nos dijo: “Un buda es aquel que alcanzó la iluminación”. Ese momento despertó en mí un profundo anhelo de alcanzar la iluminación. Al regresar a mis clases especializadas, las conferencias del profesor me parecieron completamente insignificantes; este conocimiento jamás podría conducir al verdadero despertar. Aproximadamente un mes después, encontré un folleto que presentaba Falun Dafa. Fui inmediatamente al lugar de práctica y pronto obtuve el Fa.
El año pasado, mientras memorizaba la sección "El qigong es precisamente xiulian" de la Primera Lección de Zhuan Falun, comprendí mejor mis apegos fundamentales. Fue como si de repente recordara mis pensamientos iniciales al obtener el Fa: quería cultivarme para convertirme en un buda. Sin embargo, no entendía plenamente la naturaleza solemne y sagrada de la Budeidad; en cambio, la veía a través de nociones humanas comunes. Era como la gente considera a los doctorados y pos-doctorados, como si ocuparan puestos de mayor capacidad y títulos superiores.
Así, yo también busqué convertirme en un Fo mediante la cultivación, de forma similar a como uno se esfuerza por alcanzar un título entre la gente. Aunque practicaba los ejercicios y estudiaba el Fa a diario, me acercaba a Dafa con la actitud de un intelectual, tratándolo como un estudio teórico.
Cuando surgían tribulaciones durante la cultivación que me exigían elevar mi xinxing, a menudo seguía respondiendo con nociones humanas, y algunos obstáculos resultaban insuperables. Al interactuar con la gente común a mi alrededor, los evaluaba según los estándares del Fa, consideraba sus acciones inadecuadas y desarrollaba un sentido de superioridad. No logré mirar hacia dentro ni cultivar verdaderamente mi xinxing.
Tras el inicio de la persecución el 20 de julio de 1999, después múltiples periodos de persecución, tropiezos, desvíos y recuperaciones, aprendí gradualmente a mirar hacia dentro y a cultivarme con firmeza estudiando el Fa y leyendo artículos de compañeros practicantes en Minghui. Sin embargo, mi entendimiento de los apegos fundamentales seguía siendo superficial.
Esta vez, recordé de repente mi mentalidad cuando obtuve el Fa por primera vez, y comprendí que fue el Fa el que me iluminó durante el proceso de memorizarlo. Reconocí mi fuerte apego al beneficio personal. El deseo de vivir cómodamente se había formado desde la infancia; era mi apego fundamental a la vida humana. Estos apegos se manifestaban como esperanzas de una familia feliz, un buen trabajo, un ingreso decente, una posición respetable y ser tenida en alta estima. También se manifestaron en mi amor por las compras y la alegría de encontrar artículos rebajados. Ahora entiendo que estas son también la raíz de mi deseo de comodidad.
El verdadero yo emergió a través de una cultivación sólida
Durante los últimos años de mi cultivación, no solo memoricé el Fa, sino que también lo copié a mano ocasionalmente. Empecé copiando escrituras y, recientemente, copio uno o varios pasajes a diario. Gracias a este proceso, descubrí algunos de mis apegos, los cuales no veía con anterioridad, como menospreciar a los demás, buscar consuelo, albergar envidia y guardar resentimiento. Durante las comidas y las tareas del hogar, escucho regularmente Radio Minghui. Siempre que puedo, visito el sitio web de Minghui para leer los artículos de otros practicantes.
Memorizar y copiar el Fa con constancia, así como escuchar Radio Minghui, me beneficia enormemente. Dafa me ayudó a purificar diversos pensamientos negativos y yeli, aclarando mi mente y aquietando mi corazón. Los artículos que comparten mis compañeros practicantes me recuerdan que siempre debo ver las tribulaciones desde la perspectiva de un cultivador y buscar en mi interior las razones cuando me surgen tribulaciones.
El año pasado, se llevó a cabo un proyecto importante, pero el coordinador no me permitió participar. Aunque no lo manifesté, en mi interior lidiaba con fuertes sentimientos de competitividad, envidia y resentimiento, que afloraban con frecuencia. Cada vez que surgían estos apegos, los reconocía y enviaba pensamientos rectos para eliminarlos.
Más tarde, me enteré de que el proyecto no avanzaba bien y sentí una leve sensación de orgullo. Un día, durante la meditación, mi verdadero yo despertó de repente. Me pregunté: ¿Cómo podía alegrarme que un proyecto tan importante fracasara? Aunque el coordinador me excluyó, si hubiera participado y el proyecto no hubiera logrado su objetivo de salvar a la gente, ¿no significaría eso que también había incumplido mi promesa? ¿Cómo podía quedarme de brazos cruzados? Así que empecé a mirar dentro sobre mis propias deficiencias y a considerar qué podía aportar al proyecto.
Cuando me di cuenta de que este arreglo involucraba elementos de las viejas fuerzas, explotando nuestros apegos no cultivados para crear barreras entre compañeros practicantes y fragmentar nuestra fuerza como un cuerpo, comencé a enviar pensamientos rectos para eliminar todos los arreglos que las viejas fuerzas me habían impuesto.
Más tarde, mediante una genuina práctica de cultivación, llegué a reconocer mi fuerte apego al yo, insistiendo siempre en hacer las cosas a mi manera y juzgando a los demás y a las situaciones según mis propios estándares. Creo que esta fue la principal excusa que usaron las viejas fuerzas para interferir.
Mientras estudiaba diligentemente el Fa y me esforzaba por eliminar mi apego al yo, también ayudaba a mis compañeros practicantes lo mejor que podía, sin importar si era o no mi responsabilidad. Busqué proactivamente maneras de usar mis fortalezas para contribuir al proyecto. Al hacerlo, sentí el aliento de Shifu. Shifu purificó mi cuerpo y mi mente, y mi entorno se volvió armonioso. Mis compañeros practicantes se unieron en un esfuerzo concertado y una cultivación diligente, haciendo que el proyecto progresara correctamente.
Ahora, durante mi estudio diario del Fa, intento tranquilizarme y aprenderlo en mi corazón. Poco a poco, llegué a comprender mejor lo que Shifu dice en el Fa. ¡Estoy profundamente agradecida con Shifu por impartirnos Dafa! ¡Gracias, Shifu, ¡por su constante protección a lo largo del camino! ¡También estoy agradecida por el intercambio y la comunicación desinteresados entre los discípulos de Dafa de todo el mundo!
¡Gracias Shifu!
¡Gracias, compañeros practicantes!
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