(Minghui.org) Tengo la suerte de que Shifu siempre me cuida en mi camino de cultivación. Me gustaría compartir dos historias de mis recorridos en zona rural para esclarecer la verdad a los seres conscientes, con la esperanza de que quienes están predestinados las lean y tengan fe en Dafa.
La primera historia
En 2008, cuatro practicantes fuimos puerta por puerta en la zona rural para aclarar la verdad. Nos dividimos en grupos de dos.
Nos acercamos a la puerta de la casa de un granjero. Un gran caballo blanco bloqueaba la entrada y aprendí por primera vez que los caballos también pueden proteger las casas. La dueña de la casa sujetó la cabeza del caballo para que pudiéramos entrar al patio.
En ese momento, vi a dos personas caminando por la calle cerca de la casa de la mujer. Le dije al otro practicante: “Pueden entrar todos primero. Quiero aclararles la verdad a estas dos personas antes de entrar”. Ambas estaban verdaderamente predestinadas. Estaban encantadas de conocer sobre Dafa y ambas estaban felices de renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh) y sus organizaciones afiliadas.
Llegué de nuevo a la puerta del granjero y el gran caballo se abalanzó sobre mí. Me hice a un lado rápidamente. Le dije: «Caballo, te pareces al caballo dragón blanco de Viaje al Oeste. Shifu me envió para salvar a tu dueño, y espero que también recuerdes que “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno” para que puedas ser salvado». El caballo blanco resopló, retrocedió y bajó la cabeza tres veces, luego se hizo a un lado, esperando a que entrara al patio. Me sorprendió gratamente: ¡todos los seres vivos tienen inteligencia! No podía ver el origen de la vida de este caballo, pero comprendí la gran compasión de Shifu por esta vida que también esperaba la salvación.
Cuando entré en la casa, la dueña me dijo sorprendida: “Mi caballo nunca ha dejado entrar a desconocidos. ¡Tú eres la primera!”. Le dije que el caballo blanco me había saludado tres veces. La dueña se alegró mucho al oírlo. Después de que le hablamos de Falun Dafa y la persecución del PCCh, aceptó renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas.
Al irnos, el caballo blanco se quedó allí quieto. Le toqué la cabeza y le dije: “Gracias”. Nos observó dócilmente mientras nos alejábamos.
Recuerdo algo más muy bien. Llegamos a la puerta de otro granjero, pero la dueña de la casa nos detuvo y dijo con un tono muy cruel: "Los he estado observando durante mucho tiempo. Son practicantes de Falun Dafa. ¡No entren en mi casa! ¡No les creo!". La miré a los ojos con calma y pensé: "¡Qué lástima da esta persona! Le llegó la verdad a la puerta, pero ella no lo sabe. ¡Le ruego Shifu que la salve!".
Le dije: “Tienes una personalidad directa, debes ser muy capaz. ¿Adivina quién me envió aquí?”. Ella respondió: “¿Cómo iba a saberlo?”. Dije: “¡Fue mi Shifu! Shifu nos pidió que aclaráramos la verdad a la gente y te salváramos”.
Ella sonrió y repitió: “Pase, pase”. Los factores que le habían impedido escuchar la verdad se habían desintegrado. Le dije: “Verá, la moralidad de la gente hoy es incomparable a la de la década de 1950, y hay mucho caos social. Falun Dafa es la práctica más elevada de la Escuela Buda y se ha extendido a más de 100 países. Shifu vino a salvar a la gente en esta época en que la moral humana está corrompida”. También le hablé de la naturaleza del PCCh y la razón por la que persigue a Falun Dafa. Le expliqué que al menos 80 millones de personas murieron a causa de la violencia del PCCh. “Cuando el PCCh sea llevado ante la justicia”, dije, “estaremos a salvo si renunciamos a todas sus organizaciones”.
Me escuchó atentamente y me preguntó: “Háblame de la autoinmolación de Tiananmén”. Le expliqué con detalle que el PCCh montó el incidente para incriminar a Falun Dafa y justificar la persecución. Quedó atónita al oír esto y dijo: “Gracias por hablar tanto y hacerme entender. ¡Resulta que Shifu les pidió a los practicantes de Dafa que salvaran a la gente! Mi hijo era miembro de los Jóvenes Pioneros, y yo también. Mi esposo es director de la escuela primaria del pueblo y se afilió al Partido. ¿Puedes ayudar a mi familia a renunciar a estas organizaciones? ¡Me escucharán! ¡Muchas gracias!”.
Le respondí: “¡Deberías agradecerle a Shifu!”. Ella juntó las palmas de las manos en heshi (un gesto de respeto) y dijo: “¡Gracias, Shifu!”.
Ella guardó una copia de todos los materiales de aclaración de la verdad que yo tenía. Le dije que debía aclararle la verdad a su familia y que debían leer la información y comprenderla para ser verdaderamente salvados. También le dije: “Eres bendecida; permíteme recitarte un fragmento del poema del Shifu”:
“Entre la inmensidad del mar de personas, difícil es encontrarse
Con una sonrisa casual, las relaciones predestinadas se conectan
Tranquiliza el corazón y escucha la verdad
Por estas palabras has esperado miles de años
El Dafa que rescata del desastre ya se está transmitiendo
Cada frase de los secretos celestiales son palabras verdaderas”
(Decirle a la persona con relación predestinada, Hong Yin III)
Al aclarar la verdad y salvar a las personas, a veces nos encontramos con personas irracionales, por lo que necesitamos tener suficiente compasión y tratar a todos bien.
La segunda historia
Una noche de 2018, un practicante y yo fuimos a la zona rural a distribuir materiales de aclaración de la verdad y a colgar carteles.
Nos acercamos a un gran árbol al borde del camino y estábamos a punto de colgar un cartel cuando un fuerte rayo de luz provino de la colina cercana, dejándonos expuestos. Pensé: “Lo que estamos haciendo es lo más recto. Estamos salvando seres conscientes según los requisitos de Shifu, y ningún mal puede detenernos”. La luz desapareció rápidamente y colgamos los carteles.
Distribuimos materiales de aclaración de la verdad en varias localidades. De camino a casa, pensaba: “Seres conscientes, por favor, aprovechen la oportunidad de ser salvados”. De repente, oí a varias personas gritar delante de mí: “¡Alto! ¡Alto!”. Le dije al compañero practicante: “No podemos dejar que nos detengan. Aceleremos la marcha. ¡Adelante!”. Y, efectivamente, salimos de aquella situación.
Después de conducir un rato, las luces de la motocicleta se apagaron. El camino rural era irregular y había muchos caminos con pendientes pronunciadas debido a que estábamos en las montañas. La superficie del camino era curva y no podíamos ver el camino con claridad. El practicante me dijo que me quedara quieto, que iba a alcanzar al auto que iba más adelante para seguir su luz. El auto de adelante viajaba muy rápido. De repente sentí que flotaba en el aire, volando. Pensé: "¡Se siente tan bien volar en el aire!". Pero de repente caí al suelo. Mirando a mi alrededor, estaba tendido en el camino. Había volado desde la ladera de una colina alta. Me dije: "¿Acabamos de chocar con la colina?". Rápidamente le grité a mi compañero practicante: "¡Por favor, pídele a Shifu que nos salvé!". El practicante respondió: "¡Yo también estoy suplicándole a Shifu!". Gritamos en voz alta casi al mismo tiempo: "¡Gracias, Shifu, ¡por salvarnos!".
Los dos salimos ilesos, pero la motocicleta no arrancaba. El practicante dijo: “Vamos a empujarla y seguir adelante”. Empujamos la motocicleta por el camino rural, pero aún estábamos lejos de casa. Finalmente, llegó un joven en motocicleta. Se detuvo y nos preguntó: “¿Por qué empujan su motocicleta? Es muy tarde”. Le explicamos el motivo y le aclaramos la verdad. Tras unas pocas palabras, dijo: “¡He estado practicando Falun Dafa durante más de 10 años!”. Exclamé: “Gracias, Shifu, por enviar a este joven a recogernos”. El practicante dijo: “De repente sentí que no podía quedarme en casa y tenía que venir aquí a hacer algo”.
Todos estábamos agradecidos por la gran compasión de Shifu al cuidar de los discípulos y enviarles ayuda en tiempos de crisis. Fuimos testigos de la compasión de Shifu y de la grandeza de Dafa.
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Categoría: Aclarando la verdad