(Minghui.org)
Saludos, venerable Shifu.
Saludos, compañeros practicantes.
Originalmente no tenía intención de escribir nada para esta conferencia. Pero al comunicarme con otros practicantes, comprendí que armonizar la conferencia del Fa y salvaguardar el ambiente de cultivación es responsabilidad y obligación de un verdadero discípulo de Dafa. Aquí, me gustaría reflexionar y compartir sobre mi cultivación desde dos perspectivas: superar las pruebas familiares y apoyar la logística de Shen Yun.
Soltando los apegos a través de mirar hacia dentro
Mi esposo y yo somos practicantes y llevamos muchos años casados; podríamos decir que somos un matrimonio de ancianos. Nos conocemos desde la infancia y creía conocerlo muy bien. Sin embargo, al no soltar el apego al dinero durante una disputa familiar por cuestiones económicas, me sentí profundamente ofendida. Sentía que había vivido todos estos años solo para sacrificarme por los demás. De repente me di cuenta de lo diferentes que éramos, no solo en personalidad, sino también en hábitos e incluso valores. La falta de armonía en nuestra vida aumentó y nos irritábamos cada vez más. Nuestra relación se volvió incómoda y fría.
Un día, dos años antes de la pandemia, me dijo que había cambiado de trabajo y que en tres o cuatro días se iría de casa a trabajar a otro estado durante los próximos tres años. Me quedé atónita. Un cambio tan grande, y él no lo había hablado conmigo ni me había avisado. Me sentía ansiosa y presionada, pensando que tendría que encargarme sola de toda la casa. Mientras tanto, él parecía encantado y completamente indiferente a mis sentimientos. Mi resentimiento se profundizó.
Sabía que algo andaba mal en mi mentalidad. Shifu dijo en Exponiendo el Fa en el Fahui del Oeste de los Estados Unidos:
“Sin embargo como cultivadores deberíamos dominarnos y mantener la mente clara. Hagan todo con un corazón bondadoso” (Exponiendo el Fa en el Fahui del Oeste de los Estados Unidos).
Si, como cultivadora, mi mentalidad tranquila y pacífica se había desvanecido, tenía que adaptarme rápidamente e identificar los apegos que la habían perturbado. Me dispuse a estudiar el Fa y a reflexionar sobre mí. Descubrí muchos apegos: dependencia, preocupación, celos, pereza, miedo a los problemas, miedo a la soledad... ¡tantos! ¿No era esta la oportunidad perfecta para eliminarlos? Si solo me centraba en lo negativo, ¿no me estaba dejando dominar por las nociones humanas comunes? Todo tiene dos caras. ¿Por qué no centrarme en los aspectos positivos? Me decidí a aprovechar esta oportunidad para elevarme.
Una vez que adapté mi mentalidad, comencé a disfrutar del presente. Disfruté no solo de la paz y la libertad, sino también de las dificultades y los desafíos. Disfruté la sensación de estar sola sin apoyo y las minucias de administrar un hogar. Me volví más independiente, más capaz, y también comprendí las dificultades que mi esposo había soportado durante todos estos años para construir un hogar estable y cómodo para nosotros. Aunque él estaba lejos, seguía asumiendo muchas responsabilidades familiares a distancia.
Estoy profundamente agradecida porque fue la guía de Dafa la que me permitió adaptarme positiva y pacíficamente a los cambios de la vida y tratar de abordar todo con amabilidad.
En la vida diaria, mi esposo es tranquilo, mientras que yo disfruto compartiendo y siento que compartir las enseñanzas del Fa y mejorar juntos debería ser algo común entre las parejas que se cultivan. Pero cuanto más lo esperaba, menos ocurría, e incluso causaba conflictos. De hecho, con el Fa y Shifu conmigo, ¿por qué dependía de fuerzas externas para motivarme? Aunque ambos seamos cultivadores, no puedo usar el Fa para exigirle cosas; la cultivación es un camino individual.
Descubrí que cuando me comunicaba con él con calma y sin expectativas, los resultados eran mejores. Cuando no me dejaba arrastrar por sus emociones, los conflictos se resolvían rápidamente. Si alguien me irrita, quizás sea yo quien necesita cambiar y mejorar.
Templando el corazón al hacer las cosas
Cuando empezó la pandemia, mi esposo regresó y trabajaba desde casa. Cuando Shen Yun vino a actuar, lo animé a ayudar en la cocina. Le gusta cocinar, así que una vez que se involucró, mi mayor desafío fue que seguía subiendo de peso.
En el mundo actual, el yin supera al yang, incluso entre los discípulos de Dafa. En nuestra zona, pocos practicantes varones participan regularmente en actividades. Para animarlo aún más, le dije: «Espero que podamos volver a como era al principio de nuestra cultivación: tú liderando al frente, y yo y los niños detrás». Así nos describió una vez un practicante.
Debido a ciertos cambios en el entorno local, me di cuenta de que debía ajustar aspectos de mi cultivación. El enfoque decidido al que me había acostumbrado pudo haber afectado inadvertidamente a mis compañeros practicantes. El equipo de cocina también siempre tenía poco personal. Con la aprobación del equipo de coordinación de Shen Yun, mi esposo se unió con confianza.
Pero aunque dije que lo seguiría, no pude. Había ayudado a coordinar la logística local de alimentos durante muchos años y, con la ayuda de los practicantes del Área de la Bahía, había presenciado el desarrollo de nuestro equipo de cocina. Naturalmente, comencé a posicionarme como su experta y mentora.
A menudo me sentía menospreciada y falta de respeto al ver a mi esposo, quien se había ofrecido como voluntario en la cocina por primera vez, actuar como un veterano experimentado. A menudo ignoraba o cuestionaba mis sugerencias. "¿En serio? ¿Cómo lo sabes?" o "¿Lo has hecho antes?", como si fuera una novata.
Hablaba con un tono autoritario y con frecuencia decía: "¡No preguntes sobre cosas que no te incumben!". Pero cuando algo salía mal o faltaba una herramienta, yo era la primera a quien culpaba. Sentía que me esforzaba y hacía todo lo posible por ayudarlo, pero no recibía ningún reconocimiento a cambio. Mi mentalidad competitiva y mi fuerte orgullo seguían siendo evidentes, así que era sensible al tono y la actitud de los demás. Como resultado, a menudo sentía que había herido mi dignidad y respondía con insistencia, lo que a su vez también hería sus sentimientos.
Otros parecían preferir consultarle a él que a mí. Escuché más elogios hacia él, mientras que a mí me daban más consejos. No me informaban de ciertas reuniones, lo que me hacía sentir "descartada" aunque no me había ido. Entre el agotamiento, el estrés y el conflicto, olvidé mirar hacia dentro. Solo veía sus apegos: su deseo de poder, control, fama y ostentación. Los dos primeros años de logística de cocina de Shen Yun con él fueron duras pruebas para mi xinxing. Incluso consideré cambiarme a tareas del equipo de seguridad de coches. Pensaba: "¿Por qué no puedo ser un humilde monje en cualquier lugar?". Pero en retrospectiva, no pretendía ser un pequeño monje, me diera cuenta o no, sino que intentaba tomar las riendas como un abad.
Me preguntaba: ¿Por qué otros pueden cooperar discretamente mientras que yo no? ¿Será que simplemente no estoy dispuesta a que me gestionen? ¿Estoy haciendo alarde de mi antigüedad? ¿Me creo especial? ¿Me he cultivado mejor? ¿Me he vuelto más iluminada? ¿Estaba simplemente luchando por el bien y el mal como una persona común? ¿De verdad quería cooperar por el bien de Shen Yun y de mis compañeros practicantes? ¿Realmente miré hacia dentro?
Shifu nos enseñó:
“¿Sabías esto? Siempre que seas un cultivador, en cualquier ambiente o bajo cualquier circunstancia, cualquier dificultad y cualquier cosa desagradable que encuentres, incluso si envuelven el trabajo para Dafa y sin importar si lo consideras como lo mejor y lo más sagrado, yo lo usaré con el fin de eliminar tus apegos y exponer tu naturaleza demoníaca para que puedas desecharla, porque sólo tu mejoramiento es de primera importancia” (Entendiendo aún más, Escrituras esenciales para mayor avance).
Honestamente, mis compañeros practicantes habían insinuado con sutileza mis apegos, pero no los tomé en serio. Si me criticaban, me molestaba y me cerraba. Shifu, misericordiosamente, aprovechó la oportunidad de la logística de la cocina para templarnos a ambos y ayudarnos a mejorar juntos.
Una vez que me enfrenté a mí misma, acepté mis imperfecciones y me decidí a cambiar, todo mejoró. El ansia de poder de mi esposo se convirtió en responsabilidad; su impaciencia demostró su eficiencia y pragmatismo. Su terquedad lo llevó a ser cauteloso y minucioso. Incluso sus errores se volvieron comprensibles y perdonables. Además, realmente vi su arduo trabajo y dedicación.
Desde encontrar una cocina antes de la actuación y hacer innumerables preparativos hasta ocuparse personalmente de muchos asuntos durante el evento, no solo tuvo que coordinar muchos aspectos interna y externamente, sino que también asumió el trabajo físico en la cocina, se encargó de las compras, preparó las comidas nocturnas, preparó comidas para el personal del lugar, organizó los pedidos y las entregas de comida, etc. Estaba en constante movimiento, apenas dormía unas horas cada noche.
Todos lo veían con sus propios ojos. Era evidente que era yo quien no podía seguir su ritmo. A veces ni siquiera entendía la situación completamente, pero seguía señalándolo con mis presunciones moralistas. A diferencia de otros practicantes que veían sus fortalezas, yo seguía enfocándome en sus defectos. Debió ser porque aún albergaba resentimiento en lo profundo de mi ser; la raíz no había sido completamente extirpada.
He llegado a comprender que, mientras miremos hacia nuestro interior con sinceridad y sin reservas, nos elevaremos gradualmente. A medida que continuamos trabajando juntos, los conflictos entre mi esposo y yo comenzaron a disminuir, mientras que nuestra coordinación se volvió más armoniosa. Estoy agradecida de darme cuenta de que nuestros familiares son en realidad poderosos apoyos en nuestro camino de cultivación, ayudándonos a avanzar con mayor rapidez en el camino a casa. Cada vez comprendo más que cuanto más miro hacia dentro, más purificados y elevados se vuelven mi corazón y mi cuerpo. Cuanto más dejo atrás la fama, la ganacia y el sentimentalismo, más tranquilidad y gracia siento, tanto por dentro como por fuera. He notado que mi rigidez y terquedad se disuelven gradualmente, y con cada pizca de gentileza que cultivo, surge una fuerza correspondiente.
Shifu nos enseñó:
“Abandonando los apegos, las livianas barcas avanzan veloces” (El corazón en sí está claro, Hong Yin II).
Solía sentir que la cultivación era agotadora porque siempre cargaba con demasiados apegos. Si no los dejamos ir, ¿cómo podemos sentirnos ligeros y libres? Ese "falso yo" es precisamente donde operan las viejas fuerzas: es su punto de apoyo. Eliminarlo es negar sus planes y expulsarlos de nosotros.
Compartiendo sobre el entorno de cultivación en la logística de cocina
La logística de la cocina es como las líneas de suministro militares. Con el rápido calendario de gira de Shen Yun, a menudo llegamos temprano y nos vamos tarde. Mientras los artistas estén presentes, necesitamos comer, incluso sin funciones. El trabajo es intenso y acelerado. A menudo trabajamos desde las 6 de la mañana hasta después de la función de la noche, sin tiempo para comer ni descansar. El ambiente es precario: estrecho, caluroso, ruidoso, con agua hirviendo y herramientas afiladas. La mayoría no somos profesionales. Muchas son practicantes de edad avanzada. Al final del día, es común tener dolores de espalda, fatiga y manos vendadas.
A veces cocinamos al aire libre, con frío o lluvia. Debido a las limitaciones del lugar, a veces cambiamos de cocina a mitad de la función: cargamos, descargamos y limpiamos a fondo cada vez. Una practicante lavó platos y verduras hasta que la piel de sus manos quedó muy dañada, pero usó guantes y terminó todo el recorrido. Una joven practicante, encargada de la compra de alimentos, se saltó comidas mientras buscaba ingredientes frescos, luego ayudó al equipo de seguridad del vehículo hasta las 2:00 a. m. y volvió a salir de compras a las 7:00 a. m. Otras terminaban de enviar pensamientos rectos a las 3:00 a. m., hacían los cinco ejercicios, daban una charla, tomaban un desayuno rápido y comenzaban a trabajar en la cocina a las 7:30.
No solo preparaban comidas para los artistas de Shen Yun, sino también para los practicantes voluntarios, a veces hasta para toda una compañía de Shen Yun. Cuando escaseaba la comida, aprovechaban sus descansos para cocinar más, a veces soportando las quejas de algunos practicantes. A menudo comían lo que sobraba. Pero estaban acostumbrados, ¡y nada sabía mejor que la amargura del trabajo duro!
Una practicante nueva dijo una vez: “Dicen que estamos ayudando a Shen Yun, pero no me atrevo a decirlo. Siento que es Shen Yun quien nos ayuda; Shifu nos da la oportunidad de cultivar, elevar y construir una virtud poderosa”. Creo que su iluminación es muy profunda.
Al ver su humildad, sinceridad, diligencia y cultivación arraigada, vi mis propias deficiencias. Es una bendición para mí ayudar a Shifu en la rectificación del Fa junto a estos practicantes.
Creo que la deliciosa comida que preparaban con cariño para los artistas de Shen Yun también fue degustada por el Fashen de Shifu. Una vez tuve un sueño en el que coloqué un plato de exquisiteces en una mesa al aire libre e hice una reverencia respetuosa para invitar a Shifu a comer. Al levantar la vista, vi a Shifu terminando de comer y a punto de irse. Ese sueño permanece vívido y cálido en mi memoria.
Nuestras cocinas eran alquiladas. Los caseros a menudo se asombraban y decían: "¡Guau, limpiaste la cocina aún mejor que cuando te la dimos!". Los practicantes sintieron que este era el verdadero estándar de los discípulos de Dafa.
Después de ver Shen Yun con toda su familia, el dueño de un restaurante que nos había estado patrocinando duplicó sus donaciones de comida, de una bandeja grande de cada plato a dos, ¡como muestra de gratitud!
El tiempo vuela. La promoción de Shen Yun 2026 está a punto de comenzar. A pesar de la interferencia sin precedentes del Partido Comunista Chino, Shen Yun continúa brillando en todo el mundo, salvando seres conscientes. Revitalicémonos, aprovechemos la inmensa oportunidad que nos ha brindado nuestro compasivo y gran Shifu, cultivémonos bien, seamos dignos de la gracia de Shifu, ayúdemoslo en la rectificación del Fa y salvemos a más personas.
Gracias, Shifu.
Gracias, compañeros practicantes.
(Artículo seleccionado presentado en el Fahui de San Francisco 2025)
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