Mujer de 58 años de Hebei apela sentencia de nueve años de prisión por su fe en Falun Gong

(Minghui.org) Una mujer de 58 años de la ciudad de Chengde, provincia de Hebei, fue sentenciada a nueve años de prisión por su fe en Falun Gong, según supo su abogado a finales de mayo de 2025. El abogado la ayudó a presentar un recurso de apelación y a mediados de junio de 2025 supo que el caso se había registrado en el Tribunal Intermedio de la ciudad de Chengde.

La Sra. Chen Yanqiu, que se gana la vida vendiendo almuerzos en cajas a trabajadores de la construcción, estaba cocinando en su casa el 12 de julio de 2024 cuando irrumpió un grupo de agentes del Departamento de Policía de la ciudad de Chengde, del Departamento de Policía del distrito de Gaoxin, del Departamento de Policía del condado de Chengde y del Departamento de Policía de Fengyingzi.

Ninguno de los agentes llevaba uniforme. Sin mostrar una orden de registro, allanaron el domicilio de la Sra. Chen y confiscaron sus libros de Falun Gong, la impresora, memorias USB, lectores de tarjetas y 15.000 yuanes (2.092 dólares) en efectivo. Su marido grabó a la policía con su teléfono y se lo arrebataron.

Tras la redada, la policía esposó a Chen por la espalda, la metió en un coche particular y la llevó al Centro de Detención de Shuangfengsi. No le dieron una lista de los objetos confiscados.

La familia de la Sra. Chen fue acosada muchas veces tras su detención. La policía amenazó con poner en peligro la carrera de su hija y obligó a la hija menor a grabar vídeos para intentar transformar a su madre. También confiscaron los dos teléfonos móviles de la hija menor, y la policía se negó a devolvérselos alegando que aún no habían concluido el caso de su madre.

La Procuraduría del distrito de Shuangqiao remitió el caso de la Sra. Chen al Tribunal del distrito de Shuangqiao el 12 de noviembre de 2024. El juez que presidía el tribunal fijó la fecha del juicio para el 27 de diciembre de 2024, pero no lo notificó a la familia de la Sra. Chen. Alegó que, dado que era mayor de edad, no había necesidad de informar a su familia. Su abogado se enteró más tarde de la fecha de la audiencia y se lo notificó a su familia.

Estaba previsto que la audiencia comenzara a las 9.00 horas del 27 de diciembre de 2024, pero no empezó hasta pasadas las 16.00 horas de ese día. A la Sra. Chen no le dieron nada de comer ni de beber mientras esperaba, a pesar de sus reiteradas peticiones.

El juez no permitió que la hija de la Sra. Chen la representara como defensora no letrada alegando que la habían convertido en testigo del caso. Alegó que no había dicho nada durante el interrogatorio policial que pudiera incriminar a su madre. Ella condenó a la policía por fabricar pruebas. El juez se quejó entonces de que sus esfuerzos por realizar una audiencia habían sido en vano y abortó la audiencia al cabo de una hora de sesión.

El 7 de enero de 2025 se llevo a cabo una segunda audiencia. Esta vez el juez sólo permitió asistir a un familiar de la Sra. Chen. Su abogado protestó, pero fue en vano. La Sra. Chen sufrió entonces una recaída de su enfermedad cardíaca y el juez canceló la audiencia. Su familia acudió más tarde a la oficina local de apelaciones para quejarse de la decisión del juez de permitir sólo la presencia de un espectador en la sesión.

El 10 de febrero de 2025 se realizó una tercera audiencia. El abogado de la Sra. Chen señaló que fue detenida únicamente por su fe en Falun Gong. La policía la tomó como objetivo después de que un funcionario del gobierno recibiera una carta procedente del condado de Chengde en la que se le instaba a dejar de perseguir a los practicantes de Falun Gong. No hay nada malo en enviar cartas sobre Falun Gong, pero la Sra. Chen no escribió ni envió dicha carta.

La policía insistió en que la Sra. Chen era la autora de la carta. Utilizaron los objetos confiscados en su domicilio como pruebas contra ella. También citaron a su hija como testigo de cargo sin que ella lo supiera.

La policía también fue a la obra que la Sra. Chen frecuentaba para vender viandas y ofreció 500 yuanes (70 dólares) de recompensa a quien testificara contra ella. Los trabajadores respondieron que nadie incriminaría a una buena persona como la Sra. Chen por un poco de dinero. Su abogado grabó las palabras de los trabajadores en su apoyo y pidió que se incluyeran en el juicio. El juez se negó a admitirlas como prueba y a permitir que el abogado llamara a declarar a los obreros. Sin embargo, las pruebas inventadas por el agente de policía que supuestamente procedían de los trabajadores de la construcción fueron admitidas en el juicio.

El procurador también citó la anterior detención de la Sra. Chen en 2016 (también por su fe) como otra prueba en su contra. Ese año fue puesta en libertad bajo fianza tras pagar una fianza de 8.000 yuanes (1.115 dólares), que posteriormente le fue devuelta en 2022. Los dos incidentes (las detenciones en 2016 y en 2024) no estaban relacionados, pero el juez permitió al procurador vincularlos para tener más «pruebas» contra la Sra. Chen.

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