(Minghui.org) El Manifiesto Comunista, escrito por Karl Marx y Friedrich Engels en 1848, comienza con: «Un espectro recorre Europa: el espectro del comunismo». Algunos pueden encontrar un toque de humor en esta afirmación, pero los 170 años de sangrienta historia del comunismo demuestran que esta descripción es de lo más acertada.
Desde la Comuna de París hasta la Unión Soviética y China, el espectro comunista ha despachado brutalidad y mentiras dondequiera que ha llegado. A pesar de los 5.000 años de historia de China, el país fue devastado por el Partido Comunista Chino (PCCh). Tras la persecución de los terratenientes durante el Movimiento de Reforma Agraria (1950) y de los empresarios en las Campañas Tres-Anti y Cinco-Anti (1951-1952), el PCCh procedió a silenciar a los intelectuales durante la Campaña Antiderechista (1957-1959) y a la aniquilación de los valores tradicionales durante la Revolución Cultural (1966-1976).
El espectro comunista no había terminado, y las tragedias resultantes continuaron. Diez años después de la Masacre de la Plaza de Tiananmén (1989), el PCCh comenzó a perseguir a los practicantes de Falun Gong por seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. El confinamiento militar del régimen chino durante la pandemia de COVID-19 también provocó un dolor incesante en toda China.
El enemigo de la humanidad
El daño no se limita a los países comunistas. «Los proletarios no tienen nada que perder excepto sus cadenas. Tienen un mundo que ganar», concluye el Manifiesto Comunista. En consonancia con esta ambición, el régimen chino exporta su ideología comunista a nivel mundial. En 2013, propuso "una comunidad de destino común para la humanidad". La traducción al inglés se cambió posteriormente a "una comunidad con un futuro compartido para la humanidad", pero su esencia sigue siendo la misma.
La agresiva expansión del PCCh no es accidental; más bien, tiene sus raíces en su profundo deseo de controlar más territorio y población. Dado que el régimen ignora la fe y los principios morales, en este proceso se involucra en una guerra sin restricciones, no solo contra el pueblo chino, sino a nivel mundial.
"Guerra sin restricciones" es un término moderno, pero el PCCh logra sus objetivos a cualquier precio; no tiene en cuenta las leyes ni los principios morales. Yan Xishan, un caudillo chino en la provincia de Shanxi, fue claro al respecto, y en un discurso de 1948 calificó al PCCh como "el espíritu de zorro de nueve colas más fascinante". Aseguró que quien trabajara con el PCCh sería engañado y perjudicado.
Sin embargo, la gente en China sigue siendo engañada por las mentiras y encubrimientos del PCCh. Muchos países de Europa y América también se han visto profundamente infiltrados por el comunismo y el socialismo, lo que ha provocado un creciente número de problemas en estos países.
Atacando los valores tradicionales de la humanidad
La ideología del PCCh, basada en la lucha de clases, el odio y el engaño, dificulta que el régimen tolere valores tradicionales como los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia de Falun Dafa. La persecución del PCCh a Falun Dafa, que comenzó en julio de 1999, se encuentra entre las peores atrocidades contra los derechos humanos del mundo en el siglo XXI.
En otro ejemplo de guerra desenfrenada, el exlíder del PCCh, Jiang Zemin (quien inició la persecución), dio una vez la orden de "arruinar la reputación de sus practicantes, arruinarlos financieramente y destruirlos físicamente". El Partido difama a Falun Dafa a través de sus medios de comunicación y su sistema educativo estatales. Utiliza el sistema judicial para detener y torturar a un gran número de practicantes. Al asesinar a practicantes para obtener sus órganos, está cometiendo un crimen de lesa humanidad sin precedentes.
El objetivo del PCCh no es solo gobernar el mundo, sino destruir los valores tradicionales de la humanidad. Por eso, la persecución a los practicantes de Falun Gong por su fe va más allá de una violación de los derechos humanos: el PCCh priva sistemáticamente a las personas de su conciencia, convierte a los chinos y a otras personas de todo el mundo en sus cómplices y pone en peligro a la humanidad.
Socavando el mundo libre
A pesar de la dura represión y difamación del PCCh, Falun Dafa se ha mantenido fuerte y ha ganado apoyo fuera de China. Según documentos filtrados, el PCCh planea intensificar su campaña de difamación contra Falun Dafa y Shen Yun Performing Arts. En consonancia con estos planes, desde el verano de 2024 han surgido oleadas de artículos periodísticos y publicaciones en redes sociales que difaman a Shen Yun y Falun Dafa.
Una de las razones por las que el PCCh ha agotado su influencia en el extranjero para atacar a Shen Yun es que Shen Yun busca revivir 5000 años de cultura tradicional china, mientras que los objetivos del PCCh incluyen suprimir y erradicar los valores tradicionales.
Con sede en Nueva York, Shen Yun cuenta ahora con 8 compañías de gira que han realizado más de 7400 actuaciones ante más de 11 millones de espectadores hasta la fecha. El arduo trabajo y el éxito de Shen Yun, junto con la cultura tradicional que representa, son un testimonio del sueño americano. Al atacar a Shen Yun, el PCCh está socavando los valores estadounidenses y amenazando al mundo libre.
Abrazando la bondad y alejándose del peligro
Al reflexionar sobre el siglo pasado, el daño que el comunismo y el PCCh han traído a la humanidad es indescriptible. Según el Apocalipsis, la Batalla de Armagedón se refiere a una batalla entre el bien y el mal. Hasta cierto punto, el espectro del comunismo representa a las fuerzas del mal o a Satanás, e intenta destruir a la humanidad difundiendo mentiras y privando a las personas de su conciencia.
En esta batalla, las decisiones que tomamos y cómo nos alineamos son cruciales. Es importante distanciarnos del comunismo, abrazar los valores tradicionales y cultivar la bondad. Al alejarnos del PCCh, la humanidad disfrutará de un futuro brillante.
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