(Minghui.org) El 25 de abril se cumple el 26.º aniversario de la apelación pacífica de los practicantes de Falun Dafa en Beijing en 1999. Una mirada retrospectiva a la historia reciente reveló que el evento fue uno de varios engaños organizados por el Partido Comunista Chino (PCCh) con el fin de atacar a Falun Dafa.

El PCCh es conocido por instigar a individuos o grupos para perseguirlos. Por ejemplo, durante la Campaña de las Cien Flores, entre 1956 y 1957, Mao Zedong animó a todos a expresar libremente sus opiniones. Tras prometer no tomar represalias contra quienes señalaran las deficiencias del Partido, utilizó lo que decían como "prueba" para atacarlos durante la Campaña Anti derechista del PCCh, entre 1957 y 1959. Aproximadamente 550.000 personas fueron etiquetadas como "derechistas", y tanto ellas como sus familiares fueron perseguidos.

Cuando Falun Dafa se enseñó por primera vez al público en 1992, la gente se sintió atraída por los notables efectos de la práctica en la mejora de la salud y la moral. Sin embargo, los valores fundamentales del PCCh, como la lucha de clases, la brutalidad y el engaño, contradecían los valores tradicionales de Falun Dafa: Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Entre 1996 y 1998, el régimen intentó, en repetidas ocasiones, recopilar pruebas de las malas prácticas de los practicantes de Falun Dafa, pero sin éxito en ninguna de las ocasiones.

Entonces, el PCCh recurrió a una serie de engaño para impulsar su campaña de difamación y erradicación de Falun Dafa.

1. Apelación pacífica de 1999 etiquetada como “asedio”

He Zuoxiu, académico pro-PCCh con estrechos vínculos con el Comité de Asuntos Políticos y Juridicos (PLAC por sus siglas en inglés), publicó un artículo en una revista juvenil el 11 de abril en el que hacía acusaciones falsas contra Falun Dafa. Cuando los practicantes acudieron a la editorial en Tianjin el 18 de abril para aclarar los hechos, la editorial inicialmente accedió a corregirlos, pero al día siguiente se retractó.

Cuando los practicantes regresaron a la oficina de la revista para presentar una petición los días 23 y 24 de abril, la Oficina Municipal de Seguridad Pública de Tianjin envió a más de 300 agentes antidisturbios para dispersarlos. Cuarenta y cinco practicantes fueron arrestados, y algunos fueron golpeados por la policía hasta quedar ensangrentados. Cuando los practicantes pidieron la liberación de los arrestados, la policía les dijo: "Este asunto no se puede resolver en Tianjin. Tienen que acudir al gobierno central [en Beijing]". Por lo tanto, los practicantes acudieron a la Oficina Central de Apelaciones del Consejo de Estado al día siguiente (25 de abril) para hacer una apelación al asunto.

Varias razones me llevaron a concluir que el PCCh manipuló deliberadamente a los practicantes para que realizaran la gran campaña el 25 de abril:

a) El incidente de Tianjin fue la primera vez que tantos practicantes de Falun Dafa fueron arrestados a la vez. La intención obvia era agravar la situación.

b) La policía de Tianjin que arrestó a los practicantes de Falun Dafa les dijo que la única manera de resolver el asunto era ir a Beijing. Es decir, solo cuando los altos líderes de Beijing dieron la orden, la policía de Tianjin liberó a los practicantes detenidos. Esto implica que los arrestos fueron ordenados por funcionarios de Beijing.

c) Los recuerdos de quienes participaron en la apelación del 25 de abril muestran que el personal que dirigió y guio a los practicantes a formarse a lo largo del muro de Zhongnanhai (el complejo del gobierno central) eran oficiales de policía.

d) Los practicantes de Falun Dafa no dirigieron la escena, pero la policía, He Zuoxiu y Jiang Zemin (entonces máximo líder del PCCh) estuvieron muy activos ese día.

e) El entonces jefe del PLAC, Luo Gan, había iniciado previamente dos investigaciones sobre Falun Dafa, pero no encontró pruebas de irregularidades. Este resultado no le ayudaría a alcanzar sus ambiciones políticas, ya que necesitaba un objetivo importante al que atacar para demostrar su valía. He Zuoxiu y Luo Gan eran cuñados, y estos estrechos vínculos les proporcionaban condiciones propicias para la connivencia. Luo Gan organizó el plan, porque mantenía desde hacía tiempo una actitud negativa hacia Falun Dafa y deseaba incitar a Jiang Zemin a reprimir al grupo. La Oficina Central de Apelaciones se encontraba cerca de Zhongnanhai, y los funcionarios del PCCh aprovecharon su proximidad para difundir la narrativa de que los practicantes habían "asediado" el complejo del gobierno central.

f) Testigos presenciales informaron que las autoridades tenían intención de incriminar a los practicantes.

La apelación del 25 de abril de 1999 fue completamente pacífica y racional. Los practicantes solo querían acudir a la Oficina Central de Apelaciones y denunciar la injusticia que sufrían a manos de las autoridades. No desplegaron carteles ni colorearon consignas; simplemente permanecieron sentados o de pie en silencio en las zonas que les indicó la policía.

Cuando los practicantes detenidos en Tianjin fueron liberados esa noche, los practicantes de Beijing se marcharon en silencio. Incluso limpiaron la zona antes de irse: aunque unas 10.000 personas estuvieron allí durante horas, no quedó ni un solo papel. Incluso recogieron las colillas que la policía tiró al suelo y las tiraron a la basura.

No hubo ningún asedio ni siquiera una sospecha de violencia. El plan del PCCh para instigar a los practicantes a atacar al gobierno fracasó.

2. Establecimiento de la Oficina 610

El 7 de junio de 1999, Jiang Zemin estableció el Grupo Directivo Central para el Manejo del Problema de Falun Dafa. Tres días después, creó la "Oficina 610", que recibió su nombre en honor a la fecha de su fundación. Con el paso de los años, la organización experimentó numerosos cambios, pero conservó su poder desmedido, su posición por encima de la ley, su crueldad y su capacidad para traspasar las fronteras nacionales.

La Oficina 610 gestiona todos los asuntos relacionados con la persecución a Falun Dafa y es la mente maestra detrás de las campañas del PCCh en la persecución. Utiliza diez tipos de artimañas políticas: listas negras, tasas de conversión (obligando a los practicantes a renunciar a su fe, a menudo mediante tortura), el sistema de garantías (sistema de responsabilidad colectiva), políticas secretas, instrucciones secretas, canales secretos (para el traslado de practicantes detenidos a centros de lavado de cerebro y entre ellos), transacciones secretas (pagos y beneficios para quienes denuncian, arrestan o se convierten), mentiras, estafas y fechas sensibles (eventos políticos importantes y aniversarios relacionados con la persecución).

Los practicantes son arrestados rutinariamente antes de las fechas señaladas por el PCCh. Durante los 26 años de persecución, el PCCh arrestó a practicantes no solo durante festividades importantes (como Año Nuevo, Año Nuevo Lunar, Primero de Mayo, Festival del Medio Otoño y el Día Nacional), sino también durante la Asamblea Popular Nacional (APN) y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), que se celebran cada marzo. La persecución de practicantes por parte de funcionarios del PCCh incluye acoso, secuestro, detención, arresto y otras actividades ilegales.

3. Denuncias

Días después del inicio de la persecución, el Diario del Ejército Popular de Liberación publicó un editorial el 23 de julio de 1999 titulado "Lanzamiento inequívoco de la lucha para exponer y criticar a Falun Dafa". El artículo repetía el contenido difamatorio publicado en el Diario del Pueblo el 20 de julio y mostraba la firme postura y actitud del ejército. La campaña de denuncia se extendió rápidamente por todo el país.

¿Por qué quieren “exponer y criticar” a Falun Dafa? Falun Dafa permite a las personas cultivar su mente y cuerpo, y beneficia al país, a la sociedad y a las personas. A pesar de dos investigaciones encubiertas realizadas por el gobierno, no se encontraron problemas. Al no haber pruebas que demostraran que Falun Dafa era malo, Jiang Zemin, Luo Gan y otros altos funcionarios no tenían justificación para reprimirlo. Además, les preocupaban las sanciones internacionales tras la Masacre de la Plaza de Tiananmén, por lo que no se atrevieron a arriesgarse a que el mundo descubriera y criticara sus abusos contra los derechos humanos. Por lo tanto, lanzaron una campaña de denuncia para buscar errores y falsificar pruebas.

En retrospectiva, al menos tres hechos son claros sobre la campaña. Primero, "exponer y criticar" es un método de lavado de cerebro empleado por el PCCh. Esta táctica tuvo éxito durante la Revolución Cultural y otras campañas políticas, por lo que fue fácil para Jiang, Luo y la Oficina 610 utilizarla.

En segundo lugar, “exponer y criticar” a los practicantes de Falun Dafa era un medio para distanciarlos y dividirlos. También servía como táctica de retraso para que la Oficina 610 atrapara en río revuelto y aprovechara la oportunidad para crear más mentiras. Antes de que comenzara la persecución, casi 100 millones de personas practicaban Falun Dafa (una décima parte de la población china). Provenían de todos los ámbitos de la vida y de todos los niveles sociales, pero no existía una lista de nombres ni una organización. El PCCh adoptó los métodos de “exponer y criticar”, dividir, difundir rumores y difamar para, poco a poco, volver la opinión pública en contra de Falun Dafa. Esta estrategia le permitió lograr su objetivo de intimidar a los practicantes y lavarle el cerebro a toda la nación.

Tras la apelación pacífica del 25 de abril de 1999, Jiang y Luo volvieron a realizar una encuesta nacional sobre Falun Dafa, movilizando a un gran número de agentes de seguridad pública (policía) para investigar y recopilar información, pero no encontraron nada. Al mismo tiempo, se preparaban activamente para implementar un nuevo plan cuando se presentara la oportunidad.

En tercer lugar, los funcionarios intentaron impulsar la persecución paso a paso, comenzando con una campaña de denuncia e invención de cargos. Aparte de Jiang, los otros seis miembros del Comité Permanente del Politburó no aprobaron la persecución a Falun Dafa. Aunque guardaron silencio bajo la presión de Jiang, discreparon en privado. Era menos arriesgado para Jiang y sus seguidores intensificar gradualmente la persecución de esta manera.

De hecho, el personal de seguridad pública del PCCh había actuado de forma encubierta en la comunidad de Falun Dafa durante muchos años, y los agentes no habían encontrado ningún problema. Muchos agentes encubiertos incluso comenzaron a practicar Falun Dafa. ¿Por qué? Porque los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia son realmente buenos.

4. Escalada a través de medios extranjeros

El 25 de octubre de 1999, la CCTV (La Televisión Central China) transmitió la entrevista de Jiang Zemin con un reportero de Le Figaro durante su visita a Francia, en la que afirmó sin fundamento que “Falun Dafa es una secta”. Tras ver el programa, cientos de practicantes de Falun Dafa acudieron a la plaza de Tiananmén para manifestarse y fueron arrestados.

Al día siguiente, los principales medios de comunicación chinos publicaron en portada las declaraciones de Jiang con el titular "Falun Dafa es una secta". El mundo exterior, en general, creyó que esto representaba la caracterización que el gobierno chino hacía de Falun Dafa. Casi mil practicantes de Falun Dafa fueron arrestados en la Plaza de Tiananmén o en la Oficina Central de Apelaciones. Al día siguiente, el Diario del Pueblo publicó un artículo de opinión especial con el mismo titular. Unos 600 practicantes fueron arrestados por desplegar carteles de Falun Dafa en la Plaza de Tiananmén.

Este plan busca encubrir legalmente el lavado de cerebro y la persecución. Jiang no etiquetó a Falun Dafa de esta manera en China; en cambio, primero hizo esta declaración a medios de comunicación extranjeros, intentando influir en la opinión pública internacional y utilizando estos medios para justificar la persecución en China. Desde el principio, la Oficina 610 intentó ocultar la legalidad de la persecución y engañar a la gente de todo el mundo haciéndoles creer que la represión es legítima.

5. Condenas injustas

El PCCh invierte cada año una cuarta parte de su capacidad económica nacional en la persecución a Falun Dafa, utilizando beneficios financieros para incentivar a los funcionarios y al público a participar en la persecución.

Organizativa e ideológicamente, la Oficina 610 manipuló los órganos de seguridad pública, la procuraduría y el poder judicial para llevar a cabo la persecución y convertirla en una práctica sistemática, persistente, profesional y global. Su campaña condujo a la persecución criminal contra los practicantes de Falun Dafa, incluyendo arrestos, procesamientos, juicios, falsas condenas y otros procesos.

El 13 de noviembre de 1999, funcionarios del PCCh llevaron a cabo el primer proceso judicial ilegal contra practicantes de Falun Dafa. Cuatro practicantes de Falun Dafa de Hainan fueron juzgados por el Tribunal Intermedio de Haikou y condenados a penas de prisión de entre 2 y 12 años. Esto marcó el comienzo de 26 años de condenas injustas contra practicantes de Falun Dafa. Según estimaciones conservadoras, al menos 20.000 practicantes de Falun Dafa fueron juzgados ilegalmente hasta la fecha.

La Oficina 610 manipula a menudo los juicios de practicantes de Falun Dafa e instruye a los tribunales para que dicten sentencias severas en sus casos. Los departamentos de seguridad pública, la procuraduría y el poder judicial de todos los niveles a veces engañan a familiares para que despidan a sus abogados, les impiden leer los expedientes o condenan a practicantes en juicios secretos. En muchos casos, la Oficina 610 y el Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos determinan todo, desde los cargos hasta las sentencias.

Durante estos juicios, los jueces incluso gritaron abiertamente: "La ley no aplica a Falun Dafa". Las frases populares que usan los jueces del PCCh al juzgar casos de Falun Dafa incluyen: "¿Por qué me hablas de la ley? Te estoy hablando de política", "El Partido no permite la defensa", "Lo que dicen los funcionarios es la ley", "El tribunal está bajo el liderazgo del PCCh y debemos escuchar al Partido", "Los asuntos relacionados con Falun Dafa no necesitan pasar por procedimientos legales" y "No me hables de conciencia".

6. “Transformación” de los practicantes

Este es el más cruel de los siete engaños. Los practicantes de Falun Dafa siguen los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, pero los funcionarios del PCCh intentan "transformar" a los practicantes (obligarlos a renunciar a su creencia) confinándolos en centros de lavado de cerebro. La escala puede ser grande o pequeña, los lugares pueden establecerse en cualquier lugar, las formas de "transformación" cambian constantemente, los medios son tanto blandos como duros, y la tortura se utiliza según sea necesario. Las amenazas son brutales. Un ejemplo es: "¡Si no te transformas, serás incinerado!".

Para lograr su objetivo, el PCCh emplea todos los métodos de tortura imaginables, incluyendo palizas, descargas eléctricas, marcas con hierros, violaciones, alimentación forzada, confinamiento con camisas de fuerza, encierro de practicantes en jaulas metálicas, atándolos en posiciones insoportables y a diversas estructuras, ataques y mordeduras de perros, etc. Se documentaron hasta 130 métodos de tortura física durante la persecución. También se emplean numerosos medios de tortura psicológica.

7. El engaño de la autoinmolación

El 23 de enero de 2001, víspera del Año Nuevo Chino, se produjo un supuesto incidente de "autoinmolación" en la Plaza de Tiananmén, donde cinco personas se prendieron fuego. Dos horas después del incidente, la agencia de noticias Xinhua publicó un artículo en inglés con una rapidez sin precedentes, afirmando que "los autoinmolados eran cinco practicantes de Falun Dafa".

Sin embargo, cuando los reporteros de la Voz de América llamaron a la Oficina de Seguridad Pública de Beijing y al Ministerio de Seguridad Pública para verificar la noticia, se les informó que estos departamentos desconocían la información. Al parecer, el medio de propaganda del PCCh se adelantó a la investigación policial. La acusación contra Falun Dafa se difundió con tanta rapidez que no pudo haber sido un incidente repentino, sino un evento planificado. CCTV continuó con múltiples programas atacando a Falun Dafa y los transmitió sin parar, obligando a la gente de toda China a verlos repetidamente.

Numerosas pruebas demostraron que el incidente fue orquestado por el PCCh para difamar a Falun Dafa. Tres días antes, Luo Gan organizó una reunión nacional de "represión severa", en la que instruyó a las autoridades locales que arrestaran a más personas e impusieran severas condenas a las "fuerzas hostiles" nacionales e internacionales, incluyendo a los practicantes de Falun Dafa.

A la mañana siguiente, Luo visitó la Brigada Especial de Policía del Cuerpo de Investigación Criminal de la Oficina Municipal de Seguridad Pública de Beijing, la Sexta Brigada del Cuerpo de Policía Armada de Beijing y el Cuerpo de Seguridad Nacional de la Oficina Municipal de Seguridad Pública de Beijing. Según la agencia de noticias Xinhua, Luo confirmó plenamente la represión policial y armada contra los practicantes de Falun Dafa en la Plaza de Tiananmén, y les instó a continuar la lucha y a implementar la siguiente fase de represión severa. Dos días después, tuvo lugar la "autoinmolación".

En enero de 2002, New Tang Dynasty Television produjo una película llamada Falso Fuego, en la que una repetición en cámara lenta de las imágenes de CCTV mostró claramente que Liu Chunling (una de las personas que murieron en el lugar) en realidad fue golpeada con un objeto pesado sostenido por un policía con un abrigo militar en lugar de morir quemada como se alegaba.

Mientras tanto, Wang Jindong, quien resultó con quemaduras negras, tenía una botella de Sprite entre las piernas, supuestamente llena de gasolina con la que se quemó, pero la botella quedó intacta tras apagar el fuego. Se veía un micrófono en el suelo frente a Wang, presumiblemente para amplificar las consignas que gritaba para distorsionar las enseñanzas de Falun Dafa y provocar odio.

Aunque Liu Siying, de 12 años, sufrió “graves quemaduras”, los periodistas pudieron detenerla mientras era trasladada a una ambulancia y grabar los desgarradores llantos de su madre.

El 4 de febrero de 2001, el Washington Post publicó en portada un reportaje de investigación titulado "Fuego humano enciende el misterio chino". El reportero Philip Pan realizó una investigación in situ en Kaifeng, la ciudad natal de Liu Chunling, quien murió en la inmolación. Los vecinos de Liu afirmaron que nadie la había visto practicando Falun Dafa.

Desde la apelación pacífica de abril de 1999 hasta la falsa "autoinmolación" de enero de 2001, el PCCh perpetró siete grandes engaños en tan solo 22 meses. Estos actos de manipulación, bien planificados, pusieron de manifiesto la naturaleza brutal y engañosa del PCCh.