(Minghui.org) Tengo 63 años y he practicado Falun Dafa por más de 20 años. Ha sido gracias a la protección de Shifu que he podido llegar hasta aquí. Estoy agradecida por la benevolente protección de Shifu. Aquí me gustaría compartir algunas de mis experiencias de cultivación.

Mejorando rápidamente tras encontrar un grupo de estudio del Fa
Cuando regresé a casa en octubre de 2021, tras haber estado detenida, estudiaba el Fa por las mañanas y aclaraba la verdad por las tardes. En ese momento, el Partido Comunista Chino (PCCh) me acosaba con frecuencia.

Por ejemplo, un oficial de policía vino a llamar a mi puerta, pero no le abrí. Llamó a mi hijo y le pidió que me obligara a firmar su declaración de garantía. Mi hijo llamó a su esposa, pidiéndole que recogiera los formularios en la Oficina de Administración de la Comunidad para que yo los firmara. Al ver a mi nuera con los formularios preparados para que yo los firmara, le dije: “No puedo firmarlos. No cometí ningún delito. Lo que cultivo es un Fa recto, y persistiré hasta el final en mi cultivación. Nadie puede detenerme. Si lo firmara, te haría daño, porque estarías cometiendo un crimen contra Dafa y los practicantes”.

Ella respondió bruscamente: “Entonces, ¿por qué no te mudas y buscas otro lugar donde vivir?”. Luego se fue, haciendo un berrinche. Mi hijo vino a casa después del trabajo y me sugirió que simplemente garabateara algo en los papeles y que él los entregaría por mí.

Le respondí: “Yo cultivo Verdad-Benevolencia-Tolerancia. No puedo fingir ni mentir. Si hiciera eso, te estaría haciendo daño”. Mi hijo también me amenazó, diciendo que perdería su trabajo si yo no firmaba.

Cuando mi esposo vio que mi hijo no lograba convencerme, dijo: “Si no lo firmas, tendremos que reportarte a la policía y hacer que te arresten”. Mi hijo estuvo de acuerdo con su padre. Mi corazón no se alteró en absoluto y me fui a mi habitación. Mi hijo me siguió y me preguntó si firmaría.

Le respondí: “Definitivamente no lo firmaré”. Mi hijo golpeó la puerta del armario tres veces hasta derribarla. Luego se dio la vuelta y bajó las escaleras.

Después de bajar, su actitud cambió. Me llamó para consolarme y dijo: “Mamá, estás bien. No tienen nada contra ti”. Sabía que mi familia tenía miedo del PCCh, y todo se reducía a una prueba en mi cultivación. Después de que este asunto terminó, quedaron muchas preguntas rondando en mi mente: ¿por qué siempre me interferían? ¿Cuál era mi problema? Le pedí a Shifu que me ayudara a encontrar a otra practicante que tuviera claros los principios del Fa.

Shifu vio mi deseo de cultivarme bien y arregló que me encontrara con una practicante. Era muy bondadosa y a menudo ayudaba a otros practicantes. Después de que nos encontramos varias veces y compartimos experiencias, descubrió que no tenía claros algunos principios del Fa: no sabía cómo mirar hacia dentro, ni cómo cultivarme, y solo me enfocaba en “hacer cosas”. Todavía estaba en el nivel de cultivación personal superficial.

Ella organizó un grupo de estudio del Fa en su casa, así que comencé a asistir, y me sentí muy contenta. ¡Gracias, Shifu! Después de unirme a ese grupo, sentí que había encontrado mi hogar. Podía sentir verdaderamente las transformaciones en mí misma, y mejoré muy rápido. Cada vez que compartíamos en el grupo, obtenía muchos beneficios.

Cambiar mis nociones y cultivar la verdadera bondad
Un día, durante uno de nuestros intercambios grupales, la señora Lan habló sobre el examen de ingreso que debía rendir su sobrino. Pensé que se tomaba demasiado en serio un asunto ordinario, así que le dije: “Él tiene a sus padres que se encargan de él, ¿por qué te involucras tú? ¿No dijiste esto con una intención oculta?”.

Después de que la señora Mei me oyó, pensó que me faltaba bondad. No dije nada, pero en el fondo sentí que era bastante injusto. ¿Cómo que no fui bondadosa?

La señora Mei hizo comentarios sobre esto varias veces, diciendo que no me importaba mi familia y que solo pensaba en mí misma. Eso me llevó a mirar hacia dentro para ver por qué no era lo suficientemente bondadosa. Más adelante, le pedí ayuda a Shifu para encontrar la raíz de esa falta de bondad. Mientras hacía la meditación sentada, Shifu me dio una pista con las palabras “bondad falsa”. Luego me dio otra pista: “elementos de la cultura del Partido”.

Entonces comencé a buscar hacia dentro elementos de la cultura del Partido, como la falsa bondad, el falso esplendor, la hipocresía y otros pensamientos y acciones fingidos. Nada de eso concuerda con las características de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. ¡Me he cultivado por más de 20 años y, al final, lo que cultivaba era una bondad ‘falsa’! ¡Me sentí verdaderamente avergonzada!

Seguí mirando hacia dentro y recordé lo que una practicante me dijo cuando la ayudé a mudarse. Quería llevarse la licuadora primero para que su esposo la usara, ya que él tenía síntomas de yeli de enfermedad. Pensé para mí: “¡No hace falta hacerlo!”. Después de mudarnos y sentarnos a compartir, me miró y dijo: “Tú realmente no entiendes a los demás”. Luego se echó a llorar.

Le dije: “Tienes un apego sentimental muy fuerte hacia él. Tienes que distinguir entre sentimentalismo y bondad”. Luego recordé que la señora Lan también había dicho que no manejé bien esa situación. ¿Por qué ambas pensaban eso de mí? Comprendí que no era bondad, sino una bondad falsa. Era falsa porque en el fondo no consideraba verdaderamente a los demás. Si profundizaba un poco más, estaba siendo egoísta. No había salido de los principios del viejo universo: el egoísmo.

Shifu me iluminó sobre los principios del Fa a través del estudio del Fa. Durante todos estos años, fue porque no lo hice bien que mi familia pensó mal de Dafa y de Shifu, y estuvieron dispuestos a colaborar con las autoridades para tratar de hacerme abandonar mi creencia. Les causé un gran daño a mi esposo, a mi hijo, a mi nuera y a mis familiares. Durante todos estos años me cultivé sola. Solo quería cultivarme bien y corté mis lazos con otras personas. Casi no visitaba a mis familiares y perdí contacto con mis compañeros de clase y de trabajo. Era como una monja, aislada del mundo exterior. Me fui al extremo en lo que hacía, lo cual tuvo un gran impacto negativo en salvar a los seres conscientes.

Después de haber sido perseguida varias veces por el PCCh, se formó una barrera entre mi hijo, mi nuera y yo. Aunque era muy buena con ellos, sentía que algo nos separaba, lo que afectaba mi aclaración de la verdad hacia ellos. A través del intercambio con otros practicantes, tomé la decisión de cambiar ese estado.

Quemé incienso ante la foto de Shifu, pidiéndole ayuda, que me arreglara oportunidades para salvar seres conscientes y que atrajera hacia mí a mis familiares, compañeros de clase, colegas y otras personas con relaciones predestinadas. Shifu pavimentó el camino para mí. No importaba a dónde fuera, siempre me encontraba con personas con una relación predestinada conmigo. La barrera entre mi familia y yo se fue disolviendo.

Cambios en mi familia
Después de que comprendí la raíz de mi falsa bondad, comencé a llevarme muy bien con mi familia. A medida que mejoraba en mi cultivación, mi familia también experimentó grandes transformaciones. Aquí presento algunos ejemplos:

Mi esposo

Durante la pandemia, le dije a mi esposo: “Si recitas las frases: ‘¡Falun Dafa es maravilloso! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es maravilloso!’, podrás evitar cualquier calamidad. También podrías eliminar tu yeli y tener un futuro brillante”. Cuando mi esposo vio los cambios en mí y la mejora en mi xinxing, comenzó a recitar sinceramente las frases cada mañana. Las recitaba 200 veces, poniéndole el corazón.

Más tarde, durante un chequeo de salud comunitario, el corazón de mi esposo resultó estar tan fuerte como el de un joven. Su análisis de sangre también mostró que su sangre ya no era espesa, y su respiración era más fluida. Estaba feliz todos los días. Mi esposo dijo: “Tener un cuerpo sano es mejor que cualquier otra cosa, y tener buen ánimo hace que todo sepa delicioso. Verdad-Benevolencia-Tolerancia realmente puede ayudar a uno a ser una buena persona, lo creo de verdad”.

Mi hijo

Este año, hubo una oportunidad de ascenso en la empresa donde trabajaba mi hijo. Él me dijo: “Mamá, quiero que me asciendan pronto. Por favor, no te metas en problemas, de lo contrario perderé la oportunidad”.

Le respondí: “No es que yo me meta en problemas, sino el PCCh. Shifu dijo: ‘...cuando una persona practica, toda la familia se beneficia...’ (Exponiendo el Fa en el Fahui de Australia), pero tienes que reconocer a Dafa”.

Mi hijo le preguntó a un conocido si su nombre estaba en la lista de ascensos. El conocido le respondió con certeza: “Tu nombre no está en la lista”. Al oír eso, mi hijo se sintió muy decepcionado.

Mi hijo tiene 40 años este año. Ha hecho un buen trabajo desde que se graduó de la universidad. Cada año ha sido nombrado individuo destacado y ha ganado el primer premio en el concurso de cocina. Ha sido un empleado excelente. Me di cuenta de que, al ir en contra de Dafa, su fortuna había disminuido, y por eso no podía ser ascendido.

Cuando mi esposo escuchó la noticia, se puso muy ansioso. Pensó que solo el Shifu de Dafa podía ayudar. Después de un rato, mi esposo me susurró que había pedido ayuda al Shifu de Dafa. Apenas lo podía creer, pensando: “¿Se ocuparía Shifu de este asunto?”

A los pocos días, mi hijo llegó a casa alegremente a contarnos la buena noticia. Le dije: “Déjame decirte que pudiste ser ascendido porque tu padre le pidió ayuda al Shifu de Dafa, y por eso sucedió”. Mi hijo se asustó tanto que me pidió que bajara la voz. Bajo el perverso sistema del PCCh, es difícil ser una buena persona y alabar a Dafa.

Cuando las personas malas me perseguían, decían que si yo practicaba Dafa, eso afectaría el trabajo de mi hijo y la educación de mi nieto. Mi respuesta era: “Mi Shifu dijo: ‘...cuando una persona practica, toda la familia se beneficia...’ (Exponiendo el Fa en el Fahui de Australia). Así que dejo todo en manos de Shifu”.

Mi nuera

El 4 de junio de 2024, un oficial de policía comunitario llamó a la puerta de mi hijo, diciéndole a mi nuera que él era alguien que vivía en el piso 17. Mi nuera no le creyó. El policía volvió a tocar la puerta y preguntó si yo estaba en casa. Mi nuera lo confrontó: “¿Por qué la busca? Ella no ha cometido ningún delito”.

El oficial respondió: “No vamos a llevárnosla, solo queremos tomarle una foto”. Mi nuera lo ignoró y no abrió la puerta, así que él se fue.

Una vez fuimos a casa de unos parientes a cenar. Mi nuera manejaba el coche, mientras mi esposo, mi nieto y yo íbamos en el asiento trasero. Mi nieto no dejaba de parpadear constantemente, y el medicamento que le habían dado no le ayudaba. Mi nuera lo vio y nos gritó: “¡Mamá! ¡Tú y papá, por favor reciten rápidamente las frases de Dafa por su nieto!”

Al escuchar lo que dijo, se me llenaron los ojos de lágrimas. Fue totalmente inesperado. Después de que me persiguieron, mi hijo tenía miedo y no me dejaba decir nada sobre Dafa. Fue mi nuera quien rompió el estancamiento. Desde ese día, mi esposo pidió todos los días a Shifu que protegiera a nuestra familia. Luego, los ojos de mi nieto volvieron a la normalidad.

Otra vez, mi hijo estaba de viaje de negocios, y mi nuera y mi nieto vinieron a cenar a mi casa. Al entrar, sonó la alarma para enviar pensamientos rectos. Mi nieto me dijo que tenía hambre, pero mi nuera me recordó que era hora de enviar pensamientos rectos. Le respondí: “Déjame prepararle la cena primero”. Pero ella no me lo permitió y me pidió que enviara pensamientos rectos. Lloré de emoción y alegría. Fue el compasivo Shifu quien salvó a nuestra familia. Mi familia había calumniado a Shifu y a Dafa, y cometido enormes pecados. Pero Shifu los perdonó, lo cual se debió a su inmensa compasión.

Shifu dijo:

“...no importa cuán grandes sean los pecados cometidos por un ser o cuán graves los errores que cometió en el pasado, lo único que se mira es la actitud que tiene hacia Dafa y los Dafa dizi durante el período de la rectificación del Fa” (“Enseñando el Fa en el Fahui de Nueva York de 2007”, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. VIII).

Estoy agradecida al compasivo y maravilloso Shifu. Gracias, Shifu, por protegerme, iluminarme y salvar a toda mi familia. Gracias, Shifu, por darme otra oportunidad para retomar mi cultivación. Sin duda, me cultivaré, recorreré el camino de la Rectificación del Fa que Shifu dispuso para mí, estudiaré más el Fa y salvaré a más seres conscientes, para cumplir con mi misión prehistórica.