(Minghui.org) Una mujer de la ciudad de Weihai, provincia de Shandong, fue sentenciada a 19 años en junio de 2003 por interceptar la señal de televisión local para transmitir información que desacreditaba la propaganda difundida por el Partido Comunista Chino para difamar su fe, Falun Gong.
La Sra. Lyu Guiling, de 64 años, fue puesta en libertad condicional dos veces después de terminar en estado crítico, pero fue puesta nuevamente bajo custodia poco después en cada ocasión. Todavía está cumpliendo sentencia en la Prisión de Mujeres de la provincia de Shandong, pero se espera que sea liberada el 19 de octubre de 2026.
La Sra. Lyu Guiling
La Sra. Lyu trabajó con otros tres practicantes, el Sr. Huang Min, el Sr. Zhang Yuejin y el Sr. Jiang Luguang, para difundir información sobre Falun Gong en las ciudades de Rongcheng, Rushan y Wendeng en 2002. Los cuatro practicantes fueron arrestados el 23 de enero de 2003 y llevados al Centro de Detención de Weifang. La Sra. Lyu realizó una huelga de hambre y fue alimentada a la fuerza. Vomitó sangre y se desmayó diez días después. Los guardias la llevaron al hospital para recibir atención de emergencia. Después de eso, permaneció muy débil.
La policía la llevó al Centro de Lavado de Cerebro de la ciudad de Rongcheng el 8 de febrero de 2003. La privaron del sueño durante más de dos semanas. Cuando comenzó a cabecear, le pincharon las palmas de las manos y las plantas de los pies con palillos de dientes. También la obligaron a caminar o a permanecer de pie frente a una ventana abierta para que el viento frío pudiera soplar sobre ella. Como se negó a ver videos de propaganda que difamaban a Falun Gong, Xing Jianping, jefe de la Oficina 610 de la ciudad de Rongcheng, la pateó, le sujetó los tobillos y le esposó las manos a la espalda a una silla. No pudo mover las piernas durante días y seis meses después sus manos todavía estaban entumecidas.
El Tribunal del distrito de Huancui en Weihai sentenció a los cuatro practicantes el 20 de junio de 2003: la Sra. Lyu, que entonces tenía 42 años, fue sentenciada a 19 años; el Sr. Huang, que entonces tenía 59; el Sr. Zhang, que entonces tenía 36; y el Sr. Jiang, que entonces tenía 27, recibieron 20 años cada uno.
En el Centro de Detención de Weihai, la Sra. Lyu realizó una huelga de hambre para protestar por la persecución y cayó en estado crítico. Mientras aún esperaba los resultados de su apelación, fue puesta en libertad condicional por motivos médicos después de cinco meses de huelga de hambre.
La Sra. Lyu después de ser puesta en libertad condicional.
El 21 de septiembre de 2003, sólo dos meses después de su liberación, la policía y el personal del Tribunal volvieron a detenerla, alegando que el Tribunal de apelaciones había decidido confirmar su veredicto original. Al día siguiente la llevaron a la Prisión de Mujeres de la provincia de Shandong, en la ciudad capital de Jinan. La prisión inicialmente se negó a admitirla, ya que todavía estaba muy débil por la huelga de hambre anterior, pero la policía y el personal del Tribunal insistieron.
La Sra. Lyu inició otra huelga de hambre para protestar. Se debilitó aún más y fue llevada al hospital de la policía de Jinan en diciembre de 2003. Para entonces, había estado en huelga de hambre durante un total de nueve meses desde su arresto inicial. Su peso había bajado de 65 kg (143 libras) antes de su arresto a 31 kg (68 libras). Los guardias no querían que muriera en prisión, por lo que la liberaron el 15 de enero de 2004.
La Sra. Lyu se escondió para evitar que la llevaran de nuevo a prisión, pero fue arrestada en noviembre de 2008 cuando regresó a casa para visitar a su familia. La Oficina 610 de la ciudad de Weihai la llevó de vuelta a la Prisión de Mujeres de la provincia de Shandong. Como gritó “Falun Dafa es bueno”, la llevaron directamente a confinamiento solitario al ingresar a la prisión.
Cuando fue transferida a una celda normal, estaba muy débil y no podía realizar el trabajo forzado. Los guardias la golpearon, le dieron patadas y la arrastraron del pelo para alimentarla a la fuerza con una medicina desconocida.
Como ella se mantuvo firme en Falun Gong, fue sometida a todo tipo de torturas. En el invierno, los guardias le quitaron su chaqueta abrigada y solo le dieron ropa ligera. Solo le dieron una sábana ligera para la cama y no le permitieron quedarse con la manta gruesa que le envió su familia. Cuando hizo una huelga de hambre para protestar por la persecución, los guardias la llevaron al hospital para alimentarla por la fuerza.
Los guardias también la obligaron a tomar pastillas para la presión arterial alta (no está claro si tenía esta afección), pero ella escupió las pastillas cuando los guardias no la estaban mirando. En 2015 sufrió una obstrucción intestinal y fue tratada en el hospital.
Después de septiembre de 2022, a la familia no se le permitió visitarla ni hablar con ella por teléfono. Según una fuente, el cabello de la Sra. Lyu se había vuelto completamente gris, se le habían caído todos los dientes y también tenía graves problemas cardíacos y pulmonares. En 2023 tuvo fuertes dolores en las piernas y no pudo caminar durante un mes.
Antes de su arresto y dura sentencia en 2003, la Sra. Lyu fue arrestada en 2000 y nuevamente en 2002. Fue a Beijing para apelar por su derecho a practicar Falun Gong el 22 de febrero de 2000 y fue arrestada. En la Oficina de Enlace de la ciudad de Weihai en Beijing, la policía la golpeó con un cuchillo grueso. La policía la arrestó y la electrocutó con picanas eléctricas, que la cubrieron de moretones. Dos días después, la escoltaron de vuelta a Weihai y la detuvieron durante 15 días. Le impusieron una multa de 15.000 yuanes (2061 dólares) y también le confiscaron los 1.400 yuanes (192 dólares) que llevaba encima.
Nuevamente fue arrestada en su casa la noche del 28 de abril de 2002. Dos oficiales la golpearon, le tiraron del pelo y la interrogaron durante la noche. Después de ser llevada al centro de detención al día siguiente, se declaró en huelga de hambre y fue alimentada a la fuerza. Los guardias la mantuvieron atada en una silla de metal y la dejaron al aire libre. Estaba helada y hambrienta. Se puso demacrada y vomitó sangre. Al borde de la muerte, fue liberada. La policía amenazó con arrestarla nuevamente cuando se recuperara. Para evitar la persecución, vivió lejos de casa.
Mientras estaba desplazada, conoció a otros tres practicantes varones y decidió conectarse a la señal de televisión local para generar conciencia sobre la persecución, pero fue arrestada nuevamente y sentenciada a una dura pena de prisión.
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