(Minghui.org) La señora Yao Jiaxiu perdió los cuatro incisivos superiores y también desarrolló graves problemas en riñones, pulmones e hígado, solo dos meses después de ser ingresada en prisión para cumplir una condena de cinco años por su fe en Falun Gong.
La señora Yao, de 58 años, de la ciudad de Panzhihua, provincia de Sichuan, fue arrestada el 20 de septiembre de 2024, cinco años después de ser forzada a mantenerse lejos de su hogar para evitar ser perseguida por su fe. Compareció ante el Tribunal de la ciudad de Xichang el 29 de abril de 2025 y fue condenada a cinco años el 1 de agosto de 2025. Fue ingresada en la 4.ª División de la Prisión de Mujeres de Chengdu el 22 de septiembre de 2025.
Cuando la familia de la señora Yao la visitó el 4 de diciembre de 2025, se sorprendieron al ver lo demacrada y desanimada que estaba. Sin embargo, seguía esquivando la pregunta de cómo había perdido los dientes.
Los guardias habían amenazado a la familia de no hablar de ningún "tema sensible" antes de la reunión, o les revocarían el derecho de visita. La familia sospechaba que los guardias también habían presionado a la señora Yao para que no hablara de la tortura que sufrió.
La Prisión de Mujeres de Chengdu es famosa por su brutal persecución a las practicantes de Falun Gong. La Sra. Zhao Wenxiu, residente de 83 años del condado de Lu, falleció allí alrededor de marzo de 2025 mientras cumplía una condena de 7,5 años. Al menos otras siete practicantes también han muerto como resultado de torturas desde 2013. Entre ellas se encuentran las Sras. Chen Shikang, Hu Xia, Yan Hongmei, Hu Yanshun (también conocida como Hu Tingshun), Liang Wende, Ding Guoqin y Gao Chunxiu.
Los métodos de tortura más comunes que los guardias han utilizado contra practicantes de Falun Gong encarceladas incluyen: electrocutarlas con picanas eléctricas, colgarlas de las esposas, exponerlas a un frío o calor extremo, dejarlas de pie o sentadas durante largas horas en posiciones militares, alimentación forzada, inyecciones de fármacos que dañan el sistema nervioso, atarlas en posiciones antinaturales, extracciones forzadas de sangre, pinchazos con agujas, ahogamiento simulado, golpearles la cabeza contra la pared, limitarles el uso de baño, aislamiento solitario, denegación de visitas familiares y añadirles drogas desconocidas a la comida. Los guardias también reproducen vídeos que difaman a Falun Gong y al fundador de Falun Gong en un intento de lavar el cerebro a las practicantes.
La familia de la señora Yao está muy preocupada por su seguridad en la prisión. Están llamando a la comunidad internacional para que ayude a rescatarla.
Antes de su última condena, la señora Yao ya había cumplido dos penas de prisión que sumaban 12 años por mantener su fe.
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