(Minghui.org) Minghui.org informó previamente que una mujer de 75 años de la ciudad de Daqing, provincia de Heilongjiang, fue puesta nuevamente bajo custodia el 18 de junio de 2025 para cumplir una sentencia de ocho años que inicialmente se le había permitido cumplir en arresto domiciliario debido a su delicado estado de salud.
Se ha revelado nueva información de que la Sra. Han Lihua, una empleada jubilada de un jardín de niños, fue trasladada del Centro de Detención de la ciudad de Daqing a la Prisión Provincial de Mujeres de Heilongjiang el 29 de julio de 2025. Se les pidió a sus familiares que esperaran tres meses para visitarla. Su sentencia finalizará en junio de 2033 (cuando tendrá 83 años).

Sra. Han Lihua
La sentencia de prisión de la Sra. Han se derivó de su arresto inicial el 22 de noviembre de 2020 por practicar Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el Partido Comunista Chino desde julio de 1999. Fue puesta en libertad bajo fianza, sentenciada a ocho años de prisión y a una multa de 50.000 yuanes (7.030 dólares) en diciembre de 2022.
Debido a que la Sra. Han estuvo incapacitada durante algunos años (se fracturó una pierna tras una caída en 2018) y también sufría de hipertensión, el Centro de Detención de la ciudad de Daqing le negó el ingreso y le permitió cumplir su sentencia en arresto domiciliario. A pesar de su estado de salud, las autoridades obligaron al Centro de Detención de la ciudad de Daqing a admitirla el 18 de junio de 2025.
La Sra. Han tuvo dificultades para valerse por sí misma en el centro de detención. Los guardias llamaron a su familia y les exigieron que le compraran una silla de ruedas y un inodoro adaptado.
Antes de esta última persecución, la Sra. Han había sido blanco de ataques reiterados por su fe. Fue arrestada el 16 de noviembre de 2000 y retenida en varios centros (dos semanas en la cárcel del distrito de Ranghulu, un mes en el Centro de Detención de la ciudad de Daqing, dos meses en la cárcel del distrito de Datong y dos meses en el albergue del distrito de Sartu).
Su esposo falleció el 19 de diciembre de 2000 y ella no se enteró hasta que la visitó su hijo. En 2001, fue sentenciada a tres años de trabajos forzados, pero el campo de trabajo local se negó a aceptarla porque no superó el examen físico requerido. Posteriormente fue liberada.
Cuando la Sra. Han habló con sus supervisores en el trabajo sobre Falun Gong el 25 de septiembre de 2001, la denunciaron a la policía. Wang Qi y otros tres agentes del Departamento de Policía de Lamadian la sacaron de su casa ese mismo día y la llevaron a una cárcel local. Sufrió varios episodios de shock debido a los abusos y fue liberada en estado crítico más de cuatro meses después.
Más de doce agentes arrestaron a la Sra. Han en su domicilio el 22 de abril de 2003 y la llevaron a un centro de lavado de cerebro. Allí permaneció seis meses, tiempo durante el cual fue brutalmente golpeada, privada de sueño, obligada a permanecer en cuclillas durante largos periodos y confinada en aislamiento por mantenerse firme en su fe.
Los oficiales Li Zhiyou, Wang y Zhang Youfu, del Departamento de Policía de Lamadian, allanaron la casa de la Sra. Han el 4 de mayo de 2008 y confiscaron su computadora, impresora, guillotina y libros de Falun Gong. Durante el interrogatorio en la estación de policía, el oficial Li golpeó a la Sra. Han en las muñecas esposadas y otro oficial empujó la silla metálica en la que estaba sentada, provocando que cayera al suelo. Tras cinco días de tortura, fue trasladada al Centro de Detención de la ciudad de Daqing.
El Tribunal del distrito de Ranghulu sentenció a la Sra. Han a siete años de prisión a finales de octubre de 2008, y fue ingresada en la Prisión de Mujeres de la provincia de Heilongjiang el 14 de enero de 2009. Fue puesta en libertad anticipadamente el 4 de octubre de 2014, pero la Oficina de Seguridad Social de Daqing le notificó la suspensión de su pensión y la obligación de devolver los 180.000 yuanes (25.307 dólares) recibidos durante su encarcelamiento. Alegaron que ningún jubilado debía percibir prestaciones de jubilación mientras estuviera en prisión, citando una política emitida por la Oficina General del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en 2001.
La Sra. Han argumentó que tanto su estancia en el campo de trabajo como en prisión constituían actos de persecución y que ninguna ley laboral exige la devolución de las prestaciones de jubilación percibidas durante el encarcelamiento. Le era imposible realizar un pago único de 180.000 yuanes. En consecuencia, la Oficina de Seguridad Social de Daqing suspendió su pensión.
Alrededor de la época en que se fracturó la pierna en 2018, la policía acosó a la Sra. Han en su domicilio en repetidas ocasiones.
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