Dejé mi teléfono y ahora despierto a la gente

(Minghui.org) Durante un tiempo estuve obsesionada con mi teléfono móvil y veía constantemente todo tipo de cosas extrañas y extravagantes. Los vídeos ocupaban mi mente y dedicaba menos tiempo a estudiar el Fa. Me costaba concentrarme, así que acabé perdiendo mucho tiempo.

En septiembre del 2023, un día me sentí agotada después de subir las escaleras de mi edificio. Pero las cosas empeoraron, hasta el punto que me faltaba el aire cuando llegué al segundo piso. En una ocasión, me faltó tanto el aire que no pude pasar del segundo piso. Descansé mucho tiempo antes de arrastrarme hasta mi casa, empecé a preguntarme: «¿Qué me está pasando? Antes no tenía ningún problema para subir las escaleras, ¿por qué ahora me siento así?». Sin embargo, no le di más vueltas ni busqué en mi interior cuáles podían ser mis defectos.

Cuando mi hijo y su esposa me llevaron de compras, al regresar a casa me sentí tan cansada que empecé a jadear mientras subía las escaleras. Mi hijo me preguntó: «Mamá, ¿por qué respiras así? Veo que tu pecho sube y baja».

Le respondí: «Estaba bien cuando trabajaba, pero ahora que me he jubilado paso más tiempo sentada».

Mi nuera estaba muy preocupada y sin decirme nada esa misma noche concertó una cita con un médico especialista. Al día siguiente me llevaron al hospital, no tuve otra opción. El médico le dijo a mi hijo: «¿Por qué ha esperado tanto tiempo a traer a su madre? Su estado es grave. Necesita cirugía y quedará postrada en una silla de ruedas».

«No me sentaré en una silla de ruedas», protesté. El médico apartó a mi hijo para hablar con él. Luego me sentaron en una silla de ruedas, me llevaron a la unidad de cuidados intensivos (UCI) y decidieron mantenerme en observación durante unos días antes de la operación.

Después de todo este alboroto, empecé a recobrar el sentido. Pensé: «Soy practicante. No puedo quedarme aquí tumbada. No estoy enferma. Shifu, por favor, ayúdame». Recité todos los pasajes del Fa que me vinieron a la mente y seguí pidiendo ayuda a Shifu.

Al tercer día me trasladaron de la UCI a una habitación normal. El médico dijo que no necesitaba cirugía y que podía darme de alta, por lo que me fui a casa ese mismo día.

Después de llegar a casa reflexioné sobre estos acontecimientos. ¿Qué hice mal? Mientras escuchaba artículos donde los practicantes compartían sus experiencias en Minghui Radio, me di cuenta de que la tribulación se debía a mi obsesión por el teléfono móvil. La cultivación es algo serio, tenía que dejar mi adicción y dejar de ver contenidos perjudiciales. A partir de ese día, no volví a mirar mi teléfono.

¿Cómo puedo ser diligente sin perseverancia? ¿Cómo puedo estar a la altura de la compasiva salvación de nuestro venerado Shifu? Me había quedado atrás. Debo esforzarme por ponerme al día, impulsarme hacia adelante y cultivarme diligentemente. Necesito estudiar y memorizar más el Fa, y mirar hacia a dentro. Quiero alinearme con las características del universo y cultivarme genuinamente.

Ahora salgo todos los días a hablar con la gente sobre Falun Dafa y la persecución. Se ha vuelto más fácil acercarme a las personas, ya que parecen estar esperando escuchar la verdad. Muchos ya han aceptado renunciar al Partido Comunista Chino. Doy gracias a Shifu en nombre de aquellos que han despertado.

Una noche tuve un sueño muy vívido. Estaba caminando por la carretera cuando apareció ante mí un profundo barranco que me impedía seguir adelante. Alguien empujaba una gran rueda frente a mí. Al ver esto, me di la vuelta y comencé a subir una empinada pendiente hasta llegar a un alto escalón. Alguien que estaba de pie sobre el escalón me levantó, entonces me di cuenta de que era Shifu quién me había levantado; había regresado al camino de cultivación dispuesto para mí.

Seguiré recorriendo mi camino, haciendo bien las tres cosas y cumpliendo mis votos. Insto a los practicantes que dejen a un lado sus teléfonos, despierten a más personas y sigan a Shifu.

Mi nivel es limitado. Por favor, corrijan lo que no esté en consonancia con el Fa.