De un lector de China: No entiendo el alboroto por los bienes de Shen Yun

(Minhui.org) Cuando Shen Yun inició su gira de 2025, The New York Times publicó artículos en los que se afirmaba que los activos de la compañía habían superado los 250 millones de dólares y que las ventas de entradas de Shen Yun en 2023 se acercaban a los 39 millones de dólares. Se notaba que los autores habían dedicado mucho esfuerzo a comprobar los informes financieros de Shen Yun.

Para ser honesto, para una empresa que ha operado durante casi 20 años y ha realizado un trabajo tan duro con un alto impacto global, esta cantidad de activos no es sorprendente, y creo que debería ser mayor. Me explico.

No hace mucho, una «celebridad roja» (término utilizado para describir a los nietos de las élites políticas chinas) de tercera generación con el apodo en Internet de «Dongdong An'an» hizo alarde de su riqueza: en su 20 cumpleaños, su abuela le hizo un regalo de 180 millones de yuanes (24.562.980 dólares). También mostró el saldo de su cuenta, de más de 2.400 millones de yuanes, así como la gran colección de objetos raros de su familia.

En comparación, Shen Yun tiene ocho grupos con cientos de artistas que ofrecen más de 800 actuaciones al año. Tienen que viajar por todo el mundo y realizar enormes esfuerzos, y sus ingresos brutos anuales son de sólo 39 millones de dólares (o 280 millones de yuanes). Para mí, esta cantidad es bastante baja. Desde una perspectiva operativa, acumular activos por valor de 250 millones de dólares en 20 años tampoco es tanto.

Impacto social

La misión declarada del New York Times es «buscar la verdad y ayudar a la gente a entender el mundo». Pero no lo veo en estos artículos. Dada la misión y los logros de Shen Yun, así como la dura persecución a Falun Gong por parte del Partido Comunista Chino (PCCh) durante los últimos 25 años -algo que se omite en estos artículos-, el periódico debería centrarse en estos aspectos en lugar de intentar encontrar fallos donde no los hay.

No entendí la elección del periódico de centrarse en Shen Yun hasta que leí más sobre la autora principal de estos artículos y su padre Hong Zhaohui (también conocido como George Hong), Director Honorario en el Extranjero de la Asociación de Eruditos Retornados Occidentales de China. Esta organización opera bajo la dirección y el mando del Departamento de Trabajo del Frente Unido del PCCh con apoyo financiero.

Según su sitio web chino, la Western Returned Scholars Association está «dirigida por el Partido Comunista de China», es un «Frente Unido», «un puente entre el Partido y el gran número de estudiantes de ultramar» y «un ayudante del Partido y del gobierno en el trabajo de los estudiantes de ultramar».

Si The New York Times quiere realmente defender la justicia, ¿no debería investigar primero esta conexión como posible influencia extranjera? Hacerlo estaría más en línea con la tendencia actual de contrarrestar la infiltración del PCCh en Estados Unidos y otros países. Pero lo que hicieron estos artículos fue lo contrario.

Comparada con los funcionarios corruptos de China, grandes o pequeños, Shen Yun no es rica. Su capacidad para alcanzar sus ingresos anuales actuales proviene de una planificación meditada, de los esfuerzos colectivos del personal y del apoyo voluntario de otros practicantes de Falun Gong. Cada canción, cada pieza musical y cada baile son magníficos y despiertan el aprecio del público, al tiempo que nutren sus mentes y sus almas. Como resultado, cada año acude más gente a ver el espectáculo, y sólo así la compañía logró sus 39 millones de dólares de ingresos en 2023. Comparado con el duro trabajo que todos han realizado durante las dos últimas décadas, no es realmente significativo.

Ganar dinero no es el objetivo

Entre el debut de Shen Yun en 2007 y finales de 2015, Shen Yun proporcionó contenidos de vídeo para que los practicantes de Falun Gong en China produjeran DVD y los distribuyeran entre la gente de forma gratuita, ya que el espectáculo no podía representarse allí. Se trata de un acto de generosidad del director artístico de Shen Yun y de los practicantes de Falun Gong en China. En total, estos practicantes gastaron una enorme suma para producir estos DVD. Si el objetivo de Shen Yun es ganar dinero basándose en razones religiosas, como afirmó The New York Times, habría sido rápido y fácil pedir a los practicantes que donaran el dinero que habrían gastado en la producción de estos DVD.

Además, un gran número de practicantes de Falun Gong fueron acosados, arrestados y detenidos por distribuir DVD de Shen Yun. Algunos de ellos fueron gravemente torturados e incluso perdieron la vida. ¿Por qué el PCCh es tan hostil hacia Shen Yun, un espectáculo de primer nivel tan bien recibido en todo el mundo? ¿No es algo más importante que los periodistas investiguen e informen?

En todas las civilizaciones existen leyendas que afirman que los seres humanos fuimos creados por lo divino y que hemos olvidado nuestro pasado y a menudo hacemos cosas en este mundo que dañan a los demás y a nosotros mismos. Con su presentación de la cultura tradicional china, Shen Yun nos ha mostrado la dignidad de la humanidad y ha inspirado a la gente a reconectar con lo divino. ¿No es esto algo sin precedentes, precioso y admirable?

En todas las civilizaciones existen leyendas que afirman que los seres humanos fueron creados por lo divino y que hemos olvidado nuestro pasado y a menudo hacemos cosas en este mundo que hacen daño a los demás y a nosotros mismos. Con su presentación de la cultura tradicional china, Shen Yun nos ha mostrado la dignidad de la humanidad y ha inspirado a la gente a reconectar con lo divino. ¿No es esto algo sin precedentes, precioso y admirable?

Personas de todos los credos pueden sentir la esperanza que aporta Shen Yun, pero, por supuesto, el PCCh no entiende esta cultura de inspiración divina. Con una ideología que llama al desafío hacia el Cielo y la Tierra, el PCCh reprime despiadadamente a Falun Gong. Aquel que siga la influencia del PCCh para perseguir las religiones rectas, dondequiera que estén en el mundo, sólo se traerá daño a sí mismo en forma de retribución del yeli (kármica).