(Minghui.org) Solía tener un teléfono celular común y corriente. Sin embargo, en 2018, mi hijo me dio su teléfono inteligente que no usaba, diciendo que era conveniente para acceder a Internet. Me enseñó a hacer llamadas, enviar mensajes, ver la aplicación de mensajería WeChat y enviar videos. Me sentí bien al poder hacer estas cosas y, poco a poco, me volví competente en el uso del teléfono.
Después de un tiempo, me volví adicta a WeChat. Siempre que tenía tiempo, lo revisaba para ver si alguien me había enviado algo o revisaba los mensajes nuevos. También tenía que revisarlo después de regresar de estudiar el Fa. Con frecuencia enviaba mensajes de WeChat a la gente para charlar y hablar. A veces me iba a la cama muy tarde porque usaba demasiado la aplicación.
Shifu nos advirtió:
“Algunos dicen que usar drogas no es nada, tomo un poco y no pasa nada. Sí, se siente bastante bien, entonces ¿otra vez? También nada, pues ¿otra vez? Bien, ya no se puede controlar más. ¿Por qué? Ese material que es aspirado forma en tu cuerpo un ‘tú’ fino, ligero, ya es suficiente con una vez, porque su característica venenosa es muy fuerte; cuando tú lo ingieres por segunda vez, ese fino y ligero ‘tú’ se vuelve más denso, se vuelve más denso cuando tomas más, mientras más tomas, más denso se pone, y más fuerte se vuelve. Ese posee todas las estructuras de tu cuerpo entero, incluso tiene pensamientos, es completamente un ‘tú’ con características demoníacas compuesto de los venenos” (Fahui de Nueva York 2019).
Un día me sentí muy mareada, como si el mundo me diera vueltas, y comencé a vomitar. Mi nieto y yo éramos los únicos en casa. Me sentía muy mal, así que llamé a mi nuera, que practica Falun Dafa, y le pedí que enviara pensamientos rectos para mí.
No podía levantarme porque cualquier movimiento me hacía vomitar. Envié pensamientos rectos mientras estaba acostada. Con la protección de Shifu y el apoyo de mi compañera practicante, me sentí mejor en un par de horas. Agradecí la protección de Shifu y superé esa tribulación.
Después de que esto sucedió, comencé a mirar seriamente hacia dentro. A través de mi ojo celestial vi un logotipo en mi brazo: el logotipo de WeChat. Comprendí que el uso de la aplicación desencadenaba esta tribulación, y que era porque estaba apegada a WeChat. De inmediato dejé de usar mi teléfono inteligente y volví a usar mi antiguo teléfono.
Conozco a un matrimonio que practica Falun Dafa, y el marido es adicto a los teléfonos inteligentes. Le gusta consultar las noticias en su teléfono, rara vez hace los ejercicios o estudia el Fa, y apenas hace las tres cosas, incluyendo salvar a la gente. ¡Su comportamiento es muy peligroso! Espero que quienes tengan un apego similar se den cuenta rápidamente del peligro en el que se encuentran. Las viejas fuerzas pueden aprovecharse de quienes tienen esta brecha y perseguirlos.
Esto es lo que entiendo después de pasar por una tribulación.
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