​Carta al Editor: Mis experiencias profundamente conmovedoras mientras ayudaba a Shen Yun

(Minghui.org) Soy polaca, y comencé a practicar Falun Dafa en 2016, primero en Londres, donde vivía en ese momento, y ahora en Francia. Me emocioné profundamente cuando vi por primera vez Shen Yun en Birmingham ese año, por lo que me alegré mucho cuando un practicante me pidió que ayudara con la tienda de Shen Yun al año siguiente.

Me siento muy honrada de apoyar a Shen Yun en todo lo que puedo. Por ejemplo, distribuyendo folletos de Shen Yun en Francia, donde al principio me sentí como una extraña, ya que no hablo francés ni conozco las costumbres locales; aun así, el sentimiento abrumador de felicidad y propósito me ayuda a superar cualquier barrera.

Me siento realmente honrada de formar parte de este viaje de apoyo a Shen Yun Performing Arts. El espectáculo es una celebración de la cultura tradicional china, una riqueza artística que nunca antes había visto, y las representaciones son espiritualmente edificantes. Saber que contribuyo, aunque sea en lo más mínimo, a llevar estos profundos espectáculos al público me hace sentir que formo parte de ellos. Tengo una sensación de plenitud y pertenencia que ninguna cantidad de dinero podría igualar.

Atesoro todos los momentos preciosos que viví en los tres años que ayudé a dirigir la tienda de Shen Yun en el Reino Unido. Desde ayudar a organizar los artículos de la tienda hasta relacionarme con el público, cada tarea tenía sentido porque estaba contribuyendo a algo mucho más grande que yo misma. La dedicación y el talento de los artistas son profundamente inspiradores y estar cerca de ellos me motiva a dar lo mejor de mí misma.

Muchas veces fui testigo de la alegría y el asombro en los rostros de los espectadores durante y después de las representaciones. Shen Yun llega al corazón de la gente y les levanta el ánimo, por eso creo que es la mayor recompensa. Me siento privilegiada por poder contribuir, aunque sea mínimamente, a que esta extraordinaria compañía comparta su misión de revivir 5.000 años de cultura tradicional china.

Ser voluntario de Shen Yun no es sólo ayudar con la logística; es formar parte de una comunidad que valora la belleza, la amabilidad y la integridad. Las amistades que he forjado con otras personas que comparten esta pasión han sido otro regalo increíble. Juntos formamos una red de apoyo que nos anima a seguir luchando por el mismo objetivo.

Apoyar a Shen Yun se ha convertido en una de las experiencias más significativas de mi vida, y estoy verdaderamente agradecida por la oportunidad de contribuir. Creo profundamente que la labor de Shen Yun tiene una inmensa importancia cultural y espiritual en el mundo actual. Estar alineada con una misión tan noble es algo que aprecio cada día. Ninguna recompensa económica podría compararse con la alegría y la satisfacción que siento cuando trabajo como voluntaria. Es una experiencia humilde y enriquecedora que llevo en el corazón.