(Minghui.org) Las siguientes son mis experiencias de cultivación sobre cómo resolví los conflictos con mi hijo siguiendo los principios de Falun Dafa.

El Partido Comunista Chino (PCCh) me condenó ilegalmente a prisión por practicar Falun Dafa. Por lo tanto, no estuve presente para cuidar de él cuando más me necesitaba. Como resultado, después de ser liberada, mi hijo, que anteriormente apoyaba a Dafa, albergaba resentimiento hacia mí y hacia Dafa. En el último año, debido a mis apegos y nociones humanas, mi hijo se opuso firmemente a que yo clarificara la verdad para salvar a las personas. Tan pronto como mencionaba Dafa, empezaba a maldecirme. Me sentía triste y preocupada por él. Incluso pensé que si hubiera obtenido el Fa antes, no me habría casado y no tendría este problema con mi hijo ahora.

Con el tiempo, comencé a dejar ir el dolor, la amargura y el resentimiento que albergaba y me di cuenta de que el problema residía en mí. Durante mucho tiempo, no seguí los estándares de una cultivadora de Dafa, y mi campo dimensional estaba lleno de lujuria, resentimiento, mentalidad competitiva, impaciencia, interés propio, apegos a la fama, al beneficio, un fuerte ego y muchos otros elementos degenerados del viejo universo. Como resultado, mis palabras estaban lejos de ser puras, tenían poco efecto y eran totalmente incapaces de disolver los elementos malignos detrás de los seres conscientes. No estaba cultivándome correctamente. Sin embargo, comencé a prestar más atención a limpiar mi dimensión con pensamientos rectos, pero de vez en cuando, aún no podía controlar mis acciones y palabras.

Un mes antes del Año Nuevo Chino en 2024, la esposa de mi hijo quedó embarazada y experimentó muchos malestares matutinos. Mi hijo me pidió que fuera a su casa ubicada en otra ciudad para ayudarlos. Me dije a mí misma que lo haría bien esta vez, cultivándome sólidamente y salvándolos.

En el pasado, mi hijo criticaba mi forma de cocinar, así que busqué recetas sabrosas y cociné cada comida con cuidado. También me ocupé de las tareas del hogar, como hacer las compras, lavar la ropa y limpiar en general. Mi hijo estaba contento con el arreglo y dijo que había mejorado mucho al cocinar.

Un día, cuando mi hijo no estaba en casa, hablé con mi nuera sobre Falun Dafa. Ella se excusó para usar el baño y le envió un mensaje de texto a mi hijo, quejándose de mí. Mi hijo me llamó de inmediato, me regañó y dijo muchas cosas irrespetuosas sobre Dafa. Intenté mantener la calma y razonar con él, pero él no escuchaba. También le envié un mensaje de texto diciéndole que no debería decir nada irrespetuoso sobre Dafa. Él me maldijo de nuevo. Por la noche, cuando regresó del trabajo, me regañó de nuevo. Me sentí triste y preocupada por el futuro de mi hijo y su esposa.

Comencé a estudiar más el Fa, a escuchar artículos de experiencias de cultivación de practicantes y a mirar hacia dentro. Me di cuenta de que tenía un fuerte apego al éxito rápido sin considerar el efecto en los demás. Me pregunté a mí misma si me molestaría tanto si los hijos de otras personas se negaran a escucharme hablar sobre Falun Dafa. La respuesta fue no. Entonces, ¿por qué estaba tan tensa y preocupada? Claramente, tenía muchos sentimientos humanos. ¿Cómo podrían ser efectivas mis palabras cuando venían con tanto sentimentalismo?

Dejé ir el sentimentalismo que tenía hacia mi nuera, así como el sentimiento madre-hijo que sentía. Mi hijo dijo: "Por favor, no digas nada; solo haz lo que una mamá necesita hacer, y entonces todo estará bien". Sus palabras me recordaron que dejara ir mis apegos humanos. Comencé a enviar pensamientos rectos más a menudo para limpiar los elementos no rectos en mi campo dimensional, así como todos los elementos malignos que impedían que mi hijo y su esposa escucharan la verdad.

Durante este tiempo, mi hijo experimentó una serie de tribulaciones: chocó contra un árbol mientras conducía, se le rompieron sus palillos para comer mientras comía, tuvo fiebre y una tos grave, etc. Sabía que todo esto era consecuencia de su falta de respeto hacia Dafa. Sin embargo, en lugar de señalarlo inmediatamente, seguí enviando pensamientos rectos para eliminar sus malos pensamientos.

Pareció darse cuenta de que lo que hacía estaba mal. Un día me dijo: "Mamá, tu gente (practicantes de Dafa) nunca roba cuando trabaja en casas ajenas, y siempre trabajan duro". Sabía que en su corazón, él sabía que Dafa es bueno. El que yo no actuara bien desencadenó los elementos negativos en él, haciéndole decir cosas en contra de Dafa. Sus acciones eran mi culpa.

Profundizando más, me di cuenta de que albergaba resentimiento hacia mi madre, que también es practicante. Durante mucho tiempo, pensé que no estaba siendo racional y a menudo hacía cosas inapropiadas, como quedarse dormida mientras meditaba o cuando enviaba pensamientos rectos, y sus modales en la mesa eran malos. Cuando mi campo dimensional estaba lleno de tales pensamientos poco amables y resentimiento, era como la basura del viejo universo, desencadenaba un fuerte resentimiento en mi hijo.

Mi hijo es, de hecho, un espejo para mí, y su comportamiento esta realmente diciendo que necesita ayuda. Quería que rectificara mis nociones y dejara ir mis apegos para poder romper las cadenas que le impedían ser salvado. Seguí enviando pensamientos rectos para eliminar los elementos degenerados y los arreglos que tenían como objetivo destruir vidas.

Un día, el tazón de mi hijo se rompió mientras comía. Usé el incidente para explicarle las consecuencias de ser irrespetuoso hacia Dafa. Pareció entender y aceptó dejarme ayudarlo a hacer una declaración solemne en línea para declarar nulas y sin efecto todas sus palabras irrespetuosas, siempre y cuando dejara de hablar sobre Falun Dafa.

Sabía que no había alcanzado el estándar requerido en este nivel. Todo el proceso fue difícil para mí, pero sabía que era parte de mi cultivación, y que debía seguir cultivándome.

Fue realmente una batalla entre mi lado humano y mi lado divino. Cuando usaba nociones humanas, los días se sentían largos y cansados. Sin embargo, mi lado divino sentía que las tribulaciones eran una oportunidad para cultivar mi xinxing, validar el Fa y salvar a los seres consientes. Al final, mi lado divino ganó, y pude calmarme y hacer lo que un practicante de Dafa debería hacer.

Además de hacer las tareas del hogar, usé cualquier tiempo libre que tenía para memorizar y recitar el Fa y enviar pensamientos rectos. Si a mi hijo y a mi nuera les gustaban los guisos que cocinaba, comía poco o nada; cuando estaban en el trabajo, comía las sobras del día anterior. Cuando quedaban pocas sobras, simplemente comía algo simple y usaba el tiempo libre para hacer lo que debía hacer. Poco a poco, sentí que mi ego y mis búsquedas egoístas estaban disminuyendo, y solo pensaba en los beneficios de los demás. Nunca había experimentado una sensación tan pacífica de simplicidad y facilidad.

Se acercaba el año nuevo, y mi nuera estaba vomitando menos. Así que le dije a mi hijo que volvería a casa en un par de días.

En mi último día allí, limpié a profundidad su casa y lavé todo lo que necesitaba lavarse. También ordené todo. Por la noche, cociné tres platos para ellos y calenté una pierna de cordero, la comida favorita de mi hijo. Sin embargo, cuando se sentó a la mesa para cenar, estaba indignado: "¡Te pedí que vinieras aquí y ayudaras, pero solo me das sobras todos los días!".

Su esposa lo interrumpió e intentó hacer que se callara. Esa fue la primera vez que habló en mi defensa. En el pasado, siempre que mi hijo y yo teníamos un conflicto, ella se mantenía al margen o miraba con total indiferencia.

No dije nada. Simplemente envié pensamientos rectos. Sabía que su estallido en realidad me estaba ayudando a mejorar en la cultivación. Mi hijo se enfadó aún más y dejó sus palillos, apartó su tazón y metió la pierna de cordero en una bolsa de basura. La tiró fuera de la casa, diciendo: "¡Esto es lo que pasa cuando me das sobras!".

Después de que mi nuera terminó de comer, lavé los platos. Mi hijo entró a la cocina, abrió la nevera y dijo: "Las frutas han estado en la nevera durante unos días, y ni siquiera te molestaste en lavarlas para que las comiéramos".

No pude contenerme y estallé en carcajadas. En el pasado, siempre que había conflictos entre nosotros, discutía con él, y al final, nos íbamos a nuestras habitaciones enojados.

Esta vez, mi respuesta fue completamente diferente, y él estaba confundido. "¿Estás loca?" me preguntó. Me reí tanto que jadeaba, "He estado ocupada todo el día, y me duele la espalda, y todo lo que recibo es una regañina". Al oír esto, mi hijo también empezó a reír, y luego nos reíamos juntos.

De repente, dejó de reír y emocionadamente dijo: "Mamá, lo siento. No quise enfadarme contigo. Sé que has estado trabajando muy duro". No sabía qué decir a continuación. Así que lo abracé y lo consolé, diciendo: "No te preocupes. Cuando no haya hecho bien algo, házmelo saber, y trataré de enmendarme". Él me abrazó y dijo: "No, mamá. Lo estás haciendo muy bien."

Esa noche, nos sentamos en la sala y charlamos amigablemente durante más de una hora. Era la primera vez que charlábamos desde que llegué a su casa. Mi hijo ni siquiera tenía su teléfono consigo mientras escuchaba en silencio cuando hablaba sobre cómo los practicantes de Dafa intentan ser considerados con los demás y ayudarse mutuamente de manera desinteresada, y describía cómo los familiares de los practicantes que los protegían del acoso policial eran bendecidos por sus buenas acciones. También hablé sobre la importancia de volver a la cultura y valores tradicionales. Hablé sin ninguna búsqueda de aceptación inmediata o imponiendo mis ideas a mi hijo. Le hablé de una manera que él pudiera entender. De vez en cuando, mi hijo comentaba sobre las cosas que yo decía. Podía ver que estaba profundamente conmovido. Al final, dijo: "Tu gente (los practicantes de Dafa) es muy honesta y pura".

Mi hijo ha cambiado mucho desde entonces. Se ha vuelto menos cínico y más racional. También ha aprendido a pensar desde la perspectiva de otras personas. Cuando hablaba de mí con su abuelo por teléfono, decía: "Las personas con fe son mejores". Su esposa también le dijo: "Deja que mamá practique Falun Dafa. Es bueno". Lo que parecía una relación tormentosa con mi hijo se convirtió en algo como un hermoso arcoíris cuando me asimilé a los principios de Veracidad-Benevolencia-Tolerancia.

Mi corazón se llenó de emoción cuando reflexioné sobre las experiencias de ese mes en casa de mi hijo. Estoy muy agradecida con mi hijo y a todas las tribulaciones que experimenté que me ayudaron a darme cuenta de dónde había fallado en la cultivación para poder iluminarme aún más a los principios del Fa.

Durante muchos años, no cultivé verdaderamente mi xinxing según los principios del Fa. Siempre miraba hacia afuera cuando estaba en conflicto con otros y discutía sobre quién tenía razón y quién estaba equivocado usando los principios y la lógica de la gente común. Como resultado, no logré limpiar los elementos degenerados en mi campo dimensional, lo que, a su vez, dio lugar a diversos apegos humanos. Desperdicié tanto del precioso tiempo que Shifu extendió para nosotros mientras Shifu soportaba enormes y dolorosas dificultades. Mi pobre cultivación también obstaculizó la salvación de los seres consientes.

Ahora me doy cuenta de que mirar hacia dentro y asimilarnos al Fa nos permite superar tribulaciones y salvar a más seres. Solo cultivándonos bien podemos salvar efectivamente a más personas. Cada conflicto y cada tribulación que experimentamos es una oportunidad y un estímulo para ayudar a los seres consientes a superar obstáculos capa por capa y regresar a nuestros verdaderos hogares.