(Minghui.org) Una residente de 58 años de la ciudad de Shulan, provincia de Jilin, fue sentenciada a un año y medio de prisión y a dos años de libertad condicional en diciembre de 2024, por su fe en Falun Gong, una disciplina espiritual que persigue el régimen comunista chino desde 1999.
La Sra. Zhang Jinhua, una auditora jubilada, fue arrestada el 2 de junio de 2024, junto con su suegra de 83 años, después de que se las denunciara por hablar con la gente sobre Falun Gong. Los agentes de la comisaría de Jishu llegaron enseguida para arrestarlas y, más tarde, allanaron la vivienda que comparten.
Mientras que la suegra de la Sra. Zhang fue puesta en libertad esa misma tarde, la Sra. Zhang fue llevada al Centro de Detención de la ciudad de Jilin la tarde siguiente. Fue juzgada en el Tribunal de la ciudad de Shulan el 19 de noviembre y fue condenada semanas después. Fue puesta en libertad el 10 de diciembre para cumplir su libertad condicional de dos años. Las autoridades le advirtieron que todavía se enfrenta a la pena de prisión de un año y medio si alguna vez "violaba" la libertad condicional [para los practicantes de Falun Gong condenados injustamente, eso a menudo significa que hicieron algo para crear conciencia sobre la persecución].
La Sra. Zhang había comenzado a practicar Falun Gong recién en 2023, después de que años de tratamientos médicos no lograran curar sus numerosas enfermedades. Poco a poco se fue recuperando y ya no tenía un peso demasiado bajo. Se volvió enérgica y caminaba con paso rápido. También tenía una tez sonrosada. Más de una vez sus conocidos se maravillaron de su transformación después de encontrársela en la calle. Ella siempre les decía que su secreto era practicar Falun Gong.
La Sra. Zhang también pudo sobrellevar mejor la muerte de su marido, ya que Falun Gong le permitió comprender que hay una razón detrás de todo. También se volvió más considerada al seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. A pesar de que su marido falleció, ella siguió cuidando meticulosamente a su madre, que también practica Falun Gong. Sin embargo, las dos mujeres fueron atacadas simplemente por decirles a los demás que Falun Gong es bueno y que la persecución es ilegal.
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