(Minghui.org) Cuando hice la versión de una hora del segundo ejercicio de Falun Dafa el 3 de julio de 2024, mi cuerpo de repente empezó a temblar y a sacudirse. A través de mi tercer ojo vi una bola de fuego a un metro delante de mí. Sentí frío y debilidad, luego calor y después frío. Me senté cuando terminó la música del ejercicio.

Envié pensamientos rectos: «No reconozco la persecución, eliminaré todos los factores malignos de mi dimensión. Shifu, por favor, fortaléceme». Al cabo de veinte minutos, mi cuerpo se sentía ligero, cómodo y normal. Recordé que Shifu me había anticipado esta situación el día anterior. En aquel momento vi un muro de un metro de altura frente a mí; ¡y a la mañana siguiente ocurrió esto!

Cuando otro practicante me visitó más tarde ese mismo día, le conté lo sucedido. Le encantó saber que había superado otra prueba y me felicitó. Salimos como de costumbre para hablar a la gente de Falun Dafa y de la persecución. Estoy agradecido a Shifu por ayudarme a pasar una prueba tan grande en mi práctica de cultivación de Dafa.

Me gustaría compartir otra historia asombrosa. Me salió un bulto detrás del omóplato izquierdo; no me dolía, pero con el tiempo se convirtió en un gran callo. Después de que mi madre lo raspara, salió una sustancia gris oscura. La herida cicatrizó sin dejar rastro del callo. A un amigo mío le salió algo parecido en la espalda. Por desgracia, le costó miles de yuanes quitárselo y meses recuperarse.

A lo largo de los años, he experimentado muchos incidentes similares y he superado las pruebas. Me siento muy afortunado de que Shifu eliminara mi yeli y me guiara por el camino de la cultivación.

¡Gracias, Shifu, por su misericordiosa salvación!