(Minghui.org) Una residente de 74 años del condado de Mian, provincia de Shaanxi, ha sido recientemente condenada en secreto a prisión por su fe en Falun Gong, una práctica de cuerpo y mente que persigue el Partido Comunista Chino desde julio de 1999.

La Sra. Du Shuhui, contable jubilada de la Oficina de Construcción Urbana del condado de Mian, fue detenida en su domicilio por agentes de la Estación de Policía de Dingjun el 7 de diciembre de 2023 y conducida al Centro de Detención de Hantai. El Tribunal del condado de Mian programó una audiencia para abril de 2024 y designó a un abogado apellidado Qi para que la representara.

No está claro si la audiencia se celebró según lo previsto, ya que nunca se notificó la fecha exacta a la familia de la Sra. Du. También se les ha negado la posibilidad de visitarla desde su detención. Cuando hace poco fueron de nuevo al centro de detención, se sorprendieron al enterarse de que la Sra. Du estaba apelando un veredicto de culpabilidad.

Los guardias del centro de detención se negaron a revelar cuándo fue acusada, juzgada o condenada. Tampoco dijeron nada sobre la duración de su condena. Sólo dijeron que estaba encerrada en una celda para ella sola (posiblemente en régimen de aislamiento en lugar de tratamiento privilegiado) y que está apelando su veredicto de culpabilidad.

No es la primera vez que la Sra. Du es objeto de ataques por su fe, a la que atribuye la curación de sus numerosas enfermedades, entre ellas asma bronquial, traqueítis, cálculos biliares, colecistitis, nefritis crónica, gastritis, anexitis, hombro congelado, neuritis cervical, neurastenia, migraña, acúfenos, zumbidos en la cabeza, hemorroides y estreñimiento.

Se mantuvo firme en su fe tras el inicio de la persecución en 1999, pero fue objeto de repetidos ataques. Antes de su última condena, estuvo retenida en un campo de trabajos forzados y en una prisión durante un total de once años por negarse a renunciar a su fe en Falun Gong.

Junto con su hermana, la Sra. Du fue enviada a un campo de trabajos forzados en 2001. Allí las privaron de sueño y les negaron el uso del inodoro. La Sra. Du fue detenida de nuevo en 2006. Mientras estaba detenida, sufrió una inflamación de la vesícula biliar y tuvo que ser llevada a urgencias.

La policía irrumpió en la casa de la Sra. Du en 2013, la saqueó y la detuvo. Retenida en el Centro de Detención de Hantai durante más de un año y medio, a menudo sufría dolores y espasmos debido a los cálculos biliares. Apenas podía comer, beber o dormir. Cada ataque de cálculos biliares duraba más de diez días. Le hicieron cuatro ecografías en tres hospitales y el diagnóstico fue el mismo: tenía la vesícula llena de cálculos. Se recomendó una intervención quirúrgica, pero se le denegó la libertad bajo fianza para recibir tratamiento médico. La Sra. Du fue juzgada y condenada a ocho años de prisión.

En la cárcel la torturaron muchas veces en una silla metálica. Los guardias y otras reclusas la golpeaban a menudo. Los golpes eran tan fuertes que perdió dientes y se dislocó la mandíbula. La agarraban del pelo y le golpeaban la cabeza contra la pared o contra los marcos metálicos de la cama, lo que le provocaba convulsiones.

Una vez no la dejaron ir al baño durante 17 días. No tuvo más remedio que hacer sus necesidades en los pantalones. En otra ocasión, la obligaron a sentarse en un pequeño taburete durante más de cinco meses, todos los días de 7.00 a.m. a 3.00 p.m. Sus nalgas se pusieron moradas por permanecer sentada en una misma posición durante un periodo prolongado. Cuando las demás reclusas dormían, la Sra. Du era obligada a permanecer de pie en el pasillo hasta medianoche, en medio de un frío glacial.

A las practicantes de Falun Gong de la prisión no se les permitía hablar entre ellas, y la Sra. Du estaba vigilada en todo momento. Su tarea consistía en cortar los hilos de la ropa acabada. Sólo podía verlos con los ojos casi sobre la tela. Cuando no podía terminar su cuota, la obligaban a estar de pie hasta bien entrada la noche mientras las demás dormían. Tras cuatro años así, la vista de la Sra. Du se había deteriorado drásticamente. Los objetos a pocos metros de distancia le resultaban borrosos.

Las autoridades le suspendieron la pensión desde 2018, que aún no le han restituido. Las autoridades la acosaron a menudo tras su liberación a finales de 2020. En abril y junio de 2021, la policía acudió a su domicilio en dos ocasiones, exigiéndole que firmara una declaración en la que se comprometía a dejar de practicar Falun Gong.

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