(Minghui.org) En el Parque das Nações (Parque de las Naciones), anteriormente Expo 98, en Lisboa, los practicantes realizaron actividades los días 25, 27 y 28 de abril para presentar Falun Dafa y concienciar sobre la persecución que sufre la práctica espiritual en China. El 26 de abril protestaron pacíficamente frente a la Embajada de China para conmemorar la Apelación Pacífica que tuvo lugar en Beijing, China, el 25 de Abril de 1999, hace un cuarto de siglo.

El Parque de las Naciones es un lugar muy popular. Los practicantes colocaron pancartas y paneles informativos sobre la persecución por parte del Partido Comunista Chino (PCCh). También distribuyeron folletos y recogieron firmas de los muchos turistas y residentes que se detuvieron a leer la información y a hablar con ellos.

Tras conocer los beneficios de practicar Falun Dafa (también conocido como Falun Gong) y el alcance de la persecución, algunos visitantes expresaron su admiración; otros, tristeza; y otros, solidaridad y aliento. Muchas personas firmaron la petición y dijeron que les gustaría ayudar a los practicantes a poner fin a la persecución.

Dos hombres muy interesados en Falun Gong aceptaron volantes y flores de loto de origami. Dijeron sentirse tristes por la persecución.

Dos hombres aceptan volantes.

La Sra. Fachada, directora de recursos humanos, firma la petición para protestar contra la persecución.

La Sra. Ly Rio, asistente dental, y el Sr. Fonseca, barbero, quedaron impresionados por lo que han sabido sobre la persecución a Falun Dafa.

Priscila, masajista brasileña, lee un folleto sobre la persecución.

En la mañana del 26 de abril, los practicantes se manifestaron pacíficamente frente a la Embajada de China.

Practicantes reunidos pacíficamente frente a la Embajada de China

Contaron a la gente cómo, el 25 de abril de 1999, unos 10.000 practicantes de Falun Gong se reunieron en la Oficina de Apelaciones del Consejo de Estado en Beijing y pidieron la liberación de 45 practicantes detenidos por la policía de Tianjin. También pidieron al gobierno que permitiera la publicación de libros de Falun Gong y que los practicantes pudieran practicar Falun Gong abiertamente. Durante la Apelación, el mundo entero vio lo pacíficos que eran los practicantes de Falun Gong y cómo se atenían a elevadas normas morales. Se consideró la mayor y más ordenada apelación de la historia de China.