(Minghui.org) Nací en China después del milenio. Comencé a practicar Falun Dafa en China durante la pandemia y ahora estoy estudiando en el extranjero.
Desde niña me he sentido profundamente atraída por la belleza y la bondad de la cultura tradicional. A menudo me conmueven las buenas acciones de mi familia y de los maestros que me rodean y siempre he anhelado encontrar un camino verdadero que me guíe para ser una buena persona y elevarme.
Lamentablemente, debido a la persecución del Partido Comunista Chino (PCCh), nunca conocí Falun Dafa, hasta que un profesor universitario me lo presentó durante la pandemia. Comprendí que el propósito de la vida de una persona es asimilarse a Dafa y volver a su verdadera naturaleza. Es una bendición y un honor practicar Dafa en este mundo caótico. No hay palabras para expresar mi gratitud a Shifu por su compasión y salvación.
Rompiendo con las nociones modernas, emprendiendo el camino para volver a la tradición
Nacida en China, donde la moralidad se derrumbó después de que el PCCh ordenara la persecución de Falun Dafa en 1999, fue ese poco de cultura tradicional que quedó en mi educación lo que sostuvo la bondad de mi naturaleza y me permitió conectar con Falun Dafa a pesar de la fuerte contaminación del ateísmo y las nociones modernas.
Siempre quise ser una persona recta, indiferente a la fama y la riqueza, que se preocupara por la gente del mundo. A pesar de las diversas campañas del PCCh para acabar con la cultura tradicional, algunos de estos valores, como la bondad y el desinterés, seguían vivos y estaban profundamente arraigados en mi corazón.
A medida que crecía, me volvía más sofisticada en la turbia sociedad de la cultura del Partido Comunista Chino, y mi corazón se volvía cada vez más sombrío. En el instituto, la interpretación de la sociedad antigua giraba en torno a la lucha de clases, y no había compasión ni bondad a la vista; las obras modernas que leía fuera del aula me decían que la naturaleza humana es malvada y que la muerte es el fin de la vida. El sentido de la vida es la indulgencia y el placer.
En aquel momento, sentí que mi moralidad declinaba con la marea y no podía hacer nada al respecto. Quería conocer el sentido profundo de la existencia humana, pero sentía que todas las teorías que leía estaban vacías y no podían guiarme. En el fondo, anhelaba algo que pudiera ayudarme a trascender el mundo. Deseaba poder lavar la suciedad de mi alma y ser una buena persona. Pero en una sociedad así, no es fácil. Estaba increíblemente amargada y desesperada por dentro; no me interesaba nada y sólo quería llorar.
Sin embargo, se me presentó una oportunidad increíble y extraordinaria. Mientras estudiaba en una universidad de China, conocí a un profesor que practicaba Dafa y que tenía un profundo conocimiento de la cultura tradicional.
En el año anterior a la obtención del Fa, leí mucho sobre literatura y pintura tradicionales chinas y occidentales, y las representaciones de la compasión, el brillo, la belleza y la santidad de lo divino echaron por tierra mis nociones ateas. También aprendí más sobre la cultivación espiritual, lo que me hizo darme cuenta de que la cultura tradicional siempre ha enseñado a la gente a hacer hincapié en la virtud y la bondad y que la naturaleza humana es intrínsecamente buena.
Mi profesor me habló de Falun Dafa y de la persecución que comenzó en 1999. Admiré el valor de los practicantes que arriesgan sus vidas para enfrentarse a la violenta represión del PCCh, defender su fe y aclarar los hechos al mundo.
Dafa también me enseñó que todo el sufrimiento humano proviene de la retribución del yeli propio y está causado por malas acciones cometidas en vidas anteriores. Es un principio natural que el bien sea recompensado y el mal castigado. Los dioses y los budas siempre vigilan a las personas. Dafa explica la verdad sobre todas las cosas del universo. Es el Camino que había estado buscando. Decidí practicar Falun Dafa.
Después, mi profesor me dio el precioso libro Zhuan Falun. Durante la pandemia, tomé clases en línea en casa. Esto me permitió tener un ambiente de cultivación estable. Continué estudiando el Fa y haciendo los ejercicios todos los días.
A menudo copiaba y recitaba Hong Yin en el silencio de la noche, y las palabras a menudo me conmovían hasta las lágrimas; cada palabra era tan preciosa y sagrada que resonaba en lo más profundo de mi corazón.
Como dice el refrán: "Es difícil nacer en el Reino Medio, y es difícil encontrar el Fa recto". En un mundo tan decadente, en medio de las abrumadoras nociones modernas que llevan a la gente al mal, es el honor supremo y la gran alegría de mi vida encontrarme con Dafa. ¡Gracias, Shifu!
Yendo contra la corriente, retornando a mi verdadera naturaleza
En casa soy hija única, mimada por mis padres y objeto de los elogios de familiares y amigos. Antes de comenzar en Dafa, sólo sabía recibir, pero no dar. En casa no respetaba a los mayores. Nunca atendí a mis primos pequeños. También desarrollé muchos apegos, como la vanidad y la envidia. Me cortaba el pelo muy corto y me gustaba pelearme con los chicos. Hablaba groseramente con un lenguaje cortante y hacía las cosas precipitada y bruscamente, sin tener en cuenta los sentimientos de los demás.
En la secundaria, bajo la influencia de mis compañeros, estuve expuesta a películas y televisión que promovían la pornografía y la violencia. Todas las noches, antes de irme a la cama, sentía pánico y me faltaba el aliento, con la sensación de que demonios y fantasmas estaban debajo de la cama y me miraban fijamente.
Después de obtener Falun Dafa, me transformé. Por primera vez en mi vida, pude distinguir que esos pensamientos sucios y degenerados no eran mi verdadero yo. El objetivo de la cultivación es deshacerse de esos pensamientos negativos y restaurar mi naturaleza pura. Cambié mis antiguos comportamientos egoístas y aprendí a poner a los demás antes que a mí misma. Aprecio verdaderamente la belleza de ser desinteresada y lo maravilloso de practicar la cultivación en Dafa.
Además de la iluminación espiritual, mi salud física también ha mejorado. Me siento ligera como un pájaro, llena de energía, y ya no tengo ataques de pánico, dolores de cabeza ni insomnio. También desapareció el dolor insoportable que tenía durante cada periodo menstrual.
Siguiendo los requisitos de Dafa de tratar a los demás con compasión y manteniendo una mente pacífica, me sorprendió que mejorara el estado de mi piel. Se volvió suave, clara y sonrosada. Mi pelo áspero también se volvió liso y suave. También aprendí que, como chica, debo ser gentil, amable y humilde con los demás.
En casa, me volví más atenta con mis padres. Cocinaba deliciosos platos para mi familia, me ocupaba de las tareas domésticas y cuidaba de mis primos pequeños cuando venían de visita. Toda mi familia decía que me había convertido en una persona diferente.
En la universidad, las trampas eran frecuentes entre los estudiantes. Pero Dafa me enseñó a respetar a mis profesores, a estudiar duro, a ser honesta y a evitar seguir a la multitud. Antes era mezquina y amargada, negativa y resentida, pero ahora me he vuelto pacífica y optimista, con pensamientos puros y sencillos.
Poco después de obtener Falun Dafa, me fui al extranjero para ampliar mis estudios y empecé unas prácticas simultáneamente. Además de la presión académica, también tenía estrés laboral. Perseverando en las cinco series de ejercicios, puedo estar muy concentrada durante todo el día y hacer las cosas sin distracciones. Gracias a mi concentración, a menudo puedo completar tareas que habrían sido casi imposibles.
Mi trabajo consiste en la escritura creativa. Al principio, no tenía inspiración y mis escritos eran áridos y aburridos. Pero Dafa me ha dado sabiduría. Los principios de Dafa me guiaron para crear obras basadas en la bondad y que transmiten verdadera belleza al público. Ahora, mi escritura es más concisa y vívida.
A menudo me arrepentía de las cosas que había hecho antes y que no cumplían las normas morales, y me preguntaba si podría enmendar mis errores. Me duele en el alma ver que la moralidad de la gente va cuesta abajo rápidamente en la sociedad del PCCh y que toda la sociedad está dominada por elementos negativos. Aunque uno quiera ser una buena persona, no sabe cuál es el estándar de una buena persona. Sin embargo, Dafa me enseña la verdad eterna del universo. Con la guía de Dafa, puedo trabajar en mi corazón para renunciar a todos los malos hábitos, eliminar los pensamientos sucios y convertirme en una persona buena y desinteresada. No puedo describir lo emocionada y agradecida que estoy por encontrarme con Dafa en esta vida.
Influenciando mi entorno
Varios buenos amigos míos de la universidad eran "rosaditos" (partidarios del PCCh) y no sabían mucho sobre la malvada historia del régimen. Cuando les hablé por primera vez de Dafa y de la persecución, debido a la influencia de la propaganda del PCCh, no pudieron aceptarlo y se asustaron.
Con mi práctica continua, me sorprendió ver los cambios en la gente que me rodeaba: mis amigos, que solían tener horarios muy irregulares y estaban deprimidos, poco a poco se volvieron optimistas y abiertos de mente. También mejoró el aspecto de sus rostros, que parecían más jóvenes.
Antes, cuando nos reuníamos para cenar, todos parloteaban y hablaban sin parar de juegos y cotilleos, y estaban llenos de quejas; después de practicar durante un tiempo, sentí que mi estado de ánimo compasivo y pacífico también influía en ellos, haciéndolos más tranquilos y pacíficos. Es cierto que cuando una persona practica el Fa recto, beneficia a todos a su alrededor.
Mi amiga Ava me dijo que yo había cambiado mucho desde que empecé a practicar Dafa, y que parecía que no tenía preocupaciones ni quejas y que era diferente de los demás, lo que hizo que estuviera dispuesta a confiarme sus pensamientos y a pasar más tiempo conmigo. Ava aceptó renunciar a las organizaciones del PCCh a las que se había unido. Lo mismo hicieron otros amigos, que por fin comprendieron lo brutal que es la persecución y que uno no debe ser perseguido por su fe.
Es increíble pensar que una mocosa malcriada y resentida como yo haya podido hacer tantos cambios positivos en tan poco tiempo. Imagínate si el PCCh no hubiera perseguido a Falun Gong, ¿estaría hoy la sociedad china en tal estado de degradación moral, donde todo el mundo es un enemigo? ¿Seguirían los jóvenes chinos como yo paralizados por su pesimismo sobre la sociedad?
Soy muy afortunada de no perder la oportunidad de Dafa en esta época, que es muy difícil de encontrar en la eternidad. Estoy infinitamente agradecida a Shifu por darme la sagrada oportunidad de practicar Dafa y volver a la verdad.
(Artículo seleccionado para celebrar el Día Mundial de Falun Dafa en Minghui.org)
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