(Minghui.org) Tengo 70 años y soy funcionaria jubilada. Empecé a practicar Falun Dafa a finales de 1996, y todas mis enfermedades desaparecieron. En 2014, a mi marido, que no es practicante de Dafa, le diagnosticaron cáncer de pulmón, con metástasis por todo el cuerpo. Vive bien desde hace más de nueve años. Todos sus médicos estaban conmocionados y nos dijeron: "Básicamente no hay precedentes de un caso así".
Renacido después de cultivar Dafa
Mi marido y yo nos conocimos a través de unos amigos. Ambos no nos considerábamos jóvenes, y por eso nos casamos después de sólo tres meses de noviazgo. Después de casarnos, descubrimos que había grandes diferencias en nuestras personalidades, mentalidades y hábitos, y no podíamos llevarnos bien. Lo que lo hacía aún más inaceptable para mí eran sus malos hábitos, como emborracharse, fumar, apostar y estar con prostitutas.
A menudo se quedaba fuera noches enteras. No hacía nada para ayudarme en casa, pero le gustaba quejarse de todo. Cuando algo no le gustaba, perdía los estribos con facilidad y nos insultaba y pegaba. Yo tenía que hacer todas las tareas domésticas y cuidar de los niños. Siempre estaba agotada física y mentalmente, lo que afectaba mucho a mi salud. Sufría neurastenia, problemas estomacales, colecistitis, hernia discal lumbar y anemia. Debido a la anemia, tenía la cara, las uñas, los labios y los párpados muy pálidos. Medía 1,70 m, pero pesaba unos 45 kilos. Una vez en el trabajo, fui a un aseo que había fuera y, de repente, me mareé al levantarme y me desmayé. Afortunadamente, había un poste telefónico delante de mí. Me agarré con fuerza y no me caí. Entonces, alguien me vio y me ayudó a volver dentro.
Después de empezar a practicar Falun Dafa, comprendí el propósito de la vida y la relación predestinada (kármica) entre las personas. Lo que me había intrigado toda la vida se aclaró. En el pasado, sentía que mi situación laboral, familiar y económica era mejor que la de mi marido, así que ¿por qué me trataba así? En más de 40 años de matrimonio, no había cocinado para mí ni una sola vez. Después de cuidar de él durante todos esos años, nunca me dijo ni una palabra de cumplido. Siempre se quejaba de una cosa u otra, como que las cosas no estaban bien ordenadas, que el suelo no estaba suficientemente limpio, etcétera. Cuando ya no podía soportarlo más, discutía con él y luego no le hablaba durante unos días. Cada vez que esto ocurría, el Fa de Shifu aparecía en mi mente y me ayudaba a superar la tribulación.
Shifu dijo:
“Durante el xiulian, cuando estás lidiando específicamente con conflictos o cuando otros te tratan mal, pueden existir dos clases de situaciones: una es que posiblemente tú hayas maltratado a esa persona en tu vida anterior; sin embargo, tu corazón está muy desequilibrado: «¿Cómo me trata así?». Pues, ¿cómo trataste tú a esa persona antes? Dices que en aquel entonces no sabías y que en esta vida no importan los asuntos de ese otro periodo de vida; eso no va de ninguna manera” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
Todo el dolor y el sufrimiento que encontré en la vida fue para pagar el yeli (karma) que debía de vidas anteriores, y mi familia era un entorno donde cultivarme. Lo que hizo mi marido fue ayudarme a cultivar y mejorar mi xinxing, y debo agradecerle.
Hace diez años, mi marido empezó a tener una aventura. Con esa mujer se compraron una casa y un coche, y hablaban por teléfono casi todos los días. Yo sabía muy bien que, aunque ambos lo estaban disfrutando, estaban creando un yeli (karma). Aconsejé a mi marido que, al hacerlo, se estaba perjudicando tanto a sí mismo como a esa mujer. Un día le dije tranquilamente: "Parece que tienes una relación muy buena con esa mujer. Es muy lamentable que una mujer venga a este mundo, pero ni siquiera pueda entrar al salón de bodas. Podemos divorciarnos y tú casarte y vivir con ella".
Pero él no quería divorciarse. Dijo: "Ya soy viejo. ¿Qué puedo hacer? Sólo estoy haciendo amigos". A partir de entonces, me tomé más a la ligera la aventura extramatrimonial de mi marido y lo traté todo con la compasión que me daba la cultivación de Dafa. Mis familiares y amigos encontraron increíble lo que hice. Algunos de ellos sintieron que era muy injusto conmigo y dijeron que yo era genial por tolerarlo y cómo él no podía apreciarme.
Un pariente de mi marido me dijo una vez: "¿Cómo has podido vivir con una persona tan egoísta durante tantos años? ¡Ha sido tan duro para ti! Entre nuestras familias, eres la persona que más admiro. Eres la mejor esposa".
Mi suegra comentó: "Si no practicaras Dafa, te habrías divorciado de mi hijo hace mucho tiempo".
Le contesté: "¡Mamá, tienes razón! Si no hubiera aprendido Dafa, de ninguna manera seguiría con él". Todos mis parientes y amigos saben que los practicantes de Dafa son buenas personas. Decenas de mis parientes renunciaron el Partido Comunista Chino (PCCh) y sus organizaciones juveniles. Algunos de ellos, incluida mi suegra, vieron los cambios en mí y también empezaron a practicar Dafa.
El cáncer de pulmón de mi marido desaparece
A mi marido le diagnosticaron cáncer de pulmón el 28 de mayo de 2014 y el médico le sugirió que fuera a un gran hospital de Beijing para que le hicieran más exámenes. Fuimos al Hospital 301 de Beijing el 2 de junio y, tras hacerle más exámenes, le diagnosticaron cáncer de pulmón de células pequeñas. Fuimos a tratarlo a hospitales de nuestra ciudad, de la capital provincial, de Beijing, y de Guangzhou, y habíamos gastado la mayor parte de nuestros ahorros. Sin embargo, su estado no mejoraba. El médico me dijo que me preparara mentalmente para lo peor, porque la mayoría de la gente en su estado sólo podía vivir entre 12 y 16 meses.
Un año después del diagnóstico, el estado de mi marido empeoró. Perdió más de 10 kilos después de la quimioterapia, pero las células cancerosas habían hecho metástasis en los ganglios linfáticos cervicales, los ganglios linfáticos renales, la cabeza y la cara. Su salud empeoraba rápidamente y su estado mental había tocado fondo. Estaba muy débil y no tenía fuerzas ni para lavarse la cara. Estaba desesperado. Sentía que el dinero no le servía de nada, pues estaba a punto de morir, así que empezó a gastarlo desenfrenadamente.
Cada vez que iba a la capital de la provincia, iba al teatro más grande a ver espectáculos. La entrada costaba varios cientos de yuanes. Invitaba a su familia a comer y cada comida le costaba más de 1.000 yuanes (140 USD). Incluso su padre no pudo soportarlo más y le preguntó por qué gastaba tanto. Él respondió: "Papá, vamos a comer. El dinero no sirve para nada". Aunque me sentía muy incómoda, seguía tranquila. Me atuve a los estándares de un cultivador y soporté todo aquello sin decirle nada negativo ni tener ningún conflicto con él. Comprendí que era una prueba para saber si podía desprenderme del dinero.
Mi marido estaba profundamente envenenado por la educación atea del PCCh, y no creía en nada que no fuera el Partido. Le aclaré la verdad muchas veces en el pasado, pero no me escuchaba. Vi que su estado empeoraba cada vez más, así que le dije directamente que sólo Shifu podía salvarle la vida y le pedí que me escuchara. Esta vez no dijo nada, así que le hablé de Dafa y de por qué había que renunciar el Partido. Cuando comprendió la verdad, aceptó renunciar.
También aceptó el amuleto que le di. Lo guardó en su cartera y se lo llevó a todas partes. A partir de ese día, se produjo un milagro: ¡su estado mejoraba día a día! Cada vez tenía más energía y recuperó todo el peso que había perdido. Por su aspecto, nadie podía decir que tuviera una enfermedad grave.
Su cuñada dijo que se había recuperado sólo porque yo practico Dafa. Todos mis hermanos y hermanas menores le dijeron: "Es tu bendición casarte con mi hermana. Ella practica Dafa, así que puede tolerar todo lo que haces. Todavía sigues vivo a pesar de la grave enfermedad porque tu vida te la ha dado Shifu de Dafa".
Cuando fuimos al hospital provincial a comprobar el estado de mi marido, el director del departamento y el médico que lo atendía se quedaron de piedra. Se quedaron mirando a mi marido un rato y dijeron: "¡Es increíble! Nunca hemos tenido a nadie como usted que ha sido capaz de volver para otro examen".
Durante los últimos nueve años, los hospitales nos han llamado todos los años para comprobar la situación de mi marido. De hecho, sólo querían saber si mi marido seguía vivo. En junio de 2023, el hospital provincial volvió a llamar y mi marido descolgó el teléfono. El médico le preguntó si era pariente de mi marido. Mi marido dijo que era el paciente, y el médico pensó que era totalmente increíble.
Entre mis amigos y parientes, he visto y oído hablar de otros con esta enfermedad y todos fallecieron al cabo de un año y medio. Todos en nuestra familia saben que Shifu de Dafa salvó la vida de mi marido. Aunque mi marido no ha empezado a practicar Falun Dafa, sabe en su corazón que Shifu le salvó la vida.
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Categoría: Mejorándose uno mismo