(Minghui.org) La familia de la Sra. Wang Yonghua confirmó el 20 de abril de 2024 que ésta residente de la ciudad de Qinhuangdao, provincia de Hebei, ha sido condenada a tres años de prisión por practicar Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

Antes de su última sentencia, la Sra. Wang ya había cumplido una condena de tres años y medio de prisión por su fe. Su marido, también practicante de Falun Gong, falleció en 2017, cinco años después de cumplir una condena de cuatro años durante la cual soportó incesantes torturas.

Tras la última detención de la Sra. Wang, su hija, que creció siendo testigo de la persecución a sus padres, se enfrentó a frecuentes acosos policiales. Aunque no practica Falun Gong, la policía la catalogó como “persona sensible” y le prohibió viajar a cualquier parte sin su permiso.

Detención y condena de la Sra. Wang

La Sra. Wang, de 60 años, fue detenida en la casa de su hijo en Tianjin el 5 de julio de 2023, junto con la suegra de su hijo, la Sra. Zhang Maoxia, que también practica Falun Gong. Ambas mujeres fueron encarceladas en el Centro de Detención de la Nueva Área de Binhai y se les denegaron las visitas familiares.

La familia de la Sra. Wang confirmó en abril de 2024 que las dos mujeres habían sido condenadas a tres años, pero en el momento de redactar este informe no se disponía de detalles sobre su acusación, juicio y condena.

Según el abogado de la Sra. Wang, ella padece una enfermedad debida a los malos tratos sufridos en el centro de detención y no puede caminar por sí misma.

Despiden a su hija del trabajo, la vigilan estrechamente y no le permiten viajar

El 14 de julio de 2023, más de diez agentes de la Estación de Policía del municipio de Xugezhuang allanaron el domicilio de la hija de la Sra. Wang, Ming (alias), en la ciudad de Tangshan, provincia de Hebei, y confiscaron objetos personales por valor de decenas de miles de yuanes. El pretexto de la redada fue que estaban investigando el caso de su madre.

El marido y la suegra de Ming, ambos practicantes de Falun Gong, también fueron detenidos y llevados a la estación de policía. Ella y su hija de siete años se quedaron en casa vigiladas por tres agentes. La suegra fue puesta en libertad hacia la medianoche y el marido hacia las 16.00 horas del día siguiente.

Ming trabajaba para una empresa de medios de comunicación. Poco después de la detención de su madre, la policía obligó a su jefe a despedirla.

Cuatro agentes de la Estación de Policía del municipio de Xugezhuang volvieron a irrumpir en la casa de Ming el 22 de noviembre de 2023. La llevaron a ella, a su marido y a su hija a la estación de policía. Afirmaron que la División de Seguridad Nacional había decidido detener a la pareja durante 15 días, pero sin presentar copia de la orden de detención. Debido a la corta edad de su hija, la policía envió a Ming al calabozo local, mientras que dejó en libertad a su marido y a su hija.

Ming fue liberada posteriormente en fecha desconocida. Reservó un viaje a Beijing para el 22 de marzo de 2024. Tras comprar el billete de tren, la policía la llamó y le exigió que cancelara el viaje. Ella accedió. Cuando intentó comprar otro billete el 22 de abril, le dijeron que no podía ir a Beijing, debido al próximo aniversario de la histórica Apelación del 25 de abril. La policía también le dijo que tenía restricciones de viaje y que debía obtener su aprobación antes de viajar a Beijing. Ming consiguió que la policía le permitiera viajar a Beijing, pero insistieron en que regresara ese mismo día. El día del viaje, un agente de seguridad la paró en la estación de tren y le registró el bolso.

Más tarde, Ming reservó unas vacaciones en Corea del Sur. Gastó decenas de miles de yuanes en el hotel y los billetes de avión, pero los agentes de aduanas impidieron que ella y su hija embarcaran en el vuelo y le dijeron que la policía le había ordenado que se presentara inmediatamente ante ellos. Fue a la estación de policía y la policía dijo que la habían catalogado como «persona sensible» y la habían puesto bajo «estrecha vigilancia». No le permitían salir de Tangshan sin su permiso, y mucho menos abandonar el país. La policía también amenazó con obligar al empleador de su marido a despedirlo.

Desde la detención de su madre en julio de 2023, la familia de Ming, especialmente su hija de siete años, vive atemorizada por el incesante acoso policial. Sin embargo, la policía sigue amenazando con volver o hacer que la pareja vaya a la estación de policía.

La anterior condena de la Sra. Wang y la muerte de su marido

A la Sra. Wang le diagnosticaron leucemia en 1998, pero se recuperó totalmente cuando empezó a practicar Falun Gong ese mismo año. Su cardiopatía y su cáncer de mama también se curaron. Su marido, Guo Daoyou, quedó tan impresionado que también empezó a practicar Falun Gong.

La pareja se mantuvo firme en su fe tras el inicio de la persecución y fue blanco de repetidos ataques. La Sra. Wang decidió ir a Beijing para apelar en favor de Falun Gong, pero fue interceptada en la estación de autobuses de la ciudad de Qinghuangdao. La llevaron a una estación de policía local y la esposaron a una grada de baloncesto en medio de la nieve. El frío le provocó una recaída en su enfermedad cardiaca. La policía obligó a su marido a pagar 3.000 yuanes (423 dólares) antes de liberarla.

Más de dos decenas de agentes irrumpieron en el domicilio de la pareja el 18 de julio de 2008 y confiscaron sus objetos de valor, entre ellos un ordenador de sobremesa, una impresora, un ordenador portátil, una olla arrocera y el material escolar de sus dos hijos. La policía se llevó al Sr. Guo, único sostén de la familia, al Centro de Detención del distrito de Funing. La Sra. Wang luchó por salir adelante y también acudió a varios organismos gubernamentales para pedir la liberación de su marido.

Cuando regresaba de una feria comunitaria el 19 de marzo de 2009, la Sra. Wang fue detenida por el agente Chen Yingli, del Departamento de Policía del distrito de Funing, y se le ordenó que fuera con él para responder a algunas preguntas. Su hijo, que entonces tenía 14 años y estaba con ella, regresó solo a casa. Tras llevar a la Sra. Wang al Centro de Detención del Distrito de Funing, la policía fue a la escuela de su hija y le ordenó que firmara los documentos del caso de su madre.

A la mañana siguiente, Chen regresó con tres agentes más para saquear la casa de la Sra. Wang. Ordenaron a su hijo que cooperara con ellos, pero éste se negó. Chen llamó a cuatro agentes más. Empujaron al chico a un rincón y lo vigilaron de cerca mientras otros agentes registraban el lugar. Al descubrir que una habitación estaba cerrada, Chen ordenó al chico que le diera la llave. Pero el chico estaba tan aterrorizado que era incapaz de hablar. Chen llamó a un cerrajero para que abriera la puerta. Los libros de Falun Gong de la Sra. Wang y los ordenadores portátiles de sus hijos fueron confiscados en esa habitación.

Con el Sr. Guo y la Sra. Wang detenidos, la policía acosaba a menudo a sus hijos en la escuela y les ordenaba firmar declaraciones de renuncia a Falun Gong en nombre de sus padres. Amenazaron a los dos niños con no permitirles graduarse si no accedían. Como la hija de la pareja estaba a punto de presentarse al examen de acceso a la universidad y era una de las mejores alumnas del colegio, la dirección del centro agasajó a la policía con varias comidas y les instó a que no acosaran a los hermanos.

Durante las vacaciones de verano, la hija de la pareja acudió todos los días a la División de Seguridad Nacional del distrito de Funing para exigir la liberación de sus padres, pero fue en vano.

Tanto el Sr. Guo como la Sra. Wang fueron condenados posteriormente a 4 y 3,5 años, respectivamente, y llevados a prisión en septiembre de 2009. A la Sra. Wang la colgaban a menudo de las muñecas en la Prisión de Mujeres de Shijiazhuang.

Mientras estuvo internado en el Centro de Detención del Distrito de Funing, el Sr. Guo fue golpeado a menudo por los reclusos y sufrió graves lesiones en las piernas. Los guardias de la Prisión de Jidong siguieron golpeándolo después de que lo llevaran allí. Cuando fue puesto en libertad en agosto de 2012, sufría hipertensión arterial y secuelas de un derrame cerebral. Daba pasos inseguros y arrastraba las palabras. Temblaba incontrolablemente cuando veía a la policía en la calle. Dijo que en la cárcel le pegaban a menudo, le privaban del sueño y no le daban suficiente de comer. Era incapaz de superar el miedo y su presión arterial seguía siendo muy alta. El Sr. Guo falleció el 6 de febrero de 2017 debido al deterioro de su salud.

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