(Minghui.org) Recientemente se supo que una mujer de 55 años que cumplía una sentencia de 3,5 años por practicar Falun Gong fue brutalmente maltratada en prisión.
Ilustración de la tortura del PCCh: paliza
La Sra. Zhang Chuanwen del condado de Qingyuan, provincia de Liaoning, fue admitida en la Prisión de Mujeres de la provincia de Liaoning en Shenyang el 26 de julio de 2023. Una fuente reveló recientemente que fue asignada a la división 12 el 1 de agosto de 2023. Los guardias y reclusas no le permitieron dormir y le ordenaron que permaneciera de pie y mirara videos que difamaban a Falun Gong. Ella se negó a obedecer y fue golpeada salvajemente y abusada verbalmente. Perdió cuatro dientes y entró en estado de shock como resultado de la paliza. Después de ser trasladada de urgencia al hospital, los médicos le diagnosticaron una enfermedad cardíaca.
Sin embargo, los guardias no le informaron de su diagnóstico y la llevaron de vuelta a la prisión sin proporcionarle más atención médica. Durante los tres meses siguientes, solo se le permitió dormir dos o tres horas al día, y el resto del tiempo la pasaba sentada en un pequeño taburete sin moverse.
Cuando a la familia de la Sra. Zhang finalmente se le permitió visitarla virtualmente a fines de octubre de 2023, no se atrevió a contarles sobre el abuso que había sufrido. La trasladaron a la división 5 a fines de diciembre de 2023. Allí, los guardias la obligaron a realizar trabajos forzados durante largas horas todos los días. Se sentía mareada y tenía una opresión en el pecho. Los líderes del equipo Wang Zhuo y An Xinlei la insultaron verbalmente y las reclusas que la vigilaban le quitaron el colchón y no le permitieron sentarse.
Visitas familiares negadas
La Sra. Zhang fue arrestada el 4 de diciembre de 2022 y sentenciada en secreto a 3,5 años el 24 de marzo de 2023. Después de su ingreso en prisión el 26 de julio de 2023, se le negó todo tipo de visitas familiares. Sus dos hermanas fueron a prisión a fines de octubre de 2023 y finalmente se les permitió una reunión virtual con ella después de que condenaran a los guardias por violar la ley penitenciaria al revocar el derecho de su hermana a las visitas familiares.
Cuando las hermanas le preguntaron a la Sra. Zhang si la habían torturado, el guardia que estaba a su lado le dijo con un tono amenazador: "Dígales, ¿alguien la ha torturado?".
La Sra. Zhang comenzó a llorar y dijo: "Hermanas, por favor no pregunten sobre ninguna tortura". Por su expresión facial y su voz temblorosa, sus hermanas sospecharon que estaba enfrentando una tremenda presión en la prisión. La llamada se cortó después de 20 minutos.
Antes de su última sentencia, la Sra. Zhang había cumplido dos sentencias en un campo de trabajo y una en prisión por defender su fe en Falun Gong.
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