(Minghui.org) Las practicantes de Falun Gong que se niegan a renunciar a su fe son torturadas en el Pabellón 12 de la Prisión de Mujeres de la Provincia de Liaoning. Para el mundo exterior se llama "Pabellón Correccional de Entrenamiento de Emergencia". En realidad, es una prisión dentro de otra prisión, y su único propósito es "quebrar" a las practicantes de Falun Gong que no pueden ser "transformadas".
Falun Gong enseña los principios de Verdad, Benevolencia, Tolerancia, e incluye ejercicios de movimiento lento y meditación. El PCCh (Partido Comunista Chino) lo persigue en China desde julio de 1999. Una vez que las practicantes ingresan en la prisión, primero pasan dos semanas en el "equipo de nuevos ingresos" y más tarde son trasladadas al pabellón 12.
La única misión de los guardias y reclusas de este pabellón es torturar a las practicantes de Falun Gong. Las autoridades penitenciarias disponen que dos reclusas vigilen a cada practicante las 24 horas del día. Los guardias entrenan a las reclusas en métodos de tortura diseñados para "transformar" a las practicantes, y las reclusas son recompensadas con reducciones de condena si consiguen que las practicantes renuncien a su fe.
Puerta principal de la Prisión de Mujeres de la Provincia de Liaoning.
Lavado de cerebro para obligar a las practicantes a renunciar a Falun Gong
Cuando llegan al Pabellón 12, las practicantes son conducidas a una pequeña sala y durante horas son interrogadas sobre sus datos personales. A continuación, las reclusas informan sobre lo que han averiguado a un jefe de división, que tiene más de diez años de experiencia en la "transformación" de practicantes.
El jefe de división se reúne entonces con la practicante y le habla de su familia, su matrimonio y su salud, intentando convencerla de que renuncie a su fe. Después, las reclusas intentan obligar a la practicante a firmar cinco declaraciones, en las que debe admitir que ha cometido un delito por practicar Falun Gong y prometer que dejará de practicarlo. Si la practicante se niega, es golpeada, maltratada verbalmente, obligada a permanecer de pie durante horas y privada de sueño. No se le permite lavarse y se le restringe el uso del baño y la ingesta de agua.
Todos los martes y jueves se celebran reuniones para criticar y calumniar a Falun Gong en dos grandes salas de actividades. Durante estas "sesiones de lucha" se obliga a las practicantes a ver vídeos cortos que calumnian a Falun Gong, a escuchar discursos de lavado de cerebro y a responder a preguntas que repiten las calumnias.
Si sus respuestas no satisfacen al guardia, este castiga tanto a la practicante como a las reclusas que la vigilan. Las tres tienen que permanecer en cuclillas con una rodilla en el suelo y ambas manos sobre los muslos durante tres horas. A veces, la practicante tiene que ser "reeducada" hasta un mes, durante el cual tiene que ver todos los días vídeos que difaman a Falun Gong y escribir "informes de pensamiento" sobre los vídeos.
Una vez que la practicante acepta transformarse, las reclusas sacan declaraciones previamente redactadas y se las hacen firmar. Le hacen memorizar las respuestas a algunas preguntas y la llevan a la oficina de los guardias, donde la graban en vídeo respondiendo a sus preguntas. Las respuestas están preparadas por las reclusas para calumniar y difamar a Falun Gong y a su fundador. Después tiene que pasar un mes de supuesta educación para "fortalecer su determinación" de dejar de practicar Falun Gong. Debe seguir escribiendo informes todos los días para difamar a Falun Gong.
Si una practicante se arrepiente de lo que hizo y dice que todas las declaraciones que firmó son nulas, los guardias toman represalias metiéndola en un confinamiento solitario y obligándola a permanecer de pie desde las 5 de la mañana hasta las 11 de la noche todos los días. Tiene que hacer sus necesidades en un cubo en la habitación y no se le permite ducharse ni lavarse. Las reclusas la vigilan de cerca hasta que vuelve a transformarse. Las condenas de algunas practicantes se han prorrogado porque se niegan a renunciar a Falun Gong.
Casos de persecución
En el momento de redactar este informe, las practicantes encarceladas en el Pabellón 12 son las Sras. Zhang Chuanwen, Xu Qiang, Liu Xiaohong, Zhang Cuifeng, Xu Minghua, Gao Fuling, Ma Zhiru, Xu Guilian, Kong Ying, Liu Fubo, Zhao Yuhua, Guo Shufen, Zhang Fengzhi, Jiang Wei, Qiu Tieling y Qi Yan.
A continuación se resumen brevemente los sufrimientos de tres practicantes.
La Sra. Zhang Chuanwen, de la ciudad de Fushun, fue trasladada al Pabellón 12 el 1 de agosto de 2023. Sufrió torturas ininterrumpidas, como privación del sueño y agresiones físicas, y se le negó el acceso al cuarto de baño. Tuvo que ver vídeos difamatorios y asistir a "sesiones de lucha". Las reclusas no dejaban de presionarla para que firmara las declaraciones. Durante tres meses, sólo le dieron pan de maíz para comer.
La señora Hou Ruiyue, de 62 años, de la ciudad de Dalian, fue detenida el 5 de octubre de 2019. La Policía de la Estación de Tren de Dalian escaneó su bolso en el control de seguridad y encontró un reproductor de audio que reproducía música de Falun Gong. A continuación, la policía saqueó su domicilio y la recluyó en el Centro de Detención de Yaojia durante tres meses. En enero de 2021 se informó de que había sido condenada en secreto y trasladada a la Prisión de Mujeres de Liaoning. Tras ser llevada al Pabellón 12 el 15 de abril de 2021, fue puesta inmediatamente en régimen de aislamiento porque se negaba a renunciar a Falun Gong. No sólo no le dieron comida ni agua, sino que dos reclusas se turnaron para insultarla. No la dejaron ir al baño ni dormir. Los malos tratos y la inanición continuaron al día siguiente. También la obligaron a ver vídeos difamando a Falun Gong todos los días durante las siguientes seis semanas, hasta el 28 de mayo de 2021.
La Sra. Hou tuvo que trabajar en el Primer Pabellón haciendo ropa a partir del 29 de mayo de 2021. El Primer Pabellón se conoce como "Confección de ropa Shenyang Ningda Cía. Limitada". En realidad, es un taller clandestino que explota el trabajo gratuito de las reclusas. Tenía que levantarse a las 5 de la mañana y trabajar de 7 de la mañana a 7 de la tarde, con sólo unos minutos para comer entre horas. El espacio en el taller clandestino es muy reducido, cada persona trabaja en un metro cuadrado. A veces tienen que trabajar más horas cuando hay mucha demanda.
La Sra. Zhang Wei, de la ciudad de Donggang, fue retenida en régimen de aislamiento entre abril y mayo de 2022 porque insistía en hacer los ejercicios de Falun Gong. Se declaró en huelga de hambre. Los guardias la arrastraron al hospital de la prisión para alimentarla a la fuerza. En el hospital le inyectaron drogas desconocidas que dañan el sistema nervioso y le clavaron palillos de dientes bajo las uñas. Estaba demacrada y al borde de la muerte cuando la llevaron de nuevo a su celda. Su condena finalizará en abril de 2024.
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Categoría: Tortura psiquiátrica
