(Minghui.org) Al menos 15 practicantes de Falun Gong de Beijing, la mayoría de 70 y 80 años y unos pocos de 60, fueron detenidos mientras caminaban juntos por un parque en torno a las 6:30 de la mañana del 18 de noviembre de 2023.

Decenas de agentes de paisano se abalanzaron sobre ellos, gritando "¡Quietos!" y "Dejen las bolsas". Dos hombres sujetaron a cada uno de los practicantes y los grabaron en vídeo y los fotografiaron antes de llevarlos por la fuerza a los más de diez coches patrulla estacionados alrededor del parque. Ningún agente mostró su identificación ni la orden de detención.

Los practicantes detenidos fueron las Sras. Hu Xingxi, Wu Qizhen, Zhang Nairong, Wang Fengmei, Li Xiaoping, Wang Zuolan, Zhao Shuming, Xing Guiling, Lei Xiuhui, Wang y los Sres. Yue Jun, Yu Zhixinh, Qi Zhiying, Tao Gong, Zhang y otros cuyos nombres se desconocen.

Según un informador, la policía vigiló la vida cotidiana de los practicantes durante cuatro meses antes de las detenciones. Sabiendo que los practicantes se reunirían ese día en el parque, muchos agentes de paisano llegaron al parque hacia las 5 de la mañana. Permanecieron en varias salidas e intersecciones, esperando para detenerlos.

Los practicantes fueron llevados primero al Departamento de Policía de Xicheng, antes de ser trasladados a las estaciones de policía de sus respectivas zonas residenciales. A todos ellos se les midió la tensión arterial. A los menores de 70 años también se les tomaron muestras de sangre. A algunos les tomaron las huellas dactilares, les grabaron la voz y la cara en video.

Cada uno de ellos fue interrogado en un cuarto oscuro en los sótanos de las estaciones de policía. También fueron sometidos a exámenes físicos, aunque no está claro si se hicieron en las estaciones de policía o en los hospitales.

Después de los exámenes físicos, los practicantes fueron llevados a sus respectivos domicilios. Cada domicilio fue registrado por hasta diez agentes, sin las debidas órdenes de registro. Algunos agentes pasaron horas registrando sus domicilios. Se confiscaron los libros, el material informativo y las impresoras de los practicantes de Falun Gong. Las familias de algunos practicantes fueron intimidadas y obligadas a firmar órdenes de detención en blanco. La policía también pidió los números de teléfono de los practicantes.

La mayoría de los practicantes fueron puestos en libertad bajo fianza ese mismo día, aunque algunos seguían detenidos en el momento de redactar estas líneas.