(Minghui.org) He comenzado a memorizar el Fa. Como resultado, puedo identificar fácilmente los problemas en mi cultivación y rectificarlos rápidamente.

Mientras mi esposo y yo preparábamos bollos al vapor, lo elogié por su excelente habilidad para amasar: "Se nota que has puesto mucho empeño en la masa. Parece muy suave...".

Mi esposo respondió: "Pero, ¿no soy tonto? Estoy trabajando duro mientras tú actúas como una princesa mimada que no hace ningún trabajo duro".

Me reí y me pregunté por qué me había malinterpretado. ¿Cómo podía interpretar mis palabras de forma tan negativa y distorsionada? Me sentí un poco incómoda y me pregunté por qué me sentía así. ¿Era un apego que había que eliminar? ¿Tenía yo los mismos defectos que mi esposo? Él es como un espejo que refleja mis propios defectos.

Antes de que pudiera terminar la frase, mi esposo ya había interpretado lo que dije y había desarrollado un pensamiento negativo. ¿No era yo así antes? Cuando hablaba de alguien, mi primer pensamiento solía gravitar hacia sus aspectos negativos en lugar de hacia sus cualidades positivas. Yo solía ser alguien que hablaba con dureza y criticaba a los demás.

Sentí escalofríos. ¿Cómo es posible que, después de cultivarme en Dafa durante tanto tiempo, siga teniendo pensamientos tan impuros? Hace unos días, mi suegro dijo: "Un padre tiene cuatro hijos. El tercer hijo atraviesa la peor situación económica, pero es el que cuida del padre. El hijo mayor, en cambio, tiene la mejor situación económica, pero es el que menos hace...".

Antes de que mi suegro pudiera terminar, le dije: "No es porque el tercer hijo tenga malas condiciones. Es porque tiene un carácter noble". De repente, me pregunté si yo también había malinterpretado a mi suegro. Ya lo había mencionado varias veces, y sospeché que podría pensar que el tercer hijo cuida de su padre por codicia de su dinero. Mi suegro tiene una pensión relativamente buena. De los tres hermanos de la familia de mi esposo, mi esposo es el que tiene la peor situación económica y llevamos muchos años cuidando de su padre. Sospeché que mi suegro también podría creer que nos ocupamos de él por afán de lucro.

Me sentí avergonzada. Había interpretado sus palabras y pensado negativamente antes incluso de que acabara la frase, y saqué conclusiones precipitadas sobre sus intenciones. Supuse que mi suegro creía que lo cuidábamos por codicia de su dinero. Tal vez no estaba siendo justa, ya que lo que pretendía era alabar nuestra piedad filial. Tengo que eliminar este pensamiento negativo y enfocar la situación de forma positiva.

Mi esposo se enfada a menudo conmigo. A veces me critica delante de nuestros hijos o de otras personas. Esta vez, me acusó de "hablar sin pensar". Me pregunté por qué reaccionaba así. En la cultivación no hay casualidades, y todo debe verse como una oportunidad para mejorar. No debía sentirme maltratada, ni resentida por su falta de respeto o por haberme hecho quedar mal. En el pasado, cuando las cosas sucedían así, lo miraba mal y perdía oportunidades de mejorar. Ahora, aprovecho la oportunidad para elevarme en la cultivación.

Shifu dijo: "...porque a quienquiera que le cae el yeli siente malestar; está garantizado que es así" (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Ya no albergo ningún resentimiento hacia mi esposo. Por el contrario, siento gratitud. Agradezco que me haya permitido descubrir mi apego a salvar las apariencias, el apego a evitar las críticas y mi hábito de hablar mal de los demás. Recordé lo que dijo Shifu sobre "Así que ya ganas por cuatro" (Cuarta Lección, Zhuan Falun). Debería agradecérselo.